La manipulación del tiempo meteorológico, del clima, con ingeniería climática, ha sido la causante de la pérdida de seis nidos esta primavera en Madrid.
Si el clima y las condiciones ambientales son naturales, el jabalí solo cría en primavera.
La luz y el calor del sol se filtran a través de todos esos productos criminales que fumigan en la atmósfera, desde aviones y drones, aumentando gradualmente la temperatura terrestre. Por eso ahora hace el mismo calor a las 12:00 de la mañana, que a las 19:00 de la tarde. Zona norte de Madrid. 1 de junio de 2025.
Las altas temperaturas que se dan durante la primavera y el comienzo del verano, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática, frenan en seco la reproducción de las aves insectívoras. El 99% de las que están incubando no van a ver los pollos. Y las que ya los tienen, van a perder todos o una parte, por las altas temperaturas o por falta de insectos.
En la imagen vemos un nido de ruiseñor común con dos huevos. Los padres abandonaron el nido el mismo día que comenzaron a alterar el clima, con temperaturas por encima de los 45ºC. Río Jarama, Madrid. 6 de junio de 2022.
El invierno pasado ha sido muy seco, como fue el comienzo de la primavera, hasta que se animaron las lluvias. Unas lluvias que no han sido regulares en el tiempo, que han caído a destiempo y en cortos periodos de tiempo.
Unas lluvias que no han recargado los secos acuíferos. Que apenas van a dar vida a los manantiales y las fuentes; a los árboles y arbustos durante la estación seca; a toda la fauna del monte, para que no desaparezca.
Si las fuentes y los manantiales de los montes se secan, como consecuencia de la manipulación del clima con ingeniería climática, a la fauna solo le queda una alternativa, desaparecer.
Nido de milano real ocupado por tres pollos. Dehesas del Cerro de San Pedro, Madrid. 1 de junio de 2018.
El nido que vemos, este año tubo huevos, pero no nacieron los pollos. Como en la mayoría de los nidos perdidos. Montes mediterráneos del centro de Madrid. 19 de junio de 2025.
El alcaudón real era una especie común en la mayor parte de la geografía ibérica. En los últimos treinta y cinco años, debido a la utilización encubierta de la ingeniería climática, está en regresión en todo el territorio nacional. Sierra de La Cabrera, Madrid. 2 de junio de 2025.
Esta pareja, debido a la abundancia y variedad de presas que hay en su territorio, suele sacar dos pollos la temporada que cría. Valle del Lozoya, Madrid. 2 de junio de 2025.
En los últimos veinticinco años, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática, las temperaturas se disparan en los montes, los arroyos y los manantiales se secan y el calor es insoportable para la vida. Las oropéndolas se van a mediados de julio, ya no aguantan hasta los primeros días de septiembre.
Las hembras son fuertes y duras ante las inclemencias meteorológicas naturales, pero no pueden aguantar las granizadas que caen de improviso, con granizos del tamaño de un huevo de paloma. O las lluvias torrenciales que caen de improviso durante veinte minutos, como consecuencia de las fumigaciones que ejecutan desde aviones y drones con yoduro de plata. Sierra de La Cabrera, Madrid. 2 de junio de 2025.
Para los grandes mamíferos como los ciervos, la alteración del clima durante las estaciones y los años que viven, se traduce en malestar ambiental, falta de pastos y enfermedades crónicas.
La primavera de 2025 ya es historia. En ella han ocurrido una serie de acontecimientos naturales de todo tipo. También han ocurrido una serie de acontecimientos climáticos criminales, como consecuencia de la alteración del tiempo meteorológico, del clima, desde La Agencia Estatal de Meteorología, bajo la dirección del Ministerio de Medio Ambiente. En este pequeño artículo vamos a tocar someramente algunos de ellos, ocurridos en el centro de España.
El clima es el factor principal que incide y condiciona el transcurso natural de la primavera en las diferentes zonas geográficas. Si viene regular desde el final del invierno, con las precipitaciones y las temperaturas que marcan marzo, abril, mayo y junio, tendremos una primavera mediterránea y atlántica espléndida. Llena de vida por todas partes.
Si viene alterada por la ingeniería climática, como las últimas 45 pasadas, la vida se va a ver muy mermada, pues la flora de los montes no se va a desarrollar con esa fuerza natural que la caracteriza.
La fauna no se va a reproducir como debe. Muchas parejas no van a iniciar la cría; muchas van a perder las puestas y crías; las pocas “que van a tener éxito” sólo van a hacer una cría, en la que algún pollo o cachorro va a sucumbir durante la crianza.
Esta primavera, aunque ha llovido algo más que las últimas 24 pasadas, ha estado manipulada y alterada con ingeniería climática, por la Agencia Estatal de Meteorología.
Hemos visto en las fotografías de los satélites, como se destruían las borrascas Atlánticas que llegaban a las costas de Portugal, o entraban en La Península Ibérica. Como fumigaban los cielos de España, de Madrid, durante toda la estación. Como incidían en el tiempo meteorológico, en el clima, para que se alternaran periodos cálidos y fríos muy marcados; periodos de lluvias torrenciales, de 10-20 minutos, con fuertes vientos; granizadas torrenciales, con granizos que rompían los cristales de los coches y arrasaban cultivos; el cese de las lluvias y el aumento súbito de las temperaturas, con olas de calor por encima de los 40ºC, como consecuencia de los productos criminales que fumigan para cubrir la atmósfera y crear el efecto invernadero. Productos criminales como las tierras de diatomeas y el fosfuro de aluminio, que afectan a la salud de las personas, con consecuencias muy graves en las vías respiratorias, los pulmones y las arterias.
La vegetación y la fauna que ha evolucionado en España en los últimos dos millones de años, en sus diferentes regiones geográficas, entienden, conviven y soportan el clima en sus cuatro estaciones. Por eso saben en que periodos pueden criar y en que zonas, emigrar, desplazarse de una zonas a otras, estibar, invernar, hacer acopio de alimentos...
Pero, la flora y la fauna no están preparadas para la intervención y la manipulación del clima, que se está ejecutando en los últimos cuarenta y cinco años.
Los árboles que pueblan los montes, no pueden protegerse ante una helada artificial improvista, originada en un periodo corto de tiempo, como consecuencia de la eliminación de las nubes con ingeniería climática, que cubren el cielo y templan las temperaturas. O protegerse ante temperaturas súbitas de 40ºC y 52ºC, que se dan desde el mes de junio hasta entrado octubre, como consecuencia de la manipulación del clima.
Las grandes rapaces y las cigüeñas que crían en las copas de los árboles, las cornisas rocosas y los tejados de los edificios, sin ninguna protección, no pueden prever cuando van a ejecutar una granizada con ingeniería climática, que las va hacer perder las puestas o los pollos.
Las aves insectívoras pueden prever cuando les va a favorecer un periodo climático dentro de su territorio, para comenzar a hacer el nido y poner un número de huevos. Lo que no pueden prever, es que cambien de improviso las condiciones meteorológicas. Suban las temperaturas 15ºC por encima de la media o por debajo. Impidiendo a los padres seguir con la reproducción, perdiendo las puestas por las altas o bajas temperaturas, o los pollos por las olas de calor y la falta de insectos.
La fauna entiende y sabe interpretar el clima venidero, las condiciones ambientales en las que van a desarrollar su vida en el próximo periodo. Ha evolucionado para ello. Lo que no entiende ni sabe, es como van a alterar el clima el Ministerio de Medio Ambiente y La Agencia Estatal de Meteorología durante ese periodo. Por este motivo se han perdido esta primavera, como en las últimas, muchos nidos de águila imperial ibérica, de águila real, de águila culebrera, de cigüeña blanca y negra, de azor, de gavilán, de milano real, de búho real, de millones de aves insectívoras...
No hay comentarios:
Publicar un comentario