miércoles, 21 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE VI

 

El primer invierno, es para los jóvenes que nacieron en la primavera y el verano pasado, el periodo más difícil y más crítico de toda su vida. Dependiendo de como haya sido el otoño en abundancia de frutos y vengan el invierno, así será para todos los habitantes del monte.

Han tenido el final del verano y todo el otoño para aprender a cazar, a buscarse la vida, a esquivar los peligro y a ir conociendo el terreno, con un clima benigno.

El invierno es la estación más dura del año para todos los habitantes del monte, pues los recursos para alimentarse escasean. Los animales necesitan más cantidad de alimento, para mantener fuerte y caliente el cuerpo. Sólo los más fuertes y preparados, van a llegar a la primavera para formar una pareja y traer una nueva generación al monte.

Más del cincuenta por ciento de los jóvenes pito reales, como el que vemos en la fotografía, van a caer durante el otoño y el invierno. Por inexperiencia para pasar inadvertidos en el monte ante los depredadores, o por falta de experiencia para buscar los suficientes recursos, para alimentarse durante el invierno.


viernes, 9 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE IV

 


El mundo natural que hoy conocemos en España, está sujeto a la evolución que ha tenido en los últimos dos millones de años. Una evolución que va con el ritmo de las estaciones.

Para que la vida fluya y sea constante, se tienen que dar una serie de acontecimientos naturales previos. El clima tiene que desarrollarse de forma natural y regular durante todas las estaciones del año. Quiere esto decir, que para que la vida siga de forma regular en la primavera siguiente, durante el otoño y el invierno, las precipitaciones en forma de lluvia y de nieve tienen que ser regulares.

Las abundantes precipitaciones que se dan en forma de lluvia durante el otoño en el ecosistema mediterráneo, paran la sequía estival y cargan los acuíferos. Las precipitaciones que se dan en invierno en forma de lluvia y de nieve, recargan los acuíferos y llenan las fuentes y hacen correr los arroyos.

El agua que se almacena en las capas freáticas (acuíferos) y en las fisuras de las rocas (acuíferos aislados) van a mantener con vida a la flora durante los dos meses de verano, y van a hacer posible que esta fructifique durante la estación y el otoño. Van a mantener llenas las fuentes y los manantiales, para que la fauna siga habitando las manchas.

El agua que caiga en primavera, servirá para mantener el flujo de los arroyos y las fuentes, y para regar la vegetación. Pero no para recargar los acuíferos, arroyos y fuentes. Si estas recargas no se producen en otoño y en invierno, llegaremos a la primavera con un déficit hídrico, que va afectar de forma muy negativa a toda la vida del monte en los meses sucesivos.

La flora, por evolución, está capacitada para soportar de forma natural sin sufrir daños, durante uno o dos periodos, en los que las precipitaciones sean inferiores a las normales. En los años sucesivos, regulares, las condiciones naturales se restablecen y el monte no tiene ninguna merma.


martes, 6 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE III

 


La fauna que habita en los montes mediterráneos, ha evolucionado con ellos en los últimos dos millones de años. Cada especie tiene su nicho ecológico. Por evolución, tiene unos rasgos morfológicos definidos, un comportamiento y una forma de conseguir su alimentación.

La cadena de la vida del mote mediterráneo, está estructurada por la evolución que condiciona el clima, la situación geográfica y la flora.

Toda la comunidad del monte, se estructura en una pirámide ecológica. Desde la base, que son los productores primarios, hasta el último, que son los consumidores de los restos de los seres que han muerto.

Podríamos decir, a groso modo, que toda la comunidad forestal que forma el monte mediterráneo, formado principalmente por encinas, alcornoques, quejigos, acebuches, coscojas, madroños, cornicabras, fresnos, arces... sería la base de la pirámide ecológica. Los abundantes y variados insectos, como los saltamontes y las abejas; los herbívoros, como los conejos y los ciervos, serían el primer nivel. Las aves insectívoras, como la curruca carrasqueña y la abubilla; los fitófagos como la paloma torcaz y la perdiz, serían el segundo nivel. Los pequeños carnívoros, como la comadreja y la gineta; omnívoros, como la urraca y el lirón careto; las pequeñas rapaces como el gavilán y el cernícalo común, serían el tercer nivel. Los medianos carnívoros, como el zorro y las rapaces medianas, como el cárabo y el águila culebrera, serían el cuarto nivel. Los grandes carnívoros, como el lobo y el lince; omnívoros como el jabalí; las grandes rapaces, como el búho real y el águila imperial, serían el quinto nivel. Los que se alimentan de animales muertos o de los restos que dejan otros, como el alimoche, los buitres negros y leonados, serían el sexto nivel. Los que se alimentan de huesos, como el quebrantahuesos, serían el vértice de esa pirámide ecológica.

Cada nivel que acabamos de comentar, someramente, está especializado en unos hábitos que ha adquirido por evolución para obtener su alimento. Los azores, los linces, sólo consumen animales que han cazado ellos. El águila real o el lobo, consumen animales que capturan ellos o que encuentran muertos. El buitre negro y el buitre leonado, por la evolución en sus hábitos, sólo están capacitados para consumir animales muertos, que detectan gracias a los córvidos, milanos y alimoches.

El protocolo que siguen los grandes buitres en el mundo natural, para localizar a un animal muerto en el monte, es el mismo que ocurría hace quinientos mil años.

El animal muere por alguna circunstancia. En los próximos días le descubren los córvidos, los milanos y los alimoches, y consumen lo que pueden: los ojos, la lengua y algunas partes blandas. Ante esa algarabía que se forma en torno al animal muerto, los buitres pueden localizarle y van entrado a despezar y a consumir el cadáver. Los buitres leonados, son los primeros en abrir y consumir las vísceras y la carne. Los buitres negros se alimentan de la carne y de las partes duras. Al final, una vez abierto el cadáver por los buitres, los córvidos, el alimoche, los milanos, las águila reales... se alimentan. Cuando todos se van, sólo queda la piel y los huesos completamente limpios e inocuos. Listos para que entre el quebrantahuesos para alimentarse con ellos, si existe en la zona.


viernes, 2 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE II



Cada estación, proporciona al monte una serie de condiciones ambientales, para que las especies puedan habitar las diferentes zonas geográficas.

Cuando entra el invierno, la mayoría de los pájaros que han criado en los montes mediterráneos, localizados en las solanas de las altas montañas, ya se han marchado a sus cuarteles de invierno, localizados en las mesetas o en África. En estas zonas altas, batidas por los vientos y la nieve, pasan la mayor parte del invierno las cabras monteses ibéricas. Aquí no hay hielo, los vientos y las nieves castigan menos, y las temperaturas son más agradables que en las cumbres, donde sólo hay hielo. Las altas montañas son como un termómetro, si las temperaturas bajan y arrecian las nevadas, las cabras monteses y los demás habitantes de la montaña, llegan a bajar hasta en fondo del valle. Con la retirada de la nieve y el hielo en los días posteriores, van subiendo.

Las zonas del monte, donde la humedad y el frescor atraen a la fauna en primavera y verano, para habitar, criar o alimentarse, ahora, con las abundantes precipitaciones, acompañadas de bajas temperaturas, se quedan vacías de vida. A los pájaros y a los roedores no les hace mucha gracia el frío y la humedad. En estas zonas solitarias, invernan las chochas perdices. Aquí encuentran su alimento principal, las abundantes lombrices, y pasan desapercibidas entre las hojarascas y las matas.

Hay una especie, que debido a sus hábitos y las horas que tiene de actividad en el monte, pasa desapercibida. Es más fácil de detectar, debido a los rastros que deja, que de ver. Es tal la confianza que tiene en sus hábitos discretos, que muchas le han perdido el miedo al ser humano, y durante una época del año conviven con él.

Entre mediados de noviembre y abril, muchas garduñas dejan sus guaridas en el monte, y se van a vivir a casas habitadas por guardas, abandonadas o de pueblos, cuadras y graneros. En estas construcciones, pasan el invierno y traen al mundo una nueva generación. Alimentándose con los roedores que viven con el hombre o a sus expensas, saqueando los gallineros. Cuando la primavera se empieza a sentar en el monte y la vida se hace más agradable, vuelven a él.


domingo, 27 de noviembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE I

 


A finales de noviembre, el invierno ya se ha instalado en las sierras bajas y en las laderas de las montañas pobladas por el monte mediterráneo. La mayoría de los árboles caducifolios que pueblan este ecosistema, se han desprendido de sus hojas. Los quejigos y las cornicabras todavía mantienen algunas. Los montes, dependiendo de su situación geográfica y de las especies que los pueblan, van a cambiar su aspecto a lo largo de la estación.

El clima va a ser un factor determinante para las estaciones venideras, pues dependiendo de las precipitaciones en forma de lluvia o de nieve, los acuíferos se van a recargar completamente y van a descargar en las fuentes y en los arroyos que corren por las laderas y el fondo de los valles.

Las escarchas pintan de plata muchos amaneceres. Las nevadas regulares, transforman los paisajes de los montes durante días y los trasladan a otras épocas.

La fauna, dependiendo de como haya sido de abundante el otoño en frutos, aguanta en sus territorios durante toda la estación, excepto cuando las frías ventiscas azotan las laderas de los valles. Los pequeños mamíferos resisten en sus madrigueras, cubiertas de nieve. El resto de la fauna se desplaza durante unos días, hasta que la situación se regularice, aunque el suelo este cubierto de nieve.

La mayoría de la fauna está capacitada para buscar la comida, como los ciervos, los corzos y los conejos. O recurren a los frutos que han guardado o enterrado en otoño, como los arrendajos, las grajillas y los ratones. El zorro, la garduña, la jineta y la comadreja, suelen encontrar a alguien despistado cuando cae el día. Otros, como los pinzones, jilgueros, picogordos, escribanos, palomas torcaces, tienen que desplazarse a las zonas donde el suelo está libre de nieve.

Para los habitantes de la ciudad, la nieve y los paisajes que crea, únicos e irrepetibles en todo el año, les atrae, les gusta, porque no se imaginan lo duro que es vivir en un lugar así, con los recursos naturales que proporciona el monte.

El invierno, después de sus frías noches y pintados amaneceres, también tiene sus días soleados agradables, donde la vida parece que su multiplica por los montes, pues en muchas zonas todavía quedan bellotas y pequeños frutos que no han quemado las heladas.

El invierno mediterráneo suele venir de la mano del otoño con abundantes lluvias, que van a ir dando paso a regulares nevadas en las zonas medias, y grandes en las cumbres de las montañas. Y se va con abundantes precipitaciones y copiosas nevadas, de considerables espesores en las montañas.

Mientras todo esto sucede, los árboles, muy despacio, se van trasformando. La vida sigue latiendo. En muchos puntos de nuestros montes, siempre hay alguien que observa y vive la vida intensamente todos los días del año. Que grandes cronistas serían, si pudieran contar lo que ocurre en la vida del monte.

sábado, 19 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO IV

 


El cambio climático encubierto, artificial, que han creando con ingeniería climática desde los años ochenta en España, está ocasionando daños irreversibles en el patrimonio natural y la extinción de la ganadería extensiva.

Hace cuarenta años, el clima regular proporcionaba un régimen de lluvias a lo largo del año, que mantenía los montes y los pastos con los que se alimenta el ganado. Hacía correr los arroyos durante ocho meses y mantenía las fuentes llenas durante todo el año. Esto era lo normal en toda La Península Ibérica, hace tan solo cuarenta años.

Hoy, como consecuencia de la intervención del clima con ingeniería climática, con aviones o drones preparados, que fumigan los cielos de España todos los días del año, con productos patentados, que destruyen los frentes de nubes y las tormentas, bajo el nombre criminal “Cambio Climático”, en España ya no llueve ni la mitad que hace cuarenta años.

Los arroyos ya no corren ni en invierno, debido a las escasas precipitaciones que dejan caer. Los árboles y arbustos que pueblan nuestros montes, están tan débiles, como consecuencia de las sequías encadenas que han producido durante tantos años, casi no producen frutos. Los pastos, apenas duran cuatro o cinco meses verdes, los otoños que brotan.

Ante esta catástrofe ambiental, cultural, económica, que han creado con ingeniería climática, que están manteniendo para seguir engañando a la sociedad con la marca criminal “Cambio Climático”, hoy es imposible que una ganadería de beneficios y se pueda mantener.

Ahora, el ganadero tiene que llevar agua al ganado o llevar el agua hasta las fuentes, para que las reses no se mueran de sed. Le tiene que alimentar durante todo el año, pues con este clima manipulado, el campo apenas proporciona comida. Lo que antes era normal y daba satisfacciones y beneficios, en los últimos treinta años se ha convertido en costes, ruina, el doble de trabajo, ninguna satisfacción, la extinción de ganaderías, razas y la pérdida de un oficio cultural desde el neolítico, que año tras año se va muriendo en los campos de España. El de Ganadero.


Para más información sobre ingeniería climática, 
https://www.laluzdelmonte.com/2020/09/las-consecuencias-ambientales-sociales.html

lunes, 7 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO III

 

Las razas bovinas autóctonas ibéricas, han evolucionado con el clima, el medio ambiente y la geografía de La Península Ibérica. Están adaptadas a la geografía del terreno, a los cambios de estación, a los climas y al consumo de los diferentes recursos naturales que les proporciona el medio.

Estás razas han evolucionado en las diferentes zonas geográficas de la península. Sus cuerpos están adaptados a las zonas que habitan. Por evolución, sus órganos internos pueden sacar el máximo rendimiento nutritivo de los recursos naturales que consumen. Durante el invierno, consumen diferentes tipos de hierbas y de hojas. En la primavera, se alimentan de todos los recursos nuevos, con grado. En el verano, consumen los escasos frutos que aportan algunas especies, las hojas de árboles y arbustos, algunos pastos verdes y el pasto seco. En otoño vuelven los pastos, pero no alimentan igual que en la primavera, pues tienen menos grado, ya que el sol no calienta igual que en primavera. La mayoría árboles y arbustos proporcionan una cosecha grande de frutos, que proporcionan al ganado proteínas y vitaminas para afrontar el invierno.

Están adaptadas a los cambios de estación y a los climas. Por evolución, soportan sin ningún problema las cuatro estaciones del año y los cambios repentinos del clima. Las grandes nevadas o las olas de calor. A estas razas no hace falta vacunarlas para que no enfermen, pues ya tienen los anticuerpos por evolución.

La vaca y el toro bravo, hoy, por su condición natural, son el máximo exponente de una especie que vive en semilibertad. En un hábitat natural que le proporciona todos los recursos naturales para alimentarse a lo largo del año, sin pasar carestía. Que le proporciona refugio y resguardo en invierno cuando arrecia el frío, o en verano, cuando el sol y el calor se hacen insoportables.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO II

 

La forma de criar, de mantener el ganado en el monte en La Península Ibérica, comienza en el Neolítico, hace unos diez mil años.

En un principio, los clanes familiares seguían a las manadas de herbívoros para alimentarse de ellos. Posteriormente, comienzan a seleccionar las especies y los ejemplares más mansos, para el manejo y su cría.

A lo largo de esos diez mil años, los ganaderos han conocido las especies que crían. Como manejarlas, a seleccionarlas, como curar sus enfermedades, los pastos que mejor les van, la época del año más conveniente para que críen... Han seleccionado unas reses que pueden vivir el el monte durante todo el año, aprovechando los recursos naturales, sin coste alguno.

Hoy, las cosas han cambiado un poco. De aquellos legendarios pastores y vaqueros que llevaban las manadas y rebaños por las cañadas, hasta los pastos de invierno o de verano, sólo quedan los últimos.

Las grandes dehesas municipales, donde se perdía el ganado y comía hasta hartarse, sin competencia, se vendieron o se partieron en las desamortizaciones que se hicieron en el siglo XIX.

Las fincas privadas se han ido partiendo y sus usos han cambiado. El clima que hoy tenemos, no es natural, está manipulado con ingeniería climática, y no llueve de forma regular ni la mitad que lo hacía hace cuarenta años. En consecuencia, hoy el ganadero tiene que alimentar al ganado y llevarle agua.

La vaca y el toro bravo son un referente muy claro, de como una especie semisalvaje puede habitar en una zona geográfica con unas condiciones ambientales naturales, durante todo el año, sin que el ser humano interfiera en su alimentación, en su reproducción y en su saneamiento.

Hasta los años 50 del siglo veinte, el noventa por ciento del ganado que se criaba en La Península Ibérica, se alimentaba sólo con lo que producía el campo. Había fuentes por todas partes y los arroyos corrían. Se movían cientos de miles de cabezas por todas las vías pecuarias y apenas había enfermedades.

Hoy, no hay ni la mitad del ganado que había hace cincuenta años. Hay que vacunarle dos, tres, o cuatro veces al año. Hay que alimentarle durante todo el año, hay que llevarle agua casi todos los meses del año, pues el clima está manipulado con ingeniería climática y no llueve de forma regular, para que corran los arroyos, se recarguen los acuíferos que drenan las fuentes y el monte se regenere y produzca el alimento que necesita el ganado, para mantenerse de forma natural a lo largo del año. Como ha ocurrido durante diez mil años.


sábado, 29 de octubre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO I

 

La casta, es el origen natural de una especie de vaca y de toro bravo, con unos rasgos morfológicos y un comportamiento definido. Dentro de las castas hay estirpes, que han surgido como consecuencia de la intervención del hombre en la especie, en la casta originaria.

Las principales castas originales que existían en la Península Ibérica, hasta comienzos del siglo XX eran las siguientes: La Casta Navarra, enclavada principalmente en la ribera del Río Ebro, entre las provincias de Álava, Logroño, Navarra y Zaragoza. La Casta Castellana, localizada entre las provincias de Segovia y Valladolid. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, localizada entre las provincias de Madrid, Toledo y Ciudad Real. La Casta Cabrera, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz. La Casta Vistahermosa, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz.

De la Casta Navarra no se conocen estirpes definidas. Los Toros Castellanos de La Tierra de Pinares, se han extinguido a lo largo del siglo XX por los cruces realizados con ejemplares de Casta Vistahermosa. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, fueron exterminados durante la guerra civil, al encontrarse las ultimas ganaderías en zona republicana. La Casta Cabrera se extinguió durante el siglo XX, por los cruces realizados con otras castas. La ganadería de Miura, mantiene ejemplares que reúnen los rasgos morfológicos de esta casta.

Dentro de la Casta Vistahermosa hay dos troncos principales y muy diferentes. Los ejemplares que van por la línea del Barbero de Utrera, que son de capas coloradas y negras y unas hechuras definidas, y los que van por la línea Lesaca, que son de pelos negro y cárdenos, con unas hechuras definidas. De esta casta han surgido la mayoría de los toros y vacas que hoy pastan en los campos ibéricos.

De la rama del Barbero de Utrera han surgido las extirpes de Urcola, extinguida, y Parladé, la más extendida. De la rama de Lesaca han surgido las estirpes de Saltillo y Albaserrada. Del cruce de las dos ramas, han surgido las estirpes de Murube y Santa Coloma.

Hoy, la mayoría de las vacas y los toros bravos que vemos en el campo, mantienen sus orígenes naturales. Como los bisontes europeos que se salvaron de la extinción, que ahora se están introduciendo en algunos montes de España.


viernes, 21 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VII

 

Hoy, en estos tiempos “modernos”, absurdos, donde todo se encasilla o se etiqueta con un fin, nos encontramos en esta ocasión con una especie, que la han situado geográficamente en las montañas.

Hace tan sólo sesenta años, los grandes búhos reales habitaban en todos los montes ibéricos. Localizados en las llanuras, en las riberas de los ríos y en las sierras bajas.

Donde el monte mantenía unas condiciones ambientales saludables y abundaba la fauna, principalmente los conejos, el búho real era común. No así en las montañas, como nos cuentan ahora, donde siempre ha sido escaso, debido al clima y a la falta de su principal presa, el conejo.

Durante los años setenta, ochenta y noventa, desapareció de muchas zonas de nuestra geografía, como consecuencia de la mixomatosis, la neumonía hemorrágica vírica, la caza ilegal, el trazado de tendidos eléctricos de media tensión, el aumento de las licencias de caza, el expolio de nidos, etc

En muchas zonas geográficas, donde parecía que nunca iba a volver, pues su situación natural ha desaparecido o se ha transformado en otra, afortunadamente ha vuelto a criar. Con un montón de problemas por resolver, pero han vuelto.

Hoy, los búho reales se enfrentan a la manipulación climática, que les hace perder muchas puestas. A la propagación de la neumonía hemorrágica vírica, que ha exterminado los conejos de la mayoría de los montes. A la contaminación del territorio y de los acuíferos, donde sale la hierba que alimentan sus presas. A esos que salen al campo con una escopeta y una licencia de caza y disparan a especies protegidas por la ley. Todos los años mueren muchos búhos reales jóvenes en la media.

La vida pasa, las situaciones cambian. Pero las actitudes negativas de ciertos ciudadanos y la forma de gestionar de la administración, tan mal, hace imposible que esta especie que forma parte de nuestra cultura, que lo ha pasado tan mal, termine de ocupar su sitio.


domingo, 16 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VI

 


Octubre marca el otoño y el año venidero en los montes ibéricos. Es con marzo, el mes más lluviosos del año. Con sus abundantes precipitaciones se recargan los acuíferos, las fuentes y los arroyos vuelven a correr.

El ambiente está cargado de aires renovados. Es una estación que inicia, o acaba el ciclo natural del año. La vida que emerja ahora, se renovará el próximo otoño, o dentro de siglos, dependiendo de la vida de cada especie, animal o vegetal.

Ahora, todos los arbustos o pequeños árboles mediterráneos nobles, están cargados de frutos sabrosos. Moras, majoleras, endrinas, madroños, cornicabras, escaramujos, saúcos.

Cada día que pasa, se van sucediendo nuevos acontecimientos en la vida del monte. Los temporales de lluvia van a ser fundamentales para el buen desarrollo de estos.

Durante los meses de septiembre y octubre, van a pasar por los montes mediterráneos millones de aves procedentes de muchos lugares del continente europeo. Unos se irán a sus cuarteles de invernada en África y otros se quedarán en los numerosos espacios naturales de la península. Pequeños y medianos pájaros insectívoros, cambian ahora su alimentación, se hacen omnívoros para afrontar el otoño y el invierno. Palomas torcaces, zorzales, mirlos, rapaces, patos, garzas y grullas, van a ocupar el sitio de los que se van.

Los ciervos y los gamos están de bodas. A primeros de noviembre, en los montes altos de las montañas, comenzarán las cabras montesas.

En los nidos viejos de las urracas o en los huecos de los árboles, los lirones caretos ya han traído al mundo su segunda camada. En las junqueras o entre las zarzas, cubiertos de hierbas y hojas, los erizos están criando una nueva generación.

Con las continuas precipitaciones templadas, los anfibios han vuelto a la vida del monte. Sapos, gallipatos y algunos tritones, se les ve por muchos lugares donde no falta la humedad y el agua.

Los jóvenes que nacieron en primavera, en los lugares más secretos del monte, los podemos encontrar ahora en cualquier lugar. Cada día es muy importante para ellos, pues tienen el otoño y el invierno para sobrevivir y localizar un territorio sin dueño. Águilas imperiales, reales, linces, gatos monteses, zorros, ginetas, corzos, azores, ratoneros, milanos reales... Se están buscando la vida.

El otoño es una época que cosecha frutos y vida. Con un clima templado que riega el futuro de los montes. Cada amanecer y cada atardecer es diferente. Estemos donde estemos... El paisaje, la flora, la fauna y el ambiente que observemos, nos va satisfacer.


jueves, 13 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. V

El monte mediterráneo original, formado por encinas, quejigos, alcornoques, arces, coscojas, fresnos, madroños, cornicabras, sanguinos, pinos piñoneros, perales silvestres, pinos resineros, robles melojos, enebros, espinos blancos, sabinas, parras silvestres... También cambia su aspecto y sus tonos cuando llega el otoño.

Hoy, sólo podemos contemplar estos espectáculos naturales de luces y colores, en las últimas manchas mediterráneas que mantienen altas densidades de especies forestales. Donde la gestión forestal ha sido racional y acertada.

El clima y la geografía son los principales gestores naturales, que hacen posible que en una zona geográfica prosperen varias especies forestales, de árboles y arbustos, dependiendo de los suelos y sus niveles acuíferos.

Según el clima que impere en una zona, van a competir unas especies con otras y van a predominar en la zona. Los quejigos, por ley natural, exterminan a las encinas con su sombra en sus zonas de influencia.

Otras, dependiendo de las situaciones climáticas variables a lo largo del año, se van a ayudar en su regeneración natural, en su protección frente al clima y a las especies herbívoras. La encina y el enebro de la miera, se ayudan mutuamente a lo largo de su vida, dependiendo de quien este primero. Uno al otro le proporciona sombra en verano y cobijo en los inviernos fríos.

Todos, dependiendo de su situación en el espacio, se benefician del clima y los microclimas que proporciona el monte durante todo el año.


lunes, 10 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. IV

 

La primera vez que vi un trepador azul, fue a finales de los años 70 en una biblioteca. En un cuaderno de campo de Félix Rodríguez de La Fuente. Unos años después, los empecé a ver por los robledales y los pinares silvestres del alto Lozoya, por Pinilla del Valle y Rascafría, pues fuera del valle y de los altos montes del Sistema Central no habitaban.

El trepador azul es un habitante sedentario, típico de los montes atlánticos y de los pinares de montaña. Donde el clima es templado al final de la primavera, en verano y al comienzo del otoño, y lluvioso y frío el resto del año.

En los últimos veinte años, este pájaro se han expandido desde los altos bosques de las montañas del Sistema Central, hasta los montes mediterráneos y las riberas arboladas de ríos y arroyos de la campiña de Madrid, donde el clima es mucho más cálido y las precipitaciones son escasas que en la montaña.

¿Qué está ocurriendo en el clima, para que esta especie que vive en montes atlánticos de hoja caduca, donde se dan unas precipitaciones en torno a los 800-1200 mm anuales y unas temperaturas medias de 11ºC, esté colonizando montes mediterráneos esclerófilos, con unas precipitaciones irregulares en torno a los 250 mm anuales actuales, con olas de calor en verano, en las que el termómetro llega a marcar los 50ºC en las horas puntas, y sequías regulares provocadas con ingeniería climática?

La flora y la fauna son los bioindicadores naturales que viven en el medio natural con el clima. Viven y reaccionan según les condiciona el clima.

Si en la atmósfera hay más anhídrido carbónico y llueve más, los bosques se expanden. Es matemático y natural. Si la temperatura del planeta está bajando y el clima se hace más húmedo, llueve y nieva más. En consecuencia, la fauna de climas fríos y lluviosos se expande. Por estos motivos naturales, ya no hace falta ir a las montañas del Sistema Central para ver un trepador azul. Hoy los podemos ver criando en la casa de Campo de Madrid y en las riberas del Río Jarama y Manzanares.

Entonces... Si estos cambios naturales están ocurriendo desde hace unas tres décadas, como así nos lo indica la fauna ¿por qué no llueve de forma regular y natural en España? ¿Por qué los veranos comienzan en marzo y acaban a principios de noviembre? ¿Por qué se producen estas olas de calor con temperaturas por encima de los 45ºC? Porque en España están manipulando el clima durante todos los días del año con ingeniería climática.

El clima que estamos soportando en España, no es un cambio climático, como consecuencia de la utilización de combustibles fósiles durante los últimos cien años. Es un cambio climático artificial, criminal, generado con ingeniería climática. Impuesto por el gobierno de España para cumplir con una agenda globalista.


viernes, 7 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. III


Cuando se habla sobre la extinción de especies, generalmente se refiere a fauna. Las causas, su número, su situación geográfica... Un montón de datos para justificar su situación actual.

En los últimos quinientos años (principalmente en los últimos doscientos) España ha sufrido una transformación ambiental forestal feroz. La producción de leñas y de carbón vegetal para el consumo de pueblos, ciudades y la industria, taló a matarrasa durante estos siglos, cada 20-30 años, muchas zonas de nuestra geografía. En otras zonas se podaban los vuelos de los árboles, para mantener sus pies. En todas, se cortaban los árboles y arbustos que “no daban nada” o por la calidad de su madera, hasta exterminarlos. Otros iban desapareciendo al cambiar las condiciones ambientales, que proporcionaba el monte alto y toda su cobertura natural.

Las desamortizaciones y la venta de los montes públicos, gestionados por manos sabias durante siglos, donde cada zona geográfica forestal, tenía un aprovechamiento racional en cada estación del año. Estas dehesas, montes o manchas, al caer en manos privadas, dejaron de tener ese aprovechamiento racional que las había mantenido en óptimas condiciones ambientales. Pasaron a tener en la mayoría una gestión irracional desmesurada, o simplemente criminal, al talar a matarrasa todos los árboles que se habían mantenido hasta su desamortización, para recuperar de forma fácil y rápida lo invertido en la compra, con el beneplácito del gobierno y de las instituciones administrativas de la época. Todo esa propiedad y ese patrimonio forestal que pertenecía al estado, a la iglesia, a pueblos y ciudades, que se había mantenido en perfecto estado por la riqueza que creaba, los gobiernos del siglo XIX lo malvendieron a real.

Después de todo esto, poco ha llegado hasta nuestros días. Y de ese poco, son muchas las hectáreas que han ardido, se han deforestado, se han urbanizado legal o ilegalmente, se han transformado en montes abiertos o “mejorados”.

Para rematar y exterminar el poco patrimonio forestal que queda, el gobierno manipula nuestro clima con ingeniería climática. Ha creado un cambio climático artificial, que genera sequías durante el año y olas de calor durante la primavera, el verano y el otoño, que están matando los últimos montes por deshidratación.

La Península Ibérica mantiene el patrimonio forestal de monte mediterráneo, más importante de toda la cuenda del Mar Mediterráneo. Pero, que curioso, en todo ese patrimonio forestal, ya no es posible encontrar una mancha de doscientas hectáreas de monte original.

Esta imagen tan sugerente, que les puede parecer hasta exótica a muchos ciudadanos del centro de España, fue muy común en todos los montes mediterráneos de llanura y de la sierra, hasta hace sólo dos siglos. Los últimos madroños naturales que quedaban en el término municipal de Madrid, se localizaban en la década de mil novecientos ochenta en El Monte de El Pardo. La ingeniería climática los ha exterminado en treinta años, como está ocurriendo con los grandes alcornoques del cuartel de Valpalomero y de Las Lomas del Corcho.


martes, 4 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. II

Las setas y los hongos son los principales bioindicadores de la calidad climática del otoño. Si se presenta regular en su inicio, con tormentas en las que las precipitaciones son abundantes; seguidas de temporales de lluvias que llegan desde el Atlántico y atrasan las heladas; el monte mediterráneo explota en forma de vida por todas partes, como consecuencia de esa humedad ambiental y el calor que ha acumulado la tierra durante el verano.

Cada hongo y seta tiene su zona y su época en el otoño. En los prados y pastizales junto al río, abundaban las setas de cardo, los champiñones silvestres y las setas de pezón azul. En los arroyos y por los montes de robles, eran comunes los boletos y varios tipos de setas. En los pinares el rey era el níscalo, que se recolectaba por cestos debido a su abundancia, y algunos años los boletos.

Recuerdo aquellos otoños lluviosos y templados de los años ochenta en el valle alto del Río Lozoya, en Rascafría. Venían camiones frigoríficos para la compra y el transporte de las abundantes setas que se criaban en el valle.

En la década de los años noventa cerraron el grifo de las precipitaciones regulares, con la puesta en marcha de la ingeniería climática. Desde entonces las precipitaciones están manipuladas, se han hecho irregulares y muy escasas.

Hoy, los champiñones silvestres apenas salen en los prados. Las setas de cardo se han rarificado hasta tal punto, que en muchas zonas ya no salen. Algunas especies casi han desaparecido y otras se han rarificado. Hoy, te puedes tirar todo el día andando por el pinar sin ver un níscalo, cuando hace tan sólo cuatro décadas, salían por toneladas de estos pinares para los mercados.

Cuando se manipula el clima, las consecuencias ambientales se reflejan en el medio natural. En el medio rural que vive paralelo, en la economía, en la vida saludable de los ciudadanos.


sábado, 1 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. I

 

La situación demográfica actual, por la que pasa la perdiz roja en los montes de la mayor parte de La Península Ibérica es muy preocupante. Tanto, que en muchos ha desaparecido o está a punto de hacerlo.

Como ha podido llegar a esta situación esta ave, cuando hace tan sólo cuarenta años, era una de las especies más abundantes de España. Dos, han sido los factores. La puesta en marcha de la ingeniería climática en el país y el aumento incontrolado de la población del jabalí.

Desde los años ochenta del pasado siglo, de forma encubierta e ilegal, incumpliendo La Constitución Española, las diferentes leyes estatales y el Convenio Internacional Enmod, los diferentes gobiernos que han pasado por España, han autorizado ilegalmente la utilización de ingeniería climática para modificar el clima. Provocando sequías, olas de calor, granizadas desmesuradas, inundaciones puntuales, y este cambio climático artificial que están vendiendo a la sociedad.

Para alterar el clima utilizan una serie de productos patentados, como el aluminio, el bario, el grafeno, el carbono, las tierras de diatomeas, sulfuros etc. Las tierras de diatomeas son las que han causado el exterminio de los insectos en los campos ibéricos. Actúan en los cambios de “la piel” o exoesqueleto de los insectos, inhibiendo el crecimiento y produciendo la posterior muerte. En los últimos veinte años, los saltamontes, las langostas y las chicharras, casi han desaparecido de los montes y de los terrenos cultivados de España. Los hormigueros, tan abundantes hace sólo tres décadas, cada vez se ven menos por los campos.

La perdiz roja se alimenta principalmente de saltamontes y de hormigas en sus dos primeros mes de vida. Son fundamentales en su alimentación y en su éxito reproductor, pues gracias a estos insectos pueden criar y pueden sacar a delante de diez a diez y ocho pollos durante el verano.

El aumento de la población del jabalí, ha venido como consecuencia una gestión sin sentido, sin criterio, por parte de la administración, de sus gestores.

Los últimos montes mediterráneos del centro de España, mantienen en la actualidad una población muy alta de jabalíes. Una especie que se alimenta de todo. Desde crías de ciervo a ratones, todo ser vivo que habite o críe en el suelo del monte, puede ser su alimento.

Consciente, el gobierno de España está utilizando ingeniería climática sobre su territorio y sobre los ciudadanos para alterar el clima. No está tomando las medidas adecuadas para controlar al jabalí, que antes controlaban los ganaderos y los agricultores. Una especie que influye de forma negativa sobre las demás. Expulsa del territorio a unas y extermina a otras.


sábado, 17 de septiembre de 2022

TRÁILER. LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO PRIMERA PARTE

El otoño mediterráneo se caracteriza por tener un clima templado constante. Con precipitaciones en forma de tormentas al comienzo de la estación; borrascas atlánticas continuas y temporales de lluvia y nieves al final.

Estas lluvias templadas, abundantes y regulares, hacen posible el cambio natural del color de las hojas en los árboles y arbustos caducifolios mediterráneos, la maduración de muchos frutos y el nacimiento de los pastos.

Una parte considerable de la fauna está emigrando, o se ha trasladando a otras zonas del territorio, donde el alimento es más regular.

Los anfibios que estivaron, salen de sus refugios con las lluvias, pues los arroyos y las fuentes vuelven a correr.

Algunos mamíferos tienen una segunda cría, o inician su ciclo reproductor anual. Otros, resuenan por los montes, están de bodas.

Es una época de continuos momentos gratos que se suceden. Que se pueden vivir intensamente, si se está en los instantes y en los lugares precisos.

 


jueves, 8 de septiembre de 2022

LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO PROGRE EN ESPAÑA. 2 PARTE

 






Los montes ya no pueden estar peor de lo que están. Los árboles y arbustos sufren un estrés hídrico tan grave, que les está matando, o les está dejando en una situación irreversible, que va a terminar con su muerte en uno o dos años.






Ante esta situación, las grandes encinas, los quejigos y los alcornoques no producen bellotas. Los grandes arbustos nobles dejan de dar frutos. Ya no tienen continuidad, no alimentan a la fauna y a la ganadería.






Con estas sequías y estas olas de calor, los montes están preparados para arder, pues están completamente deshidratados.




En lo que va de año, han ardido en España más de 290.000 hectáreas. Según datos del EFFIS Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales.




El gobierno utiliza los incendios forestales para adoctrinar a la sociedad, ante un cambo climático que están creando con ingeniería climática.




El cambio climático que el gobierno está imponiendo en España, con ingeniería climática, forma parte de un programa, de una campaña criminal organizada a nivel mundial.




En España, esta campaña de manipulación climática, originada con ingeniería climática, comenzó a principios de los años ochenta del pasado siglo. Está dirigida por el gobierno nacional y regional; consentida por las diferentes organizaciones supuestamente ecologistas; ingenieros de montes y forestales del estado, que tienen que velar por el patrimonio forestal y natural del país; supuestos climatólogos, que son sólo meros esbirros que confunden y adoctrinan a los ciudadanos; La Aemet; ciertos cargos superiores de los cuerpos de la defensa y la seguridad nacional; una serie de esbirros interminables, enchufados en las diferentes administraciones; todos los medios de comunicación subvencionados por el gobierno.

Todos estos cargos que se nombran, tienen mucho que decir ante estos hechos criminales. Pero callan, y algunos desvían el asunto para inhibir sus responsabilidades, o directamente lo apoyan.




Ante esta red de manipuladores, que día tras día, durante las 24 horas, difunden la doctrina por la televisión, la radio, la prensa, las redes y a través de campañas falsas de propaganda, que adoctrinan a la sociedad con el eslogan “cambio climático¨, una gran mayoría de los ciudadanos han terminado por asumir, inconscientemente, esta campaña criminal, que está arruinando a España y matando a sus ciudadanos.




Son las 12,59 de la mañana. Se está levantando una tormenta por la zona noroeste de San Sebastián de los Reyes.



Son las 13,47. Están entrado drones y aviones, fumigando con productos por encima de la tormenta.



Son las 13,48. La tormenta se está estabilizando.



Son las 17,29 de la tarde.



Son las 17.30. Después de las continuas fumigaciones que han realizado los aviones y los drones, la tormenta está remitiendo.



Son las 20,17. Las nubes de la tormenta han subido y se están descomponiendo.





Son las 20,21. Siguen fumigando los restos de la tormenta por encima de las nubes.



Son las 21,06. Esto es todo lo que ha quedado de la tormenta.


Los últimos quince días de agosto, se caracterizan por las tormentas que se producen. Dice el refrán, fundamentado en dos mil años de experiencia, “que para que la otoñada sea buena, por San Bartolomé, las aguas primeras”. Los últimos días, desde el 23-8-22 al 31-8-22 se han levantado tormentas en las zonas del noroeste y del centro, a lo largo de la mañana. Según se iban levantando las tormentas durante el día, iban apareciendo aviones y drones fumigando las zonas. Al llegar la tarde, las tormentas se iban deshaciendo. Al llegar la noche, no quedaba nada de ellas. Unos hechos que se han producido a la vista de todo el mundo.




El daño, una vez más, ya está hecho por este año. Han arruinado las cosechas de cereales; han dejado a los ganaderos sin pastos y sin agua en las fuentes; han afectado muy negativamente a los productores de frutas y frutos secos; han arruinado las cosechas de girasol; han arruinado el turismo rural en la mayoría de las provincias; la producción hidroeléctrica; el sector de la madera; todo el patrimonio natural y ambiental del país, poniendo a España a la cabeza en el número de incendios forestales, intencionados, según la fiscalía del estado; han arruinado la economía y la salud de los ciudadanos.




Queda la campaña de geoingeniería climática de otoño y de invierno, donde todavía pueden destruir y hacer más daño. Llevando esta sequía, las olas de calor y los incendios forestales, hasta el mes de noviembre, como han hecho otros años. O pueden producir inundaciones en el levante y en otras zonas del territorio nacional, como ya están anunciando algunos medios y algunos esbirros de la comunicación.






jueves, 1 de septiembre de 2022

LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO PROGRE EN ESPAÑA. 1º PARTE


La principal particularidad que tiene el clima, es, que es cambiante e imprevisible. Todo aquel que va con regularidad a la montaña, sabe que el clima puede cambiar en cuestión de horas.

Hoy, La Agencia Estatal de Meteorología de España, comunica el tiempo que va a hacer a lo largo del día y en los próximos. También se aventura a predecir el que vamos a tener en los próximos meses. Y la mayoría de los ciudadanos lo asume y se lo traga como algo normal.



Claro que saben el tiempo que va a hacer. Tienen la experiencia y los datos obtenidos en los últimos cuarenta y dos años. A través del Proyecto para la Intensificación de la Precipitación en España PIP, y los diferentes proyectos encubiertos que han realizado y siguen llevando a cabo en todo el territorio nacional.



Saben como alterar el clima con los diferentes productos probados y patentados. Las horas del día en las que tienen que fumigar los cielos de España con esos productos, para que causen los efectos deseados en el clima de la zona.

 

Todos esos productos patentados, en realidad terminan siendo productos criminales, que alteran el clima, creando un falso cambio climático. Productos como las tierras de diatomeas, que crean enfermedades respiratorias, gripes, neumonías, y exterminan a los insectos. Como el aluminio, el grafeno y el bario, que caen con la lluvia y terminan en los embalses que abastecen de agua a la sociedad. Generando en los ciudadanos alzheimer, ictus, enfermedades degenerativas, cánceres de diversos tipos.


Las fumigaciones que vemos a diario en los cielos de España, se realizan con aviones o drones preparados, que fumigan a ciertas alturas los productos patentados.


Los esbirros del gobierno que operan en los medios de comunicación y los incrédulos, dicen que las estelas que se ven en el cielo, las crean los aviones comerciales.

Para que se forme una estela de condensación de un avión comercial, tiene que haber más del 70% de humedad, y una temperatura entorno a los 20-40 grados bajo cero. Circunstancias meteorológicas que sólo se dan en ciertos periodos del año en La Península Ibérica.

Un ex-comandante de la OTAN, afirma que en verano no hay estelas de condensación, porque en esas condiciones ambientales de humedad y temperatura, no se pueden generar. Debido a la sequía y a las altas temperaturas.

Todas las fotografías que aparecen en el artículo, de cielos con estelas de fumigación, se han hecho este verano, durante los meses de junio, julio y agosto.


Saben como destruir los frentes de nubes procedentes del Atlántico, que entran en La Península cargados de agua. Que riegan los cultivos de los agricultores y los pastos de los ganaderos. Que cargan los arroyos, los ríos y los embalses, y mantienen vivo el patrimonio natural del país.



Saben como eliminar las tormentas que se originan a lo largo del día en verano. Tormentas que hidratan los montes resecos por la sequía estival, que refrescan el ambiente y alejan las olas de calor y los incendios forestales.


Vamos a retroceder un poco en el tiempo, hasta finales de abril, para ver en que ha consistido la campaña de geoingeniería que está alterando el clima. Que ha creado esta sequía y estas olas de calor insoportables, que han secado los arroyos, mermado los ríos y los embalses. Que han deshidratado los arboles y arbustos que pueblan nuestros montes, hasta dejarlos sin ninguna defensa, ante el fuego criminal programado que los destruye para siempre.


Hasta finales de abril, el panorama climático estaba siendo algo regular, en cuanto a precipitaciones. Ver cuadro comparativo.


Desde el día 1 de mayo, al día 31 de agosto del presente, en la estación meteorológica de San Sebastián de los Reyes, Madrid, sólo se han recogido. Ver cuadro comparativo.


Hemos tenido tres olas de calor generadas con ingeniería climática, con temperaturas en las que el termómetro marcaba los 50ºC en las horas puntas (desde las 12 del medio día, hasta las 19:00 horas de la tarde) pues todos los días, aviones y drones han fumigado los cielos de Madrid, para destruir las tormentas que se levantaban durante muchas mañanas en la zona de la sierra, al pie de esta o en el centro.


En la imagen podemos ver las continuas estelas de fumigación que están dejando los drones, para terminar de neutralizar la tormenta que se levantó la mañana del día 29 de mayo del 2022, en la zona oeste de Madrid.

Después de una tormenta, que deja abundantes precipitaciones, las altas temperaturas caen, refresca al día siguiente y el aire se hace más respirable.

En el resto de España, el régimen de lluvias ha sido muy similar, milímetro arriba o abajo. Igual que las temperaturas y las olas de calor.