Esta es la situación en la que ha quedado el monte, después de cincuenta años de regeneración. Antes de llegar a esta situación, hay que tratar de que no suceda.
Ejemplar de castaño con unos mil años de vida, casi consumido por uno de los incendios intencionados, a finales de los años setenta del pasado siglo en La Sierra de Gredos. A pesar de su aspecto, sus restos siguen creando vida (hojas) todas las primaveras. Pero, este bosque no volverá a ser nunca lo que fue, con estos árboles monumentales.
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