Los montes ya no pueden estar peor de lo que están. Los árboles y arbustos sufren un estrés hídrico tan grave, que les está matando, o les está dejando en una situación irreversible, que va a terminar con su muerte en uno o dos años.
Ante esta situación, las grandes encinas, los quejigos y los alcornoques no producen bellotas. Los grandes arbustos nobles dejan de dar frutos. Ya no tienen continuidad, no alimentan a la fauna y a la ganadería.
Con estas sequías y estas olas de calor, los montes están preparados para arder, pues están completamente deshidratados.
En lo que va de año, han ardido en España más de 290.000 hectáreas. Según datos del EFFIS Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales.
El gobierno utiliza los incendios forestales para adoctrinar a la sociedad, ante un cambo climático que están creando con ingeniería climática.
El cambio climático que el gobierno está imponiendo en España, con ingeniería climática, forma parte de un programa, de una campaña criminal organizada a nivel mundial.
En España, esta campaña de manipulación climática, originada con ingeniería climática, comenzó a principios de los años ochenta del pasado siglo. Está dirigida por el gobierno nacional y regional; consentida por las diferentes organizaciones supuestamente ecologistas; ingenieros de montes y forestales del estado, que tienen que velar por el patrimonio forestal y natural del país; supuestos climatólogos, que son sólo meros esbirros que confunden y adoctrinan a los ciudadanos; La Aemet; ciertos cargos superiores de los cuerpos de la defensa y la seguridad nacional; una serie de esbirros interminables, enchufados en las diferentes administraciones; todos los medios de comunicación subvencionados por el gobierno.
Todos estos cargos que se nombran, tienen mucho que decir ante estos hechos criminales. Pero callan, y algunos desvían el asunto para inhibir sus responsabilidades, o directamente lo apoyan.
Ante esta red de manipuladores, que día tras día, durante las 24 horas, difunden la doctrina por la televisión, la radio, la prensa, las redes y a través de campañas falsas de propaganda, que adoctrinan a la sociedad con el eslogan “cambio climático¨, una gran mayoría de los ciudadanos han terminado por asumir, inconscientemente, esta campaña criminal, que está arruinando a España y matando a sus ciudadanos.
Son las 12,59 de la mañana. Se está levantando una tormenta por la zona noroeste de San Sebastián de los Reyes.
Son las 13,47. Están entrado drones y aviones, fumigando con productos por encima de la tormenta.
Son las 13,48. La tormenta se está estabilizando.
Son las 17,29 de la tarde.
Son las 17.30. Después de las continuas fumigaciones que han realizado los aviones y los drones, la tormenta está remitiendo.
Son las 20,17. Las nubes de la tormenta han subido y se están descomponiendo.
Son las 20,21. Siguen fumigando los restos de la tormenta por encima de las nubes.
Son las 21,06. Esto es todo lo que ha quedado de la tormenta.
Los últimos quince días de agosto, se caracterizan por las tormentas que se producen. Dice el refrán, fundamentado en dos mil años de experiencia, “que para que la otoñada sea buena, por San Bartolomé, las aguas primeras”. Los últimos días, desde el 23-8-22 al 31-8-22 se han levantado tormentas en las zonas del noroeste y del centro, a lo largo de la mañana. Según se iban levantando las tormentas durante el día, iban apareciendo aviones y drones fumigando las zonas. Al llegar la tarde, las tormentas se iban deshaciendo. Al llegar la noche, no quedaba nada de ellas. Unos hechos que se han producido a la vista de todo el mundo.
El daño, una vez más, ya está hecho por este año. Han arruinado las cosechas de cereales; han dejado a los ganaderos sin pastos y sin agua en las fuentes; han afectado muy negativamente a los productores de frutas y frutos secos; han arruinado las cosechas de girasol; han arruinado el turismo rural en la mayoría de las provincias; la producción hidroeléctrica; el sector de la madera; todo el patrimonio natural y ambiental del país, poniendo a España a la cabeza en el número de incendios forestales, intencionados, según la fiscalía del estado; han arruinado la economía y la salud de los ciudadanos.
Queda la campaña de geoingeniería climática de otoño y de invierno, donde todavía pueden destruir y hacer más daño. Llevando esta sequía, las olas de calor y los incendios forestales, hasta el mes de noviembre, como han hecho otros años. O pueden producir inundaciones en el levante y en otras zonas del territorio nacional, como ya están anunciando algunos medios y algunos esbirros de la comunicación.