La alteración del tiempo meteorológico, del clima, con ingeniería climática, está teniendo una serie de consecuencias graves y criminales en la flora, en los montes, en las dehesas.
Las continuas sequías anuales que La Agencia Estatal de Meteorología de España está provocando con ingeniería climática, y las olas de calor que está provocando anualmente, desde el mes de febrero hasta entrado noviembre, están afectando muy gravemente a la flora de nuestros montes y dehesas.
Los árboles y arbustos están padeciendo estrés hídrico y desnutrición durante la mayor parte del año, como consecuencia de la falta de lluvias y el aumento de las temperaturas.
Vamos a ver las consecuencias de la ingeniería climática que están ejecutando desde 1980. Las consecuencias catastróficas que están padeciendo los montes de España, muchos de ellos protegidos como parques nacionales y naturales; las dehesas donde se cría la mayor parte de la ganadería de calidad de Europa; la situación de los árboles de los parques urbanos.
Los árboles y arbustos se alimentan cuando realizan la fotosíntesis con la luz del sol.
Mediante este proceso fabrican su propio alimento. Absorben el agua y los nutrientes que aporta la tierra por las raíces. Esta mezcla se llama sabia bruta.
La sabia bruta va desde la raíz al tallo, donde se distribuye hasta llegar a las hojas.
Las hojas captan el dióxido de carbono y la luz solar. Con la sabia bruta, la luz del sol y el dióxido de carbono, se realiza la fotosíntesis. Proceso por el que la sabia bruta se convierte en sabia elaborada y se distribuye por el resto de la planta. Es en ese momento cuando se libera el oxígeno.
Gracias a la fotosíntesis se limpia el aire, disminuye el anhídrido carbónico y aumenta el oxigeno.
¿Qué ocurre cuando en primavera, en verano y al comienzo del otoño se altera el clima con ingeniería climática, y se dan temperaturas artificiales por encima de los 38ºC durante nueve horas diarias y varios días seguidos?
Pues que se invierte el ciclo de la fotosíntesis. Con una serie de consecuencias criminales para los árboles y arbustos de nuestros montes, el patrimonio natural y la salud de las personas.
Cuando se invierte el ciclo de la fotosíntesis, como consecuencia de las altas temperaturas provocadas por la ejecución de la ingeniería climática durante días, los árboles y arbustos no se alimenta de forma correcta.
Al sentir las altas temperaturas y la falta de agua, los árboles no realizan la fotosíntesis. Exhalan el anhídrido carbónico y consumen todo el oxígeno, para hidratarse.
El Ministerio de Medio Ambiente, La Agencia Estatal de Meteorología, El Ministerio de Agricultura, El Presidente del Gobierno, son los organismos oficiales, criminales, que están vendiendo a la sociedad el cuento sobre el cambio climático, por el aumento del anhídrido carbónico en la atmósfera.
Son los que están alterando e invirtiendo el flujo de la fotosíntesis en la flora de España, al ejecutar las continuas campañas de ingeniería climática, aumentando el anhídrido carbónico en la atmósfera.
Si un árbol no se alimenta bien durante los periodos secos y cálidos por falta de agua o porque se invierte el flujo de anhídrido carbónico en la fotosíntesis, no va a crear madera saludable, de calidad, que le va a mantener fuerte frente a los vientos, las nevadas, las sequías y su propio peso. No va a estar hidratado y fuerte frente a los incendios. No va a producir frutos, y los pocos que va ha producir, no van a ser de calidad.
Va a padecer una muerte prolongada, como consecuencia del estrés hídrico por falta de agua; el debilitamiento acusado durante años; el ataque de insectos y bacterias, la muerte final.
La alteración y manipulación del clima, está originando una serie de consecuencias criminales y catastróficas en la flora de muchas zonas de la geografía de España.
Está exterminando los últimos vestigios forestales que sobreviven en los montes. En esas manchas donde las condiciones ambientales naturales casi han desaparecido, como consecuencia de la manipulación del clima.
Donde los veranos comienzan en el mes de febrero y terminan en el mes de noviembre. Donde los arroyos apenas corren, y las fuentes que todavía fluyen, están la mayor parte del año secas.
En estos montes o dehesas, en los últimos veinticinco o treinta y cinco años, han desaparecido o se están extinguiendo los últimos madroños, los arces de montpellier, los acebuches, los sanguinos, los labiérnagos, los quejigos, los endrinos, los olmos, los fresnos mediterráneos, los alcornoques, los castaños, los robles melojos, las hayas...
Con la manipulación del clima ciertas especies de insectos se disparan, se hacen más abundantes, afectando a ciertas especies forestales que se hacen más vulnerables ante la disminución de las precipitaciones y el aumento de las temperaturas.
La grafiosis del olmo llegó a España en la década de 1930, causando una devastadora mortandad de olmos a partir de los años 80. El hongo causante de la enfermedad es transmitido por escarabajos escolítidos.
A mediados de los 80 la enfermedad había matado a la mayoría de los olmos ibéricos, transformando el paisaje y afectando a la biodiversidad.
En 1980 el Cerambyx cerdo estaba protegido en toda España por su escasez. De 1990 a 2000 el Cerambyx cerdo dispara su población en las dehesas y montes de Andalucía y Extremadura.
En la actualidad este escarabajo se ha convertido en una plaga en los encinares, quejigales y robledales, como consecuencia de la utilización encubierta de la ingeniería climática. Las altas temperaturas y las sequías prolongadas le han favorecido.
Este escarabajo, venido de la mano de la ingeniería climática, está causando graves daños en las dehesas.
De 2000 a 2010 comenzamos a sentir los casos de un chinche procedente de América, que destruye las piñas de los pinos piñoneros. Un chinche denominado Leptoglossus occidentalis (Heteroptera Coreidae).
Este pequeño chinche, venido de la mano de la ingeniería climática, está causando la ruina del sector del piñón en España. El mejor piñón del mundo.
De 2010 a 2020 comenzó a sentirse la plaga que afecta a los castaños ibéricos, la avispilla del castaño (Dryocosmus kuriphilus). Este insecto, originario de China, provoca la formación de agallas en los brotes de los castaños, debilitando los árboles y reduciendo la producción de castañas.
La ingeniería climática o geoingeniería, está al servicio de criminales que alteran el clima con unos fines ambientales, comerciales, sociales y saludables. Habría que preguntar al gobierno de España, con que fines está utilizando esta arma de guerra.
Las especies forestales están sufriendo sequías encadenadas a los largo de los años, con continuas olas de calor durante las cuatro estaciones, desde la década de los ochenta del pasado siglo.
Cuando llega el verano, los árboles y arbustos está prácticamente deshidratados, apenas se pueden defender ante un incendio, y más si este es provocado durante los días más secos y calurosos del verano. “Otro avance más” que nos ha traído para la humanidad la ejecución de la ingeniería climática.
Con la manipulación del clima, los montes no regeneran ejemplares nuevos. Los pequeños brinzales de robles, encinas, hayas, fresnos, quejigos, alcornoques, que nacen al comienzo de la primavera, mueren deshidratados al comienzo del verano, por falta de humedad en el suelo, de lluvias y continuas olas de calor.
Los montes ibéricos llevan cuatro décadas sin regenerarse de forma natural.
La evaporación que se produce con el aumento de las temperaturas y las olas de calor, hace imposible que un pequeño árbol de diez centímetros y veinte de raíz, sobreviva a estos veranos, con un sol que abrasa, con temperaturas diarias por encima de los 40ºC.
La situación actual de la mayoría de los árboles de nuestros montes es dramática, catastrófica, criminal. Imágenes de fresnos, encinas, alcornoques, quejigos, arces de montpellier, chopos, robles y hayas, moribundos, muertos y abatidos.
Por este motivo, desde hace tres décadas, en los montes públicos se cortan y se quintan de la vistas todos esos árboles centenarios “que han muerto de forma súbita”, como consecuencia de la ejecución criminal de la ingeniería climática. Para que los ciudadanos no los vean, puedan percibir la situación y sacar conclusiones.
Una práctica que ejecuta muy aceleradamente la administración. Que está prohibida en nuestros montes, en nuestros espacios naturales protegidos, pues en estos árboles muertos habita una fauna considerable.
En su madera muerta, podrida con el tiempo, habitan muchos insectos característicos, de los que se alimentan ciertas aves y mamíferos protegidos por la ley.
La ingeniería climática criminal que se está ejecutando en España desde 1980, está exterminando a los olmos, los fresnos, las encinas, los alcornoques, los quejigos, los madroños, los castaños, los robles, las hayas... Está exterminando a nuestro Patrimonio Natural.
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