martes, 16 de mayo de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA V



Dice el refrán, que mayo entrado, un jardín en cada prado. Como consecuencia de las temperaturas templadas y de las abundantes lluvias, que se dan en La Península Ibérica a lo largo de la primavera.

En el centro de España, desde el mes de diciembre apenas han caído cuatro gotas dispersas. Según los datos de la estación meteorológica de Barajas, esto es lo que ha llovido en los últimos seis meses, respecto a un año normal:

Diciembre 2022: 89.2 mm                        Diciembre 1961:   72.0 mm

Enero        2023:   9.9 mm                         Enero        1962:   49.9 mm

Febrero     2023:   1.0 mm                         Febrero     1962:   33.8 mm

Marzo       2023: 15.7 mm                         Marzo       1962: 104.7 mm

Abril         2023: 10.0 mm                         Abril         1962: 120.2 mm

Mayo        2023:   0.2 mm                          Mayo        1962:  86.4 mm

            Total     126.0 mm                                         Tota     467.0 mm


Como podemos ver, los datos no engañan. El campo de España arrastra un déficit hídrico de 341.0 mm en sólo 6 meses. Los próximos que vienen, apenas van a dejar agua, pues junio, julio y agosto son secos, con escasas precipitaciones. Estamos en estos momentos como en la primavera del año pasado, como en las últimas treinta y tres que han manipulado.

Si siguen incidiendo en el clima, con técnicas criminales de geoingeniería, como vienen haciendo en los últimos 33 años de forma tan agresiva. Las consecuencias ambientales, económicas y sociales, van a ser catastróficas.

Los montes ya no tienen ni una gota de agua en sus acuíferos superficiales, como así nos lo cuentan las fuentes y los arroyos secos. Miles de árboles centenarios han muerto en las últimas tres décadas, y miles se están muriendo, como consecuencia de las sequías encadenadas y de los metales pesados que han fumigado sobre ellos.

Los pastos y las especies herbáceas apenas se desarrollan con regularidad natural. Este año los apicultores y los ganaderos van a tener pérdidas muy considerables. Algunos, por desgracia, van a abandonar la ganadería. ¡Pero tranquilos! que el Ministro de Agricultura y el de Medio Ambiente, ya han aprobado una serie de planes, con varios cientos de millones de euros sacados de los impuestos de los ciudadanos, para subvencionar las perdidas de los ganaderos y de los agricultores.

Primero utilizan los fondos públicos para crear sequías con ingeniería climática; después arruinan a los ganaderos y a los agricultores. Les impiden que creen riqueza para el país, prosperen en las explotaciones agropecuarias y sigan poblando el mundo rural. Después, siguen arruinando las arcas públicas, ofreciendo a los ganaderos y a los agricultores, unas subvenciones que no arreglan nada y dejan hipotecados los sectores del campo. Y los sindicados, se enteran de que va esta ruina, o están dentro del juego del gobierno para manipular a los ganaderos y a los agricultores.

La sociedad rural, agrícola y ganadera, que puebla todos los rincones de España, está desapareciendo. Está dejando el campo libre a las multinacionales extranjeras, que se dedican a la agricultura y la ganadería.

En los últimos cincuenta años, España ha dejado de ser un país con un sector ganadero y agrícola de primer orden, gracias a los dirigentes que han pasado por los diferentes gobiernos.

Que nos diga la Ministra de Medio Ambiente, el Ministro del Interior, el Ministro de Agricultura y el Presidente del Gobierno de España, que hacen todos esos aviones y drones de día y de noche, sin transpondedor ni matricula que los pueda localizar, fumigando los cielos de España. Sobre pueblos y ciudades por los que no pueden volar por ley.

Estos hechos criminales y sus consecuencias, ya no se pueden tapar más. Ni quienes los están cometiendo o permitiendo. Ni desde las organizaciones ecologistas, ni desde los diferentes medios de comunicación, que el gobierno riega con dinero público, para que engañen y distraigan a los ciudadanos. Adoctrinando a la sociedad sobre un cambio climático falso que está ocurriendo, como consecuencia del consumo humano, cuando lo que realmente esta ocurriendo, es que están manipulando el clima con ingeniería climática.

Los compuestos químicos fumigados, para destruir las borrascas que llegan desde el Atlántico o las tormentas que se forman en el interior, ya han caído sobre la tierra, están en la sangre de todos los ciudadanos de España. Son metales pesados, como el aluminio, el grafeno, el bario, las tierras de diatomeas que tantas gripes y neumonías producen, carbonos, azufres... Sólo hay que analizar los gases fumigados que sales de los aviones y drones que nos fumigan todos los días. Y cotejar lo que ha caído sobre la tierra o está en la sangre de los ciudadanos. En las personas que tienen cáncer; en las mujeres que han perdido un pecho o los dos; en las personas de ochenta años que tienen alzheimer; en los jóvenes o mayores que mueren de ictus; en las personas que tienen enfermedades cardiorrespiratorias como gripes o neumonías; cataratas... Vamos a hacer un análisis de todo y saldremos de dudas.

Si este gobierno es realmente democrático y apuesta por la vida, como tantas vece difunde en los diferentes medios de comunicación, o a través de esa Agenda criminal 2030, ahora tiene la ocasión de demostrarlo y de sacar de dudas a los ciudadanos de España. Es su deber.


LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA IV

 




miércoles, 3 de mayo de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA III

 


El clima mediterráneo incide en la mayor parte de La Península Ibérica desde hace más de cuatro mil años. Hace posible que los arroyos, las fuentes y los manantiales, fluyan de forma natural durante todo el año.

La fauna y la vegetación, son los principales bioindicadores que nos cuentan con su presencia, como es el clima y el tipo de suelos, que hacen posible que toda lluvia que cae durante el año, se retenga y termine corriendo por los arroyos, manantiales y fuentes. Manteniendo la vida todo el año, especialmente en verano, cuando menos llueve.

Si observamos los árboles mediterráneos, encinas, quejigos, alcornoques, coscojas, empiezan a fructificar al final de la primavera, maduran los frutos durante el verano, y caen al comienzo del otoño. Todo el proceso se desarrolla durante los meses más cálidos del año, gracias al agua que hay acumulada en el subsuelo, en el acuífero.

El agua es fundamental para el mantenimiento de la ganadería extensiva. En todas las zonas ganaderas históricas de España, hay fuentes de piedra y ladrillo, o manantiales que anualmente mantienen y limpian los vaqueros o los pastores. A ellos acude el ganado y la fauna de la zona.

La situación geográfica y el clima mediterráneo que tiene España, hacen posible que la ganadería extensiva se críe sin ningún problema y sin ningún coste para el ganadero, en piensos y forraje. Hasta los años setenta, sólo se ayudaba al ganado con piensos y forraje, durante algunos días del invierno, cuando las nevadas tapaban los pastos.

En los últimos cuarenta y tres años, el panorama del campo Ibérico ha cambiado mucho de la noche a la mañana. Primero apareció en la televisión el famoso anticiclón de Las Azores, que no deja entrar los frentes de nubes cargados de agua desde el Atlántico; luego vino el agujero de la capa de ozono; luego el efecto invernadero; luego el calentamiento global del planeta; ahora el cambio climático. De la mano de una serie de Agendas, como la 21 o la 2030. Todo manipulado por la élite internacional, que dirige al gobierno de España a su conveniencia.

El panorama del campo ibérico ha cambiado mucho en sólo cuarenta años. Aquellos ganaderos, vaqueros, pastores, que sabían del campo y del clima, hoy mirarían al cielo de España preocupados, por lo que ocurre todos los días en él, pues ya no llueve con regularidad a lo largo del año, como consecuencia de la manipulación del clima con ingeniería climática, efectuada con aviones, drones y antenas construidas en zonas estratégicas. Un proyecto criminal aprobado de forma encubierta, ejecutado por el gobierno de la nación.

En los últimos treinta años, los ganaderos de España tienen que alimentar al ganado durante todo el año, pues las escasa lluvias que caen, apenas mantienen los escaso pastos durante tres o cuatro meses. En verano hay que llevar agua al ganado dos veces al día. En algunas zonas, hay que llevar agua durante todo el año, pues los pequeños acuíferos que fluyen en las fuentes, se secaron hace años. Hoy, el campo Ibérico sigue teniendo sus fuentes, pero vacías.

Mañana numerosos aviones y drones, volverán a fumigar los cielos de España, con productos criminales como el aluminio, las tierras de diatomeas, el grafeno.... dejando los cielos con numerosas estelas blancas, que se van difuminando a lo largo del día, formando una cúpula “invisible” que deja entrar los rayos del sol e impide que salga el calor. A este proceso, las élites internacionales que manejan los gobiernos de Europa y de Estados Unidos, le han puesto el nombre de cambio climático.


miércoles, 26 de abril de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA II


Hoy, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática, el campo ya no aporta ni la mitad del alimento que debería a la ganadería, pues ya no llueve con regularidad durante las estaciones.

La Península Ibérica se caracteriza por tener un clima mediterráneo y atlántico, con unas precipitaciones abundantes y regulares a lo largo del año, como así lo atestigua la vegetación característica de cada zona geográfica.

Sólo hay que consultar la información meteorológica de hace cincuenta años y contrastarla con la actual, para ver como ha sido la manipulación del clima con geoingeniaría y cuales han sido sus consecuencias en el patrimonio forestal, en la agricultura y en la ganadería.

A esta manipulación del clima, dirigida para arruinar a los dos sectores más importantes económicos y sociales de España, como son la agricultura y la ganadería, la han puesto el nombre de “cambio climático”. Planificada desde instancias internacionales (Agenda 2030) y dirigida desde los organismos competentes del gobierno, como es el Ministerio del Interior, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura, bajo el beneplácito de todos los presidentes regionales de España. En qué región o comunidad autónoma, no se fumigan los cielos con aviones o drones durante todos los días del año?

La geoingeniería es un arma criminal patentada, regulada por convenios internacionales, como el que firmó el gobierno de España el día 4 de Julio de 1978. Convenio ENMOD.

El clima natural de una zona, se caracteriza por su regularidad durante un periodo largo de tiempo. Es constante y a la vez va cambiando, pero en un periodo largo de siglos, no de años, no en cuarenta años.

En treinta o cuarenta años, el clima no puede cambiar de la forma tan drástica, tan catastrófica como lo está haciendo. Sólo puede cambiar, si le están manipulando con ingeniería climática. Con técnicas y productos que destruyen los frentes de nubes, que llegan desde el atlántico cargados de lluvias, o destruyendo las tormentas que se forman a lo largo del verano, para que no precipiten y refresquen el ambiente.

La primavera que estamos viviendo este año, no es muy diferente a la que vivimos el año anterior, ni la que hemos vivido en los últimos treinta años. Seca, irregular y con temperaturas por encima de los 40ºC durante muchos días. Sólo hay que consultar la información meteorológica de cada región.

En los últimos treinta años, el ganadero tiene que alimentar a los toros y a las vacas, incluso en otoño y en primavera, como consecuencia de la alteración del clima que se están realizando con ingeniería climática, desde hace 43 años.

Un ganadero de los año setenta, jamás entendería que en España se alimentara al ganado en primavera o en otoño. Dos épocas del año, cuando más alimento debe de haber en el campo.

Cuanto le va a costar este año al ganadero de su bolsillo, mantener a todas las reses de la ganadería?


sábado, 22 de abril de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA I

 


La primavera renueva la vida en las ganaderías bravas. Es época de nacimientos, de abundancia de recursos en las dehesas.

Con el otoño, es la estación del año que más llueve. Las temperaturas se templan, como consecuencia de los frentes de nubes que llegan desde el Atlántico, causando abundantes precipitaciones que refrescan los ambientes.

Esta meteorología mediterránea natural, hace que se desarrollen los pastos, los arbustos y los árboles. Que florezcan y den frutos durante el verano y el otoño. Asegurando la alimentación a todos los habitantes del monte, durante la mayor parte del año.

En las grandes cercas, donde pastan las vacas, se ven numerosos becerros en compañía de sus madres, que han nacido al final del invierno o a lo largo de los últimos días. Con los abundantes pastos y los recursos forestales que van a florecer durante la estación, los becerros se van a desarrollar muy bien, con la abundante leche que van a mamar de sus madres.

En otras zonas de la finca observamos a los añojos, a los erales, a los novillos de tres años... En los cerquillones menos extensos, está repartida la camada de toros.

En este panorama natural, donde vive el toro bravo, de más de quinientas mil hectáreas de dehesas, pobladas por encinas, quejigos, enebros de la miera, alcornoques, melojos, álamos, sauces... habitan águilas imperiales ibéricas, linces ibéricos, lobos, cigüeñas negras, grullas, buitres negros, águilas perdiceras... Y la mayor parte de nuestra fauna. Un mundo natural mediterráneo, ibérico, que el hombre comenzó a gestionar, a dar forma, hace casi mil años.


martes, 21 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE VI

 


Hace cuarenta años, el mochuelo era una de las especies más comunes y más representativas de la España rural y natural. De allí, aquí, el panorama ha cambiado mucho en todos los aspectos, pues esta especie se ha enrarecido y ha desaparecido de muchas zonas geográficas.

Las causas principales que han llevado a esta situación al mochuelo común, han sido tres. El aumento de las carreteras y el tráfico rodado, ha exterminado a la especie en un radio considerable a sus zonas de tránsito.

La gestión ilegal e irracional que se hace en la mayoría de los cotos de España, al disparar a todo lo que vuela o corre. Hoy apenas se ve un mochuelo en un coto de caza social.

La utilización ilegal encubierta de ingeniería climática. Desde principios de los años ochenta del pasado siglo, el clima en todo el territorio nacional está manipulado con técnicas de ingeniería climática, que alteran el clima y destruyen la vida forestal y animal.


LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE V

 




domingo, 12 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE IV

 


Esta imagen, tan natural en España, de un ciudadano bajo una enorme encina centenaria de unos trescientos o cuatrocientos años de vida, si la observamos, nos puede contar muchas cosas.

El ambiente que había aquella mañana en el monte, cuando estaba amaneciendo, era de niebla, húmedo, templado. El canto de las totovías, de algún pinzón común o mirlo, se escuchaba oculto entre la niebla. El rastro del jabalí y algunos conejos que pastaban por las inmediaciones, aparentemente, era toda la vida que había por la zona.

Si observamos el majestuoso porte que tiene la encina, de unos doce metros de altura, veremos por su estructura, por la forma que tienen sus grandes ramas que salen del tronco, que es un árbol que ha sido guiado desde su juventud, para producir bellotas grandes de calidad, que alimentan a la ganadería o la caza mayor y menor. Sus ramas se han ido guiando cada veinte o treinta años, para que crezcan de forma horizontal y no vertical, como lo haría de forma natural.

Este tipo de silvicultura ancestral, que se lleva practicando en La Península Ibérica desde que llegaron los romanos, hace unos 2100 años, es una de las formas culturales donde se funden los hábitos de vida de una sociedad como es la ibérica, con el medio forestal donde ha evolucionado como sociedad, culturalmente y económicamente, sin destruir y sin influir de forma negativa en el medio ambiente.

La silvicultura mediterránea ha perdurado durante tanto tiempo en nuestro país, porque las personas que se encargaban de gestionar los montes, evolucionaron con ellos, aprendieron con ellos, generación tras generación. Haciendo las labores sin prisa, sólo con un objetivo, el de sacar la mayor producción a los árboles, sin causarles ningún daño durante su larga vida. Cuantos más siglos tiene un árbol del género Quercus, más grande es y más kilos de frutos produce.

Pero, en los últimos cuarenta años, la gestión forestal ya no se hace igual de bien que debía de realizarse. Las podas de las grandes encinas, alcornoques, quejigos y melojos ya no se hacen para guiarlos y que estos produzcan mas frutos. Se hacen sin ningún criterio técnico, muy mal y para sacarle una mayor producción leñera al árbol, que en la mayoría de los casos le cuesta la vida.

En la mayoría de los espacios forestales, que están dentro de los límites de los parques nacionales, naturales o de especial protección por algún motivo, que tienen como fin la protección y la regeneración de su flora en su estado natural, sus árboles se siguen podando cada cierto tiempo, de forma abusiva, sin ningún criterio técnico, incumpliendo las leyes y los planes rectores de uso y gestión de esos espacios naturales protegidos. No tiene ningún sentido técnico y económico, que se destinen fondos económicos públicos, para alterar el estado físico los árboles, si estos ya no producen para la ganadería. Se está tirando el dinero público y se está causando un daño irreparable a los árboles y a los espacios naturales protegidos.


miércoles, 8 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE III

 


La calidad ambiental, forestal, que tiene un monte, se ve reflejada en la cantidad y variedad de pájaros carpinteros que le habitan. Hoy es imposible saber que especies habitaban realmente nuestros montes mediterráneos, pues el patrimonio forestal que sobrevive, son pequeñas o grandes manchas muy alteradas, como consecuencia de la gestión que han tenido en los últimos doscientos años.

Las cuatro especies que habitan las manchas mediterráneas, están representadas por el pito real, el pico picapinos, el pico menor y el torcecuello. Los otros picos, el pito negro, el pico mediano y el pico dorsiblanco, no se tiene constancia de que habiten o interactúen en las ultimas zonas Ibéricas, donde el monte mediterráneo se funde con el monte atlántico.

Las cuatro especies que habitan en las últimas manchas mediterráneas, tiene su nicho ecológico. Pueden vivir sin ningún problema en quince hectáreas de monte, porque cada una se ha especializado en la alimentación y en la captura de sus presas.

El pito real se alimenta principalmente de hormigas, de casi todo tipo de insectos, bayas y frutos. El pico menor se alimenta de todo pido de insectos, sus puestas y larvas, que habitan en los árboles y arbustos. El torcecuello consume insectos variados, principalmente hormigas y sus puestas. El pico picapinos, como el que vemos en la imagen, se alimenta de todo pito de insectos que habitan en los árboles y arbustos, de inflorescencias, de los variados frutos que da el monte a lo largo del año, e incluso de huevos y crías de pequeños pájaros.

En los últimos veinte años, como consecuencia de la manipulación del clima con ingeniería climática, que está acabando con las últimas manchas mediterráneas, sólo hay una especie que está resistiendo a la extinción, debido a su amplio abanico para alimentarse. Todo el que visite hoy un espacio forestal, se va a dar cuenta de los escasos insectos que se ven, de los pocos pájaros que se escuchan, de como ha cambiado el monte, para mal, en los últimos veinte años. De la cantidad de árboles muertos que se ven, de como han desaparecido la mayoría de los arbustos.

Los productos con los que fumigan aviones y drones los cielos de España, todos los días del año, compuestos por aluminio, grafeno y tierras de diatomeas, principalmente, han eliminado casi por completo a los insectos. Algunas especies están a punto de extinguirse. A muy pocas les ha beneficiado, como al Cerambyx cerdo, que está “contribuyendo” gracias a la ingeniería climática, al exterminio de las últimas encinas, alcornoques y quejigos centenarios que quedan en España.

Una mancha mediterránea de doscientas hectáreas, de hace cincuenta años, donde el clima no estaba manipulado y llovía de forma regular durante todo el año, su ecología era natural. Abundaban los insectos, los árboles y arbustos fructificaban bien, las temperaturas eran las naturales. Los pájaros carpinteros tenían recursos naturales de sobra para alimentarse durante todo el año, el hábitat para nidificar y el ambiente para vivir y expandirse.


viernes, 3 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE II

 


Pasado el otoño, después de tres meses de bodas, los grandes ciervos se encierran en el monte espeso y desaparecen. Cuando cae la tarde, salen de sus encames a pastar en los claros. Al alba, vuelven a sus lugares secretos. Sólo durante estas horas, es posible verlos.

El ciervo es un animal territorial, que siente la querencia donde ha nacido, pues siempre vuelve a ella. Pero también es un espíritu libre, que necesita enormes zonas de monte, de miles de hectáreas, donde moverse durante la noche. Para localizar pastos, manantiales o cursos fluviales donde beber. Un ciervo puede alejarse para pastar o beber, diez kilómetros de la zona donde se encama.

En los últimos treinta años, la mayoría de las fincas dedicadas a la explotación comercial de la caza mayor, se han cerrado ilegalmente. Apropiándose ilegalmente de los caminos, las vías pecuarias y los cursos fluviales, todos ellos de titularidad pública. Impidiendo el libre tránsito de la fauna: ciervos, gamos, corzos, cabras monteses, jabalíes y lobos.

La Ley de Caza dice, que la propiedad de la fauna cinegética se obtiene cuando el animal se abate. Mientras está vivo, es libre, le ampara la legislación vigente. Los cotos de caza, legalmente están destinados a la producción natural de las especies cinegéticas, donde habita la mayoría de la fauna no cinegética del país, y a la organización de monterías reglamentadas y legalizadas, para abatir un número determinado de ejemplares. En ningún párrafo de La Ley de Caza dice, que el propietario de la finca se puede apropiar o impedir el libre tránsito de la fauna silvestre, mediante el cierre de esta.

El panorama de La España montaraz, auténtica, casi ha desaparecido. Hoy, Los Montes de Toledo y Sierra Morena, se han convertido casi en su totalidad, en un enorme parque cinegético. Ordenado por mallas que impiden el libre tránsito de la caza mayor; trazado por caminos, pistas y tiraderos, que llegan hasta las zonas más secretas de los montes, rompiendo las querencias de la fauna.

Con estas gestión han conseguido tres cosas. Desde la administración, al permitirlo ilegalmente y desde la propiedad, al cerrar el monte. Han conseguido casi el exterminio de dos especies emblemáticas de la fauna ibérica, únicas en el mundo, que eliminaban a los animales enfermos, con tuberculosis. El lince ibérico y el lobo ibérico, localizado al sur del Río Tajo. Han destruido por completo el paisaje del monte, al llenarlo alambradas, de pistas, caminos y tiraderos, para producir unos ciervos que ya no son libres, que son tan silvestres, como las cabras que guarda un pastor en el monte.


sábado, 28 de enero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE I

 


A lo largo del invierno, durante esas épocas en las que las borrascas boreales inciden sobre La Península Ibérica, causando olas de frío y temporales de nieve, numerosos pájaros que habitan en los pinares silvestres y en los montes atlánticos que cubren las montañas del Sistema Central, invernan o pasan largas temporadas en los encinares de las mesetas.

Los pequeños herrerillos capuchinos, carboneros garrapinos, trepadores azules, pinzones reales, zorzales, mirlos comunes, gavilanes... Se marchan de sus territorios naturales, no porque no soportan el frío, pues están adaptados por evolución para soportar todo tipo de inclemencias naturales. Se van, como consecuencia de la climatología adversa, al no poder encontrar alimento. Debido a sus pequeños cuerpos y su metabolismo, no pueden almacenar grasas para subsistir durante varios días, pues el frío activa sus cuerpos y quema en poco tiempo las pocas reservas que tienen. En consecuencia, si no se van rápido a otras latitudes más benignas, donde pueden encontrar alimento, sucumben.

En condiciones normales, un herrerillo capuchino puede soportar sin comer entre uno y dos días. Con temperaturas por debajo de los -5ºC, sin ningún recurso para alimentarse, muere en horas. Un gavilán, en condiciones normales puede aguantar sin alimentarse unos tres días. Con temperaturas por debajo de los -5ºC, con todo su territorio cubierto de nieve, donde faltan sus principales presas, los pequeños pájaros, o se va, o en dos días cae, dependiendo de las grasas que tenga acumuladas.


miércoles, 21 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE VI

 

El primer invierno, es para los jóvenes que nacieron en la primavera y el verano pasado, el periodo más difícil y más crítico de toda su vida. Dependiendo de como haya sido el otoño en abundancia de frutos y vengan el invierno, así será para todos los habitantes del monte.

Han tenido el final del verano y todo el otoño para aprender a cazar, a buscarse la vida, a esquivar los peligro y a ir conociendo el terreno, con un clima benigno.

El invierno es la estación más dura del año para todos los habitantes del monte, pues los recursos para alimentarse escasean. Los animales necesitan más cantidad de alimento, para mantener fuerte y caliente el cuerpo. Sólo los más fuertes y preparados, van a llegar a la primavera para formar una pareja y traer una nueva generación al monte.

Más del cincuenta por ciento de los jóvenes pito reales, como el que vemos en la fotografía, van a caer durante el otoño y el invierno. Por inexperiencia para pasar inadvertidos en el monte ante los depredadores, o por falta de experiencia para buscar los suficientes recursos, para alimentarse durante el invierno.


viernes, 9 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE IV

 


El mundo natural que hoy conocemos en España, está sujeto a la evolución que ha tenido en los últimos dos millones de años. Una evolución que va con el ritmo de las estaciones.

Para que la vida fluya y sea constante, se tienen que dar una serie de acontecimientos naturales previos. El clima tiene que desarrollarse de forma natural y regular durante todas las estaciones del año. Quiere esto decir, que para que la vida siga de forma regular en la primavera siguiente, durante el otoño y el invierno, las precipitaciones en forma de lluvia y de nieve tienen que ser regulares.

Las abundantes precipitaciones que se dan en forma de lluvia durante el otoño en el ecosistema mediterráneo, paran la sequía estival y cargan los acuíferos. Las precipitaciones que se dan en invierno en forma de lluvia y de nieve, recargan los acuíferos y llenan las fuentes y hacen correr los arroyos.

El agua que se almacena en las capas freáticas (acuíferos) y en las fisuras de las rocas (acuíferos aislados) van a mantener con vida a la flora durante los dos meses de verano, y van a hacer posible que esta fructifique durante la estación y el otoño. Van a mantener llenas las fuentes y los manantiales, para que la fauna siga habitando las manchas.

El agua que caiga en primavera, servirá para mantener el flujo de los arroyos y las fuentes, y para regar la vegetación. Pero no para recargar los acuíferos, arroyos y fuentes. Si estas recargas no se producen en otoño y en invierno, llegaremos a la primavera con un déficit hídrico, que va afectar de forma muy negativa a toda la vida del monte en los meses sucesivos.

La flora, por evolución, está capacitada para soportar de forma natural sin sufrir daños, durante uno o dos periodos, en los que las precipitaciones sean inferiores a las normales. En los años sucesivos, regulares, las condiciones naturales se restablecen y el monte no tiene ninguna merma.


martes, 6 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE III

 


La fauna que habita en los montes mediterráneos, ha evolucionado con ellos en los últimos dos millones de años. Cada especie tiene su nicho ecológico. Por evolución, tiene unos rasgos morfológicos definidos, un comportamiento y una forma de conseguir su alimentación.

La cadena de la vida del mote mediterráneo, está estructurada por la evolución que condiciona el clima, la situación geográfica y la flora.

Toda la comunidad del monte, se estructura en una pirámide ecológica. Desde la base, que son los productores primarios, hasta el último, que son los consumidores de los restos de los seres que han muerto.

Podríamos decir, a groso modo, que toda la comunidad forestal que forma el monte mediterráneo, formado principalmente por encinas, alcornoques, quejigos, acebuches, coscojas, madroños, cornicabras, fresnos, arces... sería la base de la pirámide ecológica. Los abundantes y variados insectos, como los saltamontes y las abejas; los herbívoros, como los conejos y los ciervos, serían el primer nivel. Las aves insectívoras, como la curruca carrasqueña y la abubilla; los fitófagos como la paloma torcaz y la perdiz, serían el segundo nivel. Los pequeños carnívoros, como la comadreja y la gineta; omnívoros, como la urraca y el lirón careto; las pequeñas rapaces como el gavilán y el cernícalo común, serían el tercer nivel. Los medianos carnívoros, como el zorro y las rapaces medianas, como el cárabo y el águila culebrera, serían el cuarto nivel. Los grandes carnívoros, como el lobo y el lince; omnívoros como el jabalí; las grandes rapaces, como el búho real y el águila imperial, serían el quinto nivel. Los que se alimentan de animales muertos o de los restos que dejan otros, como el alimoche, los buitres negros y leonados, serían el sexto nivel. Los que se alimentan de huesos, como el quebrantahuesos, serían el vértice de esa pirámide ecológica.

Cada nivel que acabamos de comentar, someramente, está especializado en unos hábitos que ha adquirido por evolución para obtener su alimento. Los azores, los linces, sólo consumen animales que han cazado ellos. El águila real o el lobo, consumen animales que capturan ellos o que encuentran muertos. El buitre negro y el buitre leonado, por la evolución en sus hábitos, sólo están capacitados para consumir animales muertos, que detectan gracias a los córvidos, milanos y alimoches.

El protocolo que siguen los grandes buitres en el mundo natural, para localizar a un animal muerto en el monte, es el mismo que ocurría hace quinientos mil años.

El animal muere por alguna circunstancia. En los próximos días le descubren los córvidos, los milanos y los alimoches, y consumen lo que pueden: los ojos, la lengua y algunas partes blandas. Ante esa algarabía que se forma en torno al animal muerto, los buitres pueden localizarle y van entrado a despezar y a consumir el cadáver. Los buitres leonados, son los primeros en abrir y consumir las vísceras y la carne. Los buitres negros se alimentan de la carne y de las partes duras. Al final, una vez abierto el cadáver por los buitres, los córvidos, el alimoche, los milanos, las águila reales... se alimentan. Cuando todos se van, sólo queda la piel y los huesos completamente limpios e inocuos. Listos para que entre el quebrantahuesos para alimentarse con ellos, si existe en la zona.


viernes, 2 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE II



Cada estación, proporciona al monte una serie de condiciones ambientales, para que las especies puedan habitar las diferentes zonas geográficas.

Cuando entra el invierno, la mayoría de los pájaros que han criado en los montes mediterráneos, localizados en las solanas de las altas montañas, ya se han marchado a sus cuarteles de invierno, localizados en las mesetas o en África. En estas zonas altas, batidas por los vientos y la nieve, pasan la mayor parte del invierno las cabras monteses ibéricas. Aquí no hay hielo, los vientos y las nieves castigan menos, y las temperaturas son más agradables que en las cumbres, donde sólo hay hielo. Las altas montañas son como un termómetro, si las temperaturas bajan y arrecian las nevadas, las cabras monteses y los demás habitantes de la montaña, llegan a bajar hasta en fondo del valle. Con la retirada de la nieve y el hielo en los días posteriores, van subiendo.

Las zonas del monte, donde la humedad y el frescor atraen a la fauna en primavera y verano, para habitar, criar o alimentarse, ahora, con las abundantes precipitaciones, acompañadas de bajas temperaturas, se quedan vacías de vida. A los pájaros y a los roedores no les hace mucha gracia el frío y la humedad. En estas zonas solitarias, invernan las chochas perdices. Aquí encuentran su alimento principal, las abundantes lombrices, y pasan desapercibidas entre las hojarascas y las matas.

Hay una especie, que debido a sus hábitos y las horas que tiene de actividad en el monte, pasa desapercibida. Es más fácil de detectar, debido a los rastros que deja, que de ver. Es tal la confianza que tiene en sus hábitos discretos, que muchas le han perdido el miedo al ser humano, y durante una época del año conviven con él.

Entre mediados de noviembre y abril, muchas garduñas dejan sus guaridas en el monte, y se van a vivir a casas habitadas por guardas, abandonadas o de pueblos, cuadras y graneros. En estas construcciones, pasan el invierno y traen al mundo una nueva generación. Alimentándose con los roedores que viven con el hombre o a sus expensas, saqueando los gallineros. Cuando la primavera se empieza a sentar en el monte y la vida se hace más agradable, vuelven a él.


domingo, 27 de noviembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE I

 


A finales de noviembre, el invierno ya se ha instalado en las sierras bajas y en las laderas de las montañas pobladas por el monte mediterráneo. La mayoría de los árboles caducifolios que pueblan este ecosistema, se han desprendido de sus hojas. Los quejigos y las cornicabras todavía mantienen algunas. Los montes, dependiendo de su situación geográfica y de las especies que los pueblan, van a cambiar su aspecto a lo largo de la estación.

El clima va a ser un factor determinante para las estaciones venideras, pues dependiendo de las precipitaciones en forma de lluvia o de nieve, los acuíferos se van a recargar completamente y van a descargar en las fuentes y en los arroyos que corren por las laderas y el fondo de los valles.

Las escarchas pintan de plata muchos amaneceres. Las nevadas regulares, transforman los paisajes de los montes durante días y los trasladan a otras épocas.

La fauna, dependiendo de como haya sido de abundante el otoño en frutos, aguanta en sus territorios durante toda la estación, excepto cuando las frías ventiscas azotan las laderas de los valles. Los pequeños mamíferos resisten en sus madrigueras, cubiertas de nieve. El resto de la fauna se desplaza durante unos días, hasta que la situación se regularice, aunque el suelo este cubierto de nieve.

La mayoría de la fauna está capacitada para buscar la comida, como los ciervos, los corzos y los conejos. O recurren a los frutos que han guardado o enterrado en otoño, como los arrendajos, las grajillas y los ratones. El zorro, la garduña, la jineta y la comadreja, suelen encontrar a alguien despistado cuando cae el día. Otros, como los pinzones, jilgueros, picogordos, escribanos, palomas torcaces, tienen que desplazarse a las zonas donde el suelo está libre de nieve.

Para los habitantes de la ciudad, la nieve y los paisajes que crea, únicos e irrepetibles en todo el año, les atrae, les gusta, porque no se imaginan lo duro que es vivir en un lugar así, con los recursos naturales que proporciona el monte.

El invierno, después de sus frías noches y pintados amaneceres, también tiene sus días soleados agradables, donde la vida parece que su multiplica por los montes, pues en muchas zonas todavía quedan bellotas y pequeños frutos que no han quemado las heladas.

El invierno mediterráneo suele venir de la mano del otoño con abundantes lluvias, que van a ir dando paso a regulares nevadas en las zonas medias, y grandes en las cumbres de las montañas. Y se va con abundantes precipitaciones y copiosas nevadas, de considerables espesores en las montañas.

Mientras todo esto sucede, los árboles, muy despacio, se van trasformando. La vida sigue latiendo. En muchos puntos de nuestros montes, siempre hay alguien que observa y vive la vida intensamente todos los días del año. Que grandes cronistas serían, si pudieran contar lo que ocurre en la vida del monte.

sábado, 19 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO IV

 


El cambio climático encubierto, artificial, que han creando con ingeniería climática desde los años ochenta en España, está ocasionando daños irreversibles en el patrimonio natural y la extinción de la ganadería extensiva.

Hace cuarenta años, el clima regular proporcionaba un régimen de lluvias a lo largo del año, que mantenía los montes y los pastos con los que se alimenta el ganado. Hacía correr los arroyos durante ocho meses y mantenía las fuentes llenas durante todo el año. Esto era lo normal en toda La Península Ibérica, hace tan solo cuarenta años.

Hoy, como consecuencia de la intervención del clima con ingeniería climática, con aviones o drones preparados, que fumigan los cielos de España todos los días del año, con productos patentados, que destruyen los frentes de nubes y las tormentas, bajo el nombre criminal “Cambio Climático”, en España ya no llueve ni la mitad que hace cuarenta años.

Los arroyos ya no corren ni en invierno, debido a las escasas precipitaciones que dejan caer. Los árboles y arbustos que pueblan nuestros montes, están tan débiles, como consecuencia de las sequías encadenas que han producido durante tantos años, casi no producen frutos. Los pastos, apenas duran cuatro o cinco meses verdes, los otoños que brotan.

Ante esta catástrofe ambiental, cultural, económica, que han creado con ingeniería climática, que están manteniendo para seguir engañando a la sociedad con la marca criminal “Cambio Climático”, hoy es imposible que una ganadería de beneficios y se pueda mantener.

Ahora, el ganadero tiene que llevar agua al ganado o llevar el agua hasta las fuentes, para que las reses no se mueran de sed. Le tiene que alimentar durante todo el año, pues con este clima manipulado, el campo apenas proporciona comida. Lo que antes era normal y daba satisfacciones y beneficios, en los últimos treinta años se ha convertido en costes, ruina, el doble de trabajo, ninguna satisfacción, la extinción de ganaderías, razas y la pérdida de un oficio cultural desde el neolítico, que año tras año se va muriendo en los campos de España. El de Ganadero.


Para más información sobre ingeniería climática, 
https://www.laluzdelmonte.com/2020/09/las-consecuencias-ambientales-sociales.html

lunes, 7 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO III

 

Las razas bovinas autóctonas ibéricas, han evolucionado con el clima, el medio ambiente y la geografía de La Península Ibérica. Están adaptadas a la geografía del terreno, a los cambios de estación, a los climas y al consumo de los diferentes recursos naturales que les proporciona el medio.

Estás razas han evolucionado en las diferentes zonas geográficas de la península. Sus cuerpos están adaptados a las zonas que habitan. Por evolución, sus órganos internos pueden sacar el máximo rendimiento nutritivo de los recursos naturales que consumen. Durante el invierno, consumen diferentes tipos de hierbas y de hojas. En la primavera, se alimentan de todos los recursos nuevos, con grado. En el verano, consumen los escasos frutos que aportan algunas especies, las hojas de árboles y arbustos, algunos pastos verdes y el pasto seco. En otoño vuelven los pastos, pero no alimentan igual que en la primavera, pues tienen menos grado, ya que el sol no calienta igual que en primavera. La mayoría árboles y arbustos proporcionan una cosecha grande de frutos, que proporcionan al ganado proteínas y vitaminas para afrontar el invierno.

Están adaptadas a los cambios de estación y a los climas. Por evolución, soportan sin ningún problema las cuatro estaciones del año y los cambios repentinos del clima. Las grandes nevadas o las olas de calor. A estas razas no hace falta vacunarlas para que no enfermen, pues ya tienen los anticuerpos por evolución.

La vaca y el toro bravo, hoy, por su condición natural, son el máximo exponente de una especie que vive en semilibertad. En un hábitat natural que le proporciona todos los recursos naturales para alimentarse a lo largo del año, sin pasar carestía. Que le proporciona refugio y resguardo en invierno cuando arrecia el frío, o en verano, cuando el sol y el calor se hacen insoportables.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO II

 

La forma de criar, de mantener el ganado en el monte en La Península Ibérica, comienza en el Neolítico, hace unos diez mil años.

En un principio, los clanes familiares seguían a las manadas de herbívoros para alimentarse de ellos. Posteriormente, comienzan a seleccionar las especies y los ejemplares más mansos, para el manejo y su cría.

A lo largo de esos diez mil años, los ganaderos han conocido las especies que crían. Como manejarlas, a seleccionarlas, como curar sus enfermedades, los pastos que mejor les van, la época del año más conveniente para que críen... Han seleccionado unas reses que pueden vivir el el monte durante todo el año, aprovechando los recursos naturales, sin coste alguno.

Hoy, las cosas han cambiado un poco. De aquellos legendarios pastores y vaqueros que llevaban las manadas y rebaños por las cañadas, hasta los pastos de invierno o de verano, sólo quedan los últimos.

Las grandes dehesas municipales, donde se perdía el ganado y comía hasta hartarse, sin competencia, se vendieron o se partieron en las desamortizaciones que se hicieron en el siglo XIX.

Las fincas privadas se han ido partiendo y sus usos han cambiado. El clima que hoy tenemos, no es natural, está manipulado con ingeniería climática, y no llueve de forma regular ni la mitad que lo hacía hace cuarenta años. En consecuencia, hoy el ganadero tiene que alimentar al ganado y llevarle agua.

La vaca y el toro bravo son un referente muy claro, de como una especie semisalvaje puede habitar en una zona geográfica con unas condiciones ambientales naturales, durante todo el año, sin que el ser humano interfiera en su alimentación, en su reproducción y en su saneamiento.

Hasta los años 50 del siglo veinte, el noventa por ciento del ganado que se criaba en La Península Ibérica, se alimentaba sólo con lo que producía el campo. Había fuentes por todas partes y los arroyos corrían. Se movían cientos de miles de cabezas por todas las vías pecuarias y apenas había enfermedades.

Hoy, no hay ni la mitad del ganado que había hace cincuenta años. Hay que vacunarle dos, tres, o cuatro veces al año. Hay que alimentarle durante todo el año, hay que llevarle agua casi todos los meses del año, pues el clima está manipulado con ingeniería climática y no llueve de forma regular, para que corran los arroyos, se recarguen los acuíferos que drenan las fuentes y el monte se regenere y produzca el alimento que necesita el ganado, para mantenerse de forma natural a lo largo del año. Como ha ocurrido durante diez mil años.


sábado, 29 de octubre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO I

 

La casta, es el origen natural de una especie de vaca y de toro bravo, con unos rasgos morfológicos y un comportamiento definido. Dentro de las castas hay estirpes, que han surgido como consecuencia de la intervención del hombre en la especie, en la casta originaria.

Las principales castas originales que existían en la Península Ibérica, hasta comienzos del siglo XX eran las siguientes: La Casta Navarra, enclavada principalmente en la ribera del Río Ebro, entre las provincias de Álava, Logroño, Navarra y Zaragoza. La Casta Castellana, localizada entre las provincias de Segovia y Valladolid. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, localizada entre las provincias de Madrid, Toledo y Ciudad Real. La Casta Cabrera, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz. La Casta Vistahermosa, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz.

De la Casta Navarra no se conocen estirpes definidas. Los Toros Castellanos de La Tierra de Pinares, se han extinguido a lo largo del siglo XX por los cruces realizados con ejemplares de Casta Vistahermosa. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, fueron exterminados durante la guerra civil, al encontrarse las ultimas ganaderías en zona republicana. La Casta Cabrera se extinguió durante el siglo XX, por los cruces realizados con otras castas. La ganadería de Miura, mantiene ejemplares que reúnen los rasgos morfológicos de esta casta.

Dentro de la Casta Vistahermosa hay dos troncos principales y muy diferentes. Los ejemplares que van por la línea del Barbero de Utrera, que son de capas coloradas y negras y unas hechuras definidas, y los que van por la línea Lesaca, que son de pelos negro y cárdenos, con unas hechuras definidas. De esta casta han surgido la mayoría de los toros y vacas que hoy pastan en los campos ibéricos.

De la rama del Barbero de Utrera han surgido las extirpes de Urcola, extinguida, y Parladé, la más extendida. De la rama de Lesaca han surgido las estirpes de Saltillo y Albaserrada. Del cruce de las dos ramas, han surgido las estirpes de Murube y Santa Coloma.

Hoy, la mayoría de las vacas y los toros bravos que vemos en el campo, mantienen sus orígenes naturales. Como los bisontes europeos que se salvaron de la extinción, que ahora se están introduciendo en algunos montes de España.


viernes, 21 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VII

 

Hoy, en estos tiempos “modernos”, absurdos, donde todo se encasilla o se etiqueta con un fin, nos encontramos en esta ocasión con una especie, que la han situado geográficamente en las montañas.

Hace tan sólo sesenta años, los grandes búhos reales habitaban en todos los montes ibéricos. Localizados en las llanuras, en las riberas de los ríos y en las sierras bajas.

Donde el monte mantenía unas condiciones ambientales saludables y abundaba la fauna, principalmente los conejos, el búho real era común. No así en las montañas, como nos cuentan ahora, donde siempre ha sido escaso, debido al clima y a la falta de su principal presa, el conejo.

Durante los años setenta, ochenta y noventa, desapareció de muchas zonas de nuestra geografía, como consecuencia de la mixomatosis, la neumonía hemorrágica vírica, la caza ilegal, el trazado de tendidos eléctricos de media tensión, el aumento de las licencias de caza, el expolio de nidos, etc

En muchas zonas geográficas, donde parecía que nunca iba a volver, pues su situación natural ha desaparecido o se ha transformado en otra, afortunadamente ha vuelto a criar. Con un montón de problemas por resolver, pero han vuelto.

Hoy, los búho reales se enfrentan a la manipulación climática, que les hace perder muchas puestas. A la propagación de la neumonía hemorrágica vírica, que ha exterminado los conejos de la mayoría de los montes. A la contaminación del territorio y de los acuíferos, donde sale la hierba que alimentan sus presas. A esos que salen al campo con una escopeta y una licencia de caza y disparan a especies protegidas por la ley. Todos los años mueren muchos búhos reales jóvenes en la media.

La vida pasa, las situaciones cambian. Pero las actitudes negativas de ciertos ciudadanos y la forma de gestionar de la administración, tan mal, hace imposible que esta especie que forma parte de nuestra cultura, que lo ha pasado tan mal, termine de ocupar su sitio.


domingo, 16 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VI

 


Octubre marca el otoño y el año venidero en los montes ibéricos. Es con marzo, el mes más lluviosos del año. Con sus abundantes precipitaciones se recargan los acuíferos, las fuentes y los arroyos vuelven a correr.

El ambiente está cargado de aires renovados. Es una estación que inicia, o acaba el ciclo natural del año. La vida que emerja ahora, se renovará el próximo otoño, o dentro de siglos, dependiendo de la vida de cada especie, animal o vegetal.

Ahora, todos los arbustos o pequeños árboles mediterráneos nobles, están cargados de frutos sabrosos. Moras, majoleras, endrinas, madroños, cornicabras, escaramujos, saúcos.

Cada día que pasa, se van sucediendo nuevos acontecimientos en la vida del monte. Los temporales de lluvia van a ser fundamentales para el buen desarrollo de estos.

Durante los meses de septiembre y octubre, van a pasar por los montes mediterráneos millones de aves procedentes de muchos lugares del continente europeo. Unos se irán a sus cuarteles de invernada en África y otros se quedarán en los numerosos espacios naturales de la península. Pequeños y medianos pájaros insectívoros, cambian ahora su alimentación, se hacen omnívoros para afrontar el otoño y el invierno. Palomas torcaces, zorzales, mirlos, rapaces, patos, garzas y grullas, van a ocupar el sitio de los que se van.

Los ciervos y los gamos están de bodas. A primeros de noviembre, en los montes altos de las montañas, comenzarán las cabras montesas.

En los nidos viejos de las urracas o en los huecos de los árboles, los lirones caretos ya han traído al mundo su segunda camada. En las junqueras o entre las zarzas, cubiertos de hierbas y hojas, los erizos están criando una nueva generación.

Con las continuas precipitaciones templadas, los anfibios han vuelto a la vida del monte. Sapos, gallipatos y algunos tritones, se les ve por muchos lugares donde no falta la humedad y el agua.

Los jóvenes que nacieron en primavera, en los lugares más secretos del monte, los podemos encontrar ahora en cualquier lugar. Cada día es muy importante para ellos, pues tienen el otoño y el invierno para sobrevivir y localizar un territorio sin dueño. Águilas imperiales, reales, linces, gatos monteses, zorros, ginetas, corzos, azores, ratoneros, milanos reales... Se están buscando la vida.

El otoño es una época que cosecha frutos y vida. Con un clima templado que riega el futuro de los montes. Cada amanecer y cada atardecer es diferente. Estemos donde estemos... El paisaje, la flora, la fauna y el ambiente que observemos, nos va satisfacer.


jueves, 13 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. V

El monte mediterráneo original, formado por encinas, quejigos, alcornoques, arces, coscojas, fresnos, madroños, cornicabras, sanguinos, pinos piñoneros, perales silvestres, pinos resineros, robles melojos, enebros, espinos blancos, sabinas, parras silvestres... También cambia su aspecto y sus tonos cuando llega el otoño.

Hoy, sólo podemos contemplar estos espectáculos naturales de luces y colores, en las últimas manchas mediterráneas que mantienen altas densidades de especies forestales. Donde la gestión forestal ha sido racional y acertada.

El clima y la geografía son los principales gestores naturales, que hacen posible que en una zona geográfica prosperen varias especies forestales, de árboles y arbustos, dependiendo de los suelos y sus niveles acuíferos.

Según el clima que impere en una zona, van a competir unas especies con otras y van a predominar en la zona. Los quejigos, por ley natural, exterminan a las encinas con su sombra en sus zonas de influencia.

Otras, dependiendo de las situaciones climáticas variables a lo largo del año, se van a ayudar en su regeneración natural, en su protección frente al clima y a las especies herbívoras. La encina y el enebro de la miera, se ayudan mutuamente a lo largo de su vida, dependiendo de quien este primero. Uno al otro le proporciona sombra en verano y cobijo en los inviernos fríos.

Todos, dependiendo de su situación en el espacio, se benefician del clima y los microclimas que proporciona el monte durante todo el año.


lunes, 10 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. IV

 

La primera vez que vi un trepador azul, fue a finales de los años 70 en una biblioteca. En un cuaderno de campo de Félix Rodríguez de La Fuente. Unos años después, los empecé a ver por los robledales y los pinares silvestres del alto Lozoya, por Pinilla del Valle y Rascafría, pues fuera del valle y de los altos montes del Sistema Central no habitaban.

El trepador azul es un habitante sedentario, típico de los montes atlánticos y de los pinares de montaña. Donde el clima es templado al final de la primavera, en verano y al comienzo del otoño, y lluvioso y frío el resto del año.

En los últimos veinte años, este pájaro se han expandido desde los altos bosques de las montañas del Sistema Central, hasta los montes mediterráneos y las riberas arboladas de ríos y arroyos de la campiña de Madrid, donde el clima es mucho más cálido y las precipitaciones son escasas que en la montaña.

¿Qué está ocurriendo en el clima, para que esta especie que vive en montes atlánticos de hoja caduca, donde se dan unas precipitaciones en torno a los 800-1200 mm anuales y unas temperaturas medias de 11ºC, esté colonizando montes mediterráneos esclerófilos, con unas precipitaciones irregulares en torno a los 250 mm anuales actuales, con olas de calor en verano, en las que el termómetro llega a marcar los 50ºC en las horas puntas, y sequías regulares provocadas con ingeniería climática?

La flora y la fauna son los bioindicadores naturales que viven en el medio natural con el clima. Viven y reaccionan según les condiciona el clima.

Si en la atmósfera hay más anhídrido carbónico y llueve más, los bosques se expanden. Es matemático y natural. Si la temperatura del planeta está bajando y el clima se hace más húmedo, llueve y nieva más. En consecuencia, la fauna de climas fríos y lluviosos se expande. Por estos motivos naturales, ya no hace falta ir a las montañas del Sistema Central para ver un trepador azul. Hoy los podemos ver criando en la casa de Campo de Madrid y en las riberas del Río Jarama y Manzanares.

Entonces... Si estos cambios naturales están ocurriendo desde hace unas tres décadas, como así nos lo indica la fauna ¿por qué no llueve de forma regular y natural en España? ¿Por qué los veranos comienzan en marzo y acaban a principios de noviembre? ¿Por qué se producen estas olas de calor con temperaturas por encima de los 45ºC? Porque en España están manipulando el clima durante todos los días del año con ingeniería climática.

El clima que estamos soportando en España, no es un cambio climático, como consecuencia de la utilización de combustibles fósiles durante los últimos cien años. Es un cambio climático artificial, criminal, generado con ingeniería climática. Impuesto por el gobierno de España para cumplir con una agenda globalista.


viernes, 7 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. III


Cuando se habla sobre la extinción de especies, generalmente se refiere a fauna. Las causas, su número, su situación geográfica... Un montón de datos para justificar su situación actual.

En los últimos quinientos años (principalmente en los últimos doscientos) España ha sufrido una transformación ambiental forestal feroz. La producción de leñas y de carbón vegetal para el consumo de pueblos, ciudades y la industria, taló a matarrasa durante estos siglos, cada 20-30 años, muchas zonas de nuestra geografía. En otras zonas se podaban los vuelos de los árboles, para mantener sus pies. En todas, se cortaban los árboles y arbustos que “no daban nada” o por la calidad de su madera, hasta exterminarlos. Otros iban desapareciendo al cambiar las condiciones ambientales, que proporcionaba el monte alto y toda su cobertura natural.

Las desamortizaciones y la venta de los montes públicos, gestionados por manos sabias durante siglos, donde cada zona geográfica forestal, tenía un aprovechamiento racional en cada estación del año. Estas dehesas, montes o manchas, al caer en manos privadas, dejaron de tener ese aprovechamiento racional que las había mantenido en óptimas condiciones ambientales. Pasaron a tener en la mayoría una gestión irracional desmesurada, o simplemente criminal, al talar a matarrasa todos los árboles que se habían mantenido hasta su desamortización, para recuperar de forma fácil y rápida lo invertido en la compra, con el beneplácito del gobierno y de las instituciones administrativas de la época. Todo esa propiedad y ese patrimonio forestal que pertenecía al estado, a la iglesia, a pueblos y ciudades, que se había mantenido en perfecto estado por la riqueza que creaba, los gobiernos del siglo XIX lo malvendieron a real.

Después de todo esto, poco ha llegado hasta nuestros días. Y de ese poco, son muchas las hectáreas que han ardido, se han deforestado, se han urbanizado legal o ilegalmente, se han transformado en montes abiertos o “mejorados”.

Para rematar y exterminar el poco patrimonio forestal que queda, el gobierno manipula nuestro clima con ingeniería climática. Ha creado un cambio climático artificial, que genera sequías durante el año y olas de calor durante la primavera, el verano y el otoño, que están matando los últimos montes por deshidratación.

La Península Ibérica mantiene el patrimonio forestal de monte mediterráneo, más importante de toda la cuenda del Mar Mediterráneo. Pero, que curioso, en todo ese patrimonio forestal, ya no es posible encontrar una mancha de doscientas hectáreas de monte original.

Esta imagen tan sugerente, que les puede parecer hasta exótica a muchos ciudadanos del centro de España, fue muy común en todos los montes mediterráneos de llanura y de la sierra, hasta hace sólo dos siglos. Los últimos madroños naturales que quedaban en el término municipal de Madrid, se localizaban en la década de mil novecientos ochenta en El Monte de El Pardo. La ingeniería climática los ha exterminado en treinta años, como está ocurriendo con los grandes alcornoques del cuartel de Valpalomero y de Las Lomas del Corcho.


martes, 4 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. II

Las setas y los hongos son los principales bioindicadores de la calidad climática del otoño. Si se presenta regular en su inicio, con tormentas en las que las precipitaciones son abundantes; seguidas de temporales de lluvias que llegan desde el Atlántico y atrasan las heladas; el monte mediterráneo explota en forma de vida por todas partes, como consecuencia de esa humedad ambiental y el calor que ha acumulado la tierra durante el verano.

Cada hongo y seta tiene su zona y su época en el otoño. En los prados y pastizales junto al río, abundaban las setas de cardo, los champiñones silvestres y las setas de pezón azul. En los arroyos y por los montes de robles, eran comunes los boletos y varios tipos de setas. En los pinares el rey era el níscalo, que se recolectaba por cestos debido a su abundancia, y algunos años los boletos.

Recuerdo aquellos otoños lluviosos y templados de los años ochenta en el valle alto del Río Lozoya, en Rascafría. Venían camiones frigoríficos para la compra y el transporte de las abundantes setas que se criaban en el valle.

En la década de los años noventa cerraron el grifo de las precipitaciones regulares, con la puesta en marcha de la ingeniería climática. Desde entonces las precipitaciones están manipuladas, se han hecho irregulares y muy escasas.

Hoy, los champiñones silvestres apenas salen en los prados. Las setas de cardo se han rarificado hasta tal punto, que en muchas zonas ya no salen. Algunas especies casi han desaparecido y otras se han rarificado. Hoy, te puedes tirar todo el día andando por el pinar sin ver un níscalo, cuando hace tan sólo cuatro décadas, salían por toneladas de estos pinares para los mercados.

Cuando se manipula el clima, las consecuencias ambientales se reflejan en el medio natural. En el medio rural que vive paralelo, en la economía, en la vida saludable de los ciudadanos.