Los últimos kilómetros que
recorre el Río Manzanares hasta su unión con el Río Jarama, transcurren por un soto con altos cantiles de yesos, poblados de pinares de pino carrasco, coscojares y
espartales, y por variados
árboles y arbustos de ribera. En estos ambientes habita una fauna característica, variada
y muy interesante. Por todo ello, estos parajes están catalogados como Zona de Especial Protección para las Aves y
como Parque Regional del Sureste. Hoy vamos a dar un paseo por algunas de sus
sendas...
La primera vez que visité
esta zona, a finales de los años 80, dos cosas me llamaron mucho la atención y se me quedaron
grabadas. Los grandes cortados de yesos, que surgen en la llanura junto a los ríos. La cantidad de nidos de cigüeñas blancas que había en todos los
tendidos eléctricos, de media y alta tensión.
En el cabezal de un tendido de media tensión, la pareja de cigüeñas blancas lleva criando dos temporadas. El macho vigila y observa el panorama... La hembra calienta a los pollos el interior del nido.
En el cabezal de un tendido de media tensión, la pareja de cigüeñas blancas lleva criando dos temporadas. El macho vigila y observa el panorama... La hembra calienta a los pollos el interior del nido.
El paso continuado del
Río Manzanares durante miles de años, ha formado un valle con cantiles
yesíferos, poblado por un soto de árboles y arbustos variados...
Por la orilla del río va
una garceta blanca... A la pesca y captura de peces, anfibios, culebras o insectos
lacustres. Casi todo le gusta.
Este año, debido a las
regulares lluvias y temperaturas, la primavera ha llegado con sus
fechas a los variados árboles y arbustos del soto. El ambiente forestal, dentro
de la normalidad, es impresionante, si lo comparamos con las últimas cuatro
primaveras pasadas.
Entre las espadañas y otras plantas que pueblan la orilla, va una gallineta buscando alguien o algo con lo que alimentarse... No se le escapa nada a la vista y todo lo
palpa con su pico.
En las escasas zonas del
soto, donde las máquinas excavadoras no entraron con sus palas en los años setenta, para extraer la
arena y la graba para construir bloques de pisos en Madrid, habitan notables ejemplares de fresno.
Al pasar por un charco grande, se
mueven pequeños seres vivos del tamaño de un botón... Son minúsculos sapos corredores, que
están y han pasado la metamorfosis. Los hay fuera del agua sin cola, en la
orilla con patas y cola, y dentro del agua sin patas.
En un manantial que drena a una laguna, observo a varios pájaros bebiendo y bañándose...
El pequeño herrerillo común, de elegantes colores, es uno de ellos.
Estos ambientes
naturales, muy humanizados por el hombre, ven llegar la primavera otro año más. Una
época que todo lo renueva...
Hace 80-81 años, esta zona fue una de las líneas de
combate más sangrientas de la guerra civil.
En un recodo de la
orilla, monta la guardia una garza real que nació el año pasado. Cualquier pez
de tamaño pequeño o medio, rana, culebra o roedor, no escapará a su aguada vista y
certero arpón.
Metido en la orilla,
junto a varios fresnos considerables, me detengo un instante junto a un álamo negro de
notable tamaño. Un ejemplar difícil de encontrar en nuestros días.
De los años cincuenta a los ochenta, cientos de ejemplares como este y más grandes, cayeron bajo las palas de las máquinas excavadoras, en las graveras que se establecieron en los ríos de Madrid.
De los años cincuenta a los ochenta, cientos de ejemplares como este y más grandes, cayeron bajo las palas de las máquinas excavadoras, en las graveras que se establecieron en los ríos de Madrid.
A lo largo de la
mañana, el vuelo y el zureo de las palomas torcaces se deja notar por todo el
soto...
Arropados por el bosque
de ribera, los cantiles de yesos guardan y esconden a algunos de los habitantes
que viven aquí. Por el día, a los halcones comunes, cernícalos comunes, milanos
negros, chovas piquirrojas, roqueros solitarios... Por la noche, a los búhos
reales, zorros, ginetas, garduñas, tejones...
Durante la primavera, el
verano y el inicio del otoño, son comunes por el cielo del soto los vuelos de
los milanos negros.
Estamos en una de las pocas zonas del mundo, donde estos milanos hacen sus nidos en las rocas.
Estamos en una de las pocas zonas del mundo, donde estos milanos hacen sus nidos en las rocas.
Al ser un parque
natural, cuando mueren los viejos árboles no se talan, se mantienen en el lugar. Insectos, pequeños y
medianos mamíferos, reptiles, murciélagos, anfibios y aves,
habitan y crían en estos árboles muertos.
Un pico picapinos va
recorriendo el tronco de un sauce... Captura larvas de insectos que habitan
entre la corteza.
En la fotografía, podemos interpretar el paisaje histórico que tubo la zona antes de que la
alterase la gestión del hombre.
El Río Manzanares ha formado un valle entre paredones de yesos, donde habita un soto forestal
poblado por álamos, olmos, fresnos, alisos, sauces, majuelos, zarzas,
rosales silvestres...
Vemos los cortados de yesos,
algunos con treinta metros de caída.
En el techo de los cantiles habita una flora
impuesta por la gestión del hombre: espartales y pinos carrascos repoblados. Con un clima que se ha establecido, como consecuencia de la extinción del
bosque autóctono, compuesto por pinos carrascos, encinas,
quejigos, coscojas, enebros de la miera, majuelos, romeros....
En la rama alta de un
sauce que vuela sobre el río, el pájaro moscón está terminando de construir su
curioso y elaborado nido. Con lana de las ovejas que pastan por el río y pelusa de los chopos
y sauces. En unos días entrará su compañera a poner los
huevos.
Algunas zonas, como la
que vemos en la fotografía, son el resultado de las acertadas repoblaciones que se están haciendo por todo el parque regional.
Debido a la abundancia
de vegetación y la protección de la fauna, el conejo de monte es abundante en
toda la zona. Al amanecer y al atardecer, se ven en abundancia pastando en las áreas abiertas.
Gracias a la gestión que
están teniendo los ríos de Madrid en los últimos cuarenta años, con el
funcionamiento de las plantas depuradoras en todos sus municipios, los ríos han
vuelto a tener una calidad ambiental bastante aceptable.
El Manzanares que vemos en la imagen, se ve más transparente, más verde y huele mejor.
El Manzanares que vemos en la imagen, se ve más transparente, más verde y huele mejor.
La focha recorre y
defiende esta parte de la orilla del río... Entre la vegetación se encuentra su
compañera incubando los huevos en el nido.
Ahora, las
inflorescencias que sueltan los chopos para expandir sus semillas lo cubren
todo...
En los últimos años,
debido a la calidad ambiental que vuelven a tener las riberas bajas de los ríos, muchas parejas de papamoscas gris se quedan a criar. La gran mayoría
lo hace en los bosques de las montañas del Sistema Central.
Más caudaloso y
más turbio, debido a los sedimentos que baja, llega el Río Jarama a la junta de
los dos ríos. En este punto, el Manzanares cede sus aguas al Jarama.
Por la orilla, medio
oculto entre las espadañas y las cañas, nada un macho de porrón común. Un pato
que se ha hecho notable en la zona, como consecuencia de la recuperación de los dos ríos.
Bellisimo reportaje !!! Que gran satisfacción de ver la enorme recuperación de lo que hasta hace unos años recordaba como una autentica cloaca a cielo abierto... Es increible la mejora que se observa en todo el ecosistema. La vega del Manzanares esta espectacular. Jamas me hubiera imaginado, que algun dia mis ojos llegaran a ver el fondo del manzanares. La ultima vez que estuve por la zona de la Perales del Rio, y la Presa del Rey, el rio era un torrente inerte de espumas y aguas negrisimas que me dejo tan desolado que no he buelto desde el 2005....
ResponderEliminarUn saludo !!!
El progreso impuesto por el hombre en la naturaleza, supone la utilización, la eliminación de los recursos naturales y la contaminación del medio. Pero también existe un progreso, una ética y un compromiso con la vida, con la calidad de vida, que está para corregir los impactos ambientales producidos por ese progreso, las medidas correctoras, la ley y el compromiso de hacer los proyectos correctamente... Afortunadamente, para esta maravillosa zona natural, la desidia está desapareciendo y está llegando el compromiso de hacer, de hacer bien las cosas, de corregir los grandes errores cometidos, de pensar en la Vida, en el presente y en el futuro...
ResponderEliminarUn saludo Roberto.