En los últimos 24 años, las aves que viven en los medios urbanos están desapareciendo, como consecuencia de la manipulación encubierta del clima, que se está ejecutando con ingeniería climática.
Todos los años mueren más del 60% de los pollos que nacen. O no nacen, como consecuencia de las altas temperaturas. Se pierden muchas parejas, como consecuencia de los productos criminales patentados con los que fumigan los cielos, para destruir los frentes de nubes.
Vamos a ver a través de una serie de documentos que se van a comentar, como manipulan el clima y los medios que utilizan. Porqué hace tanto calor durante todos estos días. Las consecuencias criminales que tiene en las aves, que crían en las casas y en los edificios de pueblos y ciudades.
Los veranos mediterráneos ibéricos, no son como nos cuentan y nos quieren hacer creer, desde los diferentes medios de comunicación.
Los veranos mediterráneos regulares son calurosos durante el día, con temperaturas que van desde los 15ºC a los 32ºC, excepto ciertos días, que el termómetro puede llegar a marca los 34ºC o 38ºC.
Cuando los termómetros suben por encima de estas temperaturas y se producen esas olas de calor puntuales, es porque están manipulando el clima con ingeniería climática.
Como consecuencia de esas temperaturas regulares, la evaporación que producen y la humedad ambiental que hay, lo normal es que se produzcan tormentas cada tres o cuatro día, que riegan, limpian el aire y refrescan el ambiente durante un día.
Pero estas tormentas no llegan a precipitar, pues las deshacen con ingeniería climática. Con fumigaciones aéreas y radares.
Estos periodos tormentosos son lógicos y naturales en todo el ecosistema mediterráneo, desde finales de junio hasta las primeras semanas de septiembre.
Lo que no es natural, son las continuas olas de calor, las sequías extremas encadenadas, un año con otro. Un verano que comienza en el mes de marzo y termina en noviembre, con el nombre de veroño.
Las cartas meteorológicas de todas las zonas de España, desde mediados del siglo XIX hasta la década de los años 70 del siglo pasado, muestran numerosos datos concluyentes, irrefutables.
JULIO AGOSTO
1961 Día 9 36.5ºC Día 27 36.6ºC
1962 Día 31 36.6ºC Día 28 38.0ºC
1963 Día 25 35.7ºC Día 24 35.6ºC
1964 Día 18 36.7ºC Día 4 36.8ºC
1965 Día 30 35.8ºC Día 5 39.2ºC
1966 Día 12 40.6ºC Día 12 38.6ºC
1967 Día 20 39.8ºC Día 20 36.2ºC
1968 Día 27 38.0ºC Día 22 36.0ºC
1969 Día 21 39.0ºC Día 7 37.4ºC
1970 Día 6 38.4ºC Día 12 35.7ºC
Temperaturas máximas absolutas registradas en La Estación Meteorológica del Aeropuerto de Barajas, durante la década de 1960.
En las últimas dos décadas y lo que llevamos de esta, las máximas absolutas tomadas en San Sebastián de los Reyes, a cuatro kilómetros del aeropuerto, han ido de los 38ºC a los 52ºC durante todos los días de julio y agosto, excepto los días que se ha producido una tormenta y ha precipitado algo de lluvia.
Las fotografías tomadas por el satélite meteorológico durante los días uno y trece son concluyentes.
No hay que ser muy listo para entenderlas. Observando las imágenes, vemos como están alterando el clima con ingeniería climática todos los días.
En todas las fotografías vemos como van llegando los frentes de nubes desde el Atlántico hasta La Península Ibérica.
Observamos como las nubes no consiguen entrar, se desintegran, como consecuencia de los radares, las antenas, los aviones o drones que las fumigan con productos criminales patentados.
El mismo frente de nubes de cada imagen, entra en Las Islas Británicas y el centro de Europa, y sigue. Produciendo lluvias y regulando las temperaturas. Si hay nubes, las temperaturas se templan.
Después de ver y observar las imágenes, si todavía hay alguien que se cree lo del anticiclón de Las Azores, es imbécil perdido. Dejan muy claro porqué en España no ha llovido durante el mes de julio.
En las imágenes vemos como están los cielos de Madrid, Alcobendas y San Sebastián de los Reyes, completamente fumigados por aviones o drones, con productos criminales patentados, que destruyen los frentes de nubes, las tormentas y alteran el clima.
Estos aviones o drones con los que fumigan todos los días los cielos de España, vuelan sin matrícula ni transpondedor, para que no se los pueda localizar. La Ley de Navegación Aérea, prohíbe el vuelo de aviones y drones sobre las poblaciones.
Los restos de nubes que vemos, con estas formas tan curiosas, no son naturales. Son el resultado de la destrucción criminal con radares, del frente de nubes que ha llegado al centro de España. Por ley natural tenían que haber dejado las deseadas lluvias.
Las fotos de los termómetros son concluyentes, irrefutables. Los datos son los que muestran.
Estas temperaturas criminales tan altas, que estamos sufriendo y soportando, se suceden día tras día, durante los periodos que ejecutan con ingeniería climática en toda La Península Ibérica.
Las tierras de diatomeas, los carbonos, los metales y los sulfuros con los que fumigan los cielos de España y Portugal, aparte de ser criminales para la salud de las personas y todos los seres vivos, son microespejos en tres dimensiones, que reflejan las radiaciones solares y no las dejan salir, al crear una burbuja. Con la ingeniería climática han creado en los ochenta el afamado efecto invernadero y el anticiclón de Las Azores.
Los escasos días del año que no fumigan los cielos, el sol no quema y el ambiente es más fresco, pues las radiaciones y es calor se escapan a la atmósfera.
A las tres de la tarde, en el centro de España, los tejados marcan entre 40ºC, 45ºC y 52ºC. Con estas temperaturas, sin una nube, porque las ha borrado la ingeniería climática, es imposible que eclosione un huevo de gorrión, de golondrina, de vencejo, de cernícalo primilla o de estornino.
Con estas temperaturas, si ya han nacido los pollos, mueren en el horno en el que se convierte el nido. Asados de calor y deshidratados.
Es tan criminal el calor que hace durante el mes de julio, desde las 13 horas hasta las 20 horas, que los vencejos no aparecen por las zonas donde crían hasta las 21 horas, cuando el sol está muy bajo y la temperatura está por debajo de los 30ºC.
Con estas temperaturas criminales, los pollos se lanzan del nido si ya tienen cierta edad.
Como no se ha visto nunca en verano, estamos observando en los últimos 24 años un genocidio de aves urbanas, que mueren durante las primeras semanas de su vida al tirarse del nido e impactar en las aceras.
Todos los años mueren en España unas tres mil personas, como consecuencia de las olas de calor que ejecutan con ingeniería climática.
Todavía no hemos visto a una organización ecologista nacional o internacional, que haya denunciado la ejecución criminal encubierta de la ingeniería climática en España, o haya iniciado acciones legales contra este genocidio que se está ejecutando, de aves y de personas.
Los vencejos, las golondrinas, los gorriones, los cernícalos primillas, están desapareciendo de las ciudades y los pueblos debido a las altas temperaturas extremas, por encima de los cuarenta grados, que extermina a los insectos con los que se alimentan. Porque no pueden incubar sus huevos con estas temperaturas, ni criar sus pollos, porque se mueren de calor, deshidratados, o se tiran del nido y mueren en las aceras.
Los vencejos comunes, las golondrinas comunes y los gorriones comunes, no han desaparecido de los medios urbanos porque ya no encuentran alimento y lugares para criar. Han desaparecido como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática.
Una ingeniería criminal que altera y manipula el clima, que destruye los frentes de nubes y las tormentas para que no precipiten. Creando olas de calor que elevan las temperaturas durante días, por encima de los 40ºC en el exterior y los 30ºC en el interior de las viviendas.
Estamos a 14 de julio. Si siguen provocando esta criminal sequía, con olas de calor que deshidratan los montes, pronto se podrá en marcha la otra empresa que gestionan de forma criminal encubierta, los incendios forestales intencionados y manipulados.