domingo, 18 de mayo de 2025

EXPOSICIÓN, LA DEHESA VIEJA DE MADRID. 500 AÑOS DESPUÉS. 2 PARTE


Las avutardas han habitado regularmente las tierras de labor del término municipal de San Sebastián de los Reyes. En el año 2009 se censaron siete hembras y tres machos, que criaron unos quince pollos. En 2010 crió la última pareja. Crió los dos pollos que vemos.





En los años setenta se sembraban algarrobas, veza, alfalfa, garbanzos, girasoles, avena, centeno, melonares... En el siglo XVIII y XIX se localizaban parte de los reales viñedos. En 1960 había más de trescientas hectáreas de viñas por todo el término.

Hoy, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática, las precipitaciones se ha reducido a la mitad. Sólo se siembran dos tipos de cereales, alterados genéticamente, trigo y cebada.





Hace unos setenta años que no se veían muestras de lobo por el término de San Sebastián de los Reyes. En los últimos cinco años anda una pareja por el término. Las huellas que vemos, las marcó un lobo en un reguero localizado dentro del territorio de lo que fue La Dehesa Vieja de Madrid, en la primavera de 2024.




Las abundantes lluvias regulares de la primavera, el sol y las temperaturas templadas, despiertan a todas las especies vegetales del campo. Ya lo dice el refrán, “mayo entrado, un jardín en cada prado”. En ciertas zonas habitan especies mu curiosas por sus formas y colores. No todas las amapolas son iguales.




En las últimas décadas, como consecuencia de la abundancia de conejos que hay en los arroyos, regueros y cirates, el zorro es común en la zona.




En los últimos veinticinco años el ratonero común ha ocupado la mayor parte del término municipal, como consecuencia de la prohibición de la caza y el aumento de los conejos fuera de los montes.




En esta época del año, cientos de pequeños conejos corretean por los arroyos y los regueros.




Imagen de San Sebastián de los Reyes. Estado actual de lo que fue La Dehesa Vieja de Madrid.

Laureano Montero García hace referencia de esta dehesa en su Crónica de San Sebastián de los Reyes. Pueblo de la Provincia de Madrid. Publicada en 1892. En el IV Centenario de la Fundación de San Sebastián de los Reyes.

Cita en su crónica, que “Las leñas para el consumo escasean bastante, pues hoy únicamente pueden extraerse de La Dehesa Nueva, única que ha quedado para el común de los vecinos, pues la llamada Dehesa Vieja y todo lo demás perteneciente a los propios, ha sido vendido por el Estado”

En cuanto al clima dice, “El cielo es en extremo puro y sereno. Su temperatura es variada por el efecto de las nieves que en invierno cubren las sierras cercanas, y haber desaparecido el monte o dehesa que le rodeaba, que tanto le favorecía.”





A veces, muy pocas, las circunstancias proporcionan que una pareja de águilas imperiales ibéricas adultas, se instale y construya el nido en uno los dos únicos árboles que hay en medio de la extensa estepa cerealista, y críe dos pollos.




El día 24 de agosto de 1992 se hizo esta fotografía. Quinientos años después de la fundación del lugar de San Sebastián de los Reyes en La Dehesa Vieja de Madrid. Unos ciento veinticinco años después de que El Estado desamortizara la dehesa y la vendiera por lotes.

Los cinco mojones que se fotografiaron esa tarde, pues dos han sido expoliados, presentan escrituras de distintas épocas.




Dice la copla de los pueblos por los que pasa El Río Jarama, “...que en San Sebastián pastores y en Alcobendas las damas; en Fuencarral belloteros y en Tetuán cortesanas; y en Madrid los chulos finos, que beben y no pagan nada”.




La luz cálida de la tarde de julio, nos muestra un ambiente típico de la campiña de Madrid. Una imagen que se ha ido borrando del ambiente natural, cultural, en los últimos treinta años.




Los saltamontes son los invertebrados más abundantes de los espacios abiertos cultivados. Son el principal alimento de la mayoría de las especies que habitan estos parajes. Desde el zorro, el lagarto ocelado, el cernícalo común, la perdiz, la cogujada...




En estos ambientes de eriales, rastrojeras y barbechos, no faltan las perdices rojas españolas. Un ave montaraz, brava, noble, que evolucionó en el monte mediterráneo.




Esto es lo que queda de El Pilar de Abajo, o Caño Gordo. Una fuente de aguas mineromedicinales que construyeron los primeros habitantes de San Sebastián de los Reyes, para abastecerse de agua, regar las huertas y para que bebiera el ganado.




La abubilla, o cuquillo, como se la conoce en San Sebastián de los Reyes, siempre ha sido un ave común en su término. En los años sesenta criaba en los agujeros de las casas y las tapias de las afueras del pueblo.

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