sábado, 29 de octubre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO I

 

La casta, es el origen natural de una especie de vaca y de toro bravo, con unos rasgos morfológicos y un comportamiento definido. Dentro de las castas hay estirpes, que han surgido como consecuencia de la intervención del hombre en la especie, en la casta originaria.

Las principales castas originales que existían en la Península Ibérica, hasta comienzos del siglo XX eran las siguientes: La Casta Navarra, enclavada principalmente en la ribera del Río Ebro, entre las provincias de Álava, Logroño, Navarra y Zaragoza. La Casta Castellana, localizada entre las provincias de Segovia y Valladolid. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, localizada entre las provincias de Madrid, Toledo y Ciudad Real. La Casta Cabrera, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz. La Casta Vistahermosa, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz.

De la Casta Navarra no se conocen estirpes definidas. Los Toros Castellanos de La Tierra de Pinares, se han extinguido a lo largo del siglo XX por los cruces realizados con ejemplares de Casta Vistahermosa. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, fueron exterminados durante la guerra civil, al encontrarse las ultimas ganaderías en zona republicana. La Casta Cabrera se extinguió durante el siglo XX, por los cruces realizados con otras castas. La ganadería de Miura, mantiene ejemplares que reúnen los rasgos morfológicos de esta casta.

Dentro de la Casta Vistahermosa hay dos troncos principales y muy diferentes. Los ejemplares que van por la línea del Barbero de Utrera, que son de capas coloradas y negras y unas hechuras definidas, y los que van por la línea Lesaca, que son de pelos negro y cárdenos, con unas hechuras definidas. De esta casta han surgido la mayoría de los toros y vacas que hoy pastan en los campos ibéricos.

De la rama del Barbero de Utrera han surgido las extirpes de Urcola, extinguida, y Parladé, la más extendida. De la rama de Lesaca han surgido las estirpes de Saltillo y Albaserrada. Del cruce de las dos ramas, han surgido las estirpes de Murube y Santa Coloma.

Hoy, la mayoría de las vacas y los toros bravos que vemos en el campo, mantienen sus orígenes naturales. Como los bisontes europeos que se salvaron de la extinción, que ahora se están introduciendo en algunos montes de España.


viernes, 21 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VII

 

Hoy, en estos tiempos “modernos”, absurdos, donde todo se encasilla o se etiqueta con un fin, nos encontramos en esta ocasión con una especie, que la han situado geográficamente en las montañas.

Hace tan sólo sesenta años, los grandes búhos reales habitaban en todos los montes ibéricos. Localizados en las llanuras, en las riberas de los ríos y en las sierras bajas.

Donde el monte mantenía unas condiciones ambientales saludables y abundaba la fauna, principalmente los conejos, el búho real era común. No así en las montañas, como nos cuentan ahora, donde siempre ha sido escaso, debido al clima y a la falta de su principal presa, el conejo.

Durante los años setenta, ochenta y noventa, desapareció de muchas zonas de nuestra geografía, como consecuencia de la mixomatosis, la neumonía hemorrágica vírica, la caza ilegal, el trazado de tendidos eléctricos de media tensión, el aumento de las licencias de caza, el expolio de nidos, etc

En muchas zonas geográficas, donde parecía que nunca iba a volver, pues su situación natural ha desaparecido o se ha transformado en otra, afortunadamente ha vuelto a criar. Con un montón de problemas por resolver, pero han vuelto.

Hoy, los búho reales se enfrentan a la manipulación climática, que les hace perder muchas puestas. A la propagación de la neumonía hemorrágica vírica, que ha exterminado los conejos de la mayoría de los montes. A la contaminación del territorio y de los acuíferos, donde sale la hierba que alimentan sus presas. A esos que salen al campo con una escopeta y una licencia de caza y disparan a especies protegidas por la ley. Todos los años mueren muchos búhos reales jóvenes en la media.

La vida pasa, las situaciones cambian. Pero las actitudes negativas de ciertos ciudadanos y la forma de gestionar de la administración, tan mal, hace imposible que esta especie que forma parte de nuestra cultura, que lo ha pasado tan mal, termine de ocupar su sitio.


domingo, 16 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VI

 


Octubre marca el otoño y el año venidero en los montes ibéricos. Es con marzo, el mes más lluviosos del año. Con sus abundantes precipitaciones se recargan los acuíferos, las fuentes y los arroyos vuelven a correr.

El ambiente está cargado de aires renovados. Es una estación que inicia, o acaba el ciclo natural del año. La vida que emerja ahora, se renovará el próximo otoño, o dentro de siglos, dependiendo de la vida de cada especie, animal o vegetal.

Ahora, todos los arbustos o pequeños árboles mediterráneos nobles, están cargados de frutos sabrosos. Moras, majoleras, endrinas, madroños, cornicabras, escaramujos, saúcos.

Cada día que pasa, se van sucediendo nuevos acontecimientos en la vida del monte. Los temporales de lluvia van a ser fundamentales para el buen desarrollo de estos.

Durante los meses de septiembre y octubre, van a pasar por los montes mediterráneos millones de aves procedentes de muchos lugares del continente europeo. Unos se irán a sus cuarteles de invernada en África y otros se quedarán en los numerosos espacios naturales de la península. Pequeños y medianos pájaros insectívoros, cambian ahora su alimentación, se hacen omnívoros para afrontar el otoño y el invierno. Palomas torcaces, zorzales, mirlos, rapaces, patos, garzas y grullas, van a ocupar el sitio de los que se van.

Los ciervos y los gamos están de bodas. A primeros de noviembre, en los montes altos de las montañas, comenzarán las cabras montesas.

En los nidos viejos de las urracas o en los huecos de los árboles, los lirones caretos ya han traído al mundo su segunda camada. En las junqueras o entre las zarzas, cubiertos de hierbas y hojas, los erizos están criando una nueva generación.

Con las continuas precipitaciones templadas, los anfibios han vuelto a la vida del monte. Sapos, gallipatos y algunos tritones, se les ve por muchos lugares donde no falta la humedad y el agua.

Los jóvenes que nacieron en primavera, en los lugares más secretos del monte, los podemos encontrar ahora en cualquier lugar. Cada día es muy importante para ellos, pues tienen el otoño y el invierno para sobrevivir y localizar un territorio sin dueño. Águilas imperiales, reales, linces, gatos monteses, zorros, ginetas, corzos, azores, ratoneros, milanos reales... Se están buscando la vida.

El otoño es una época que cosecha frutos y vida. Con un clima templado que riega el futuro de los montes. Cada amanecer y cada atardecer es diferente. Estemos donde estemos... El paisaje, la flora, la fauna y el ambiente que observemos, nos va satisfacer.


jueves, 13 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. V

El monte mediterráneo original, formado por encinas, quejigos, alcornoques, arces, coscojas, fresnos, madroños, cornicabras, sanguinos, pinos piñoneros, perales silvestres, pinos resineros, robles melojos, enebros, espinos blancos, sabinas, parras silvestres... También cambia su aspecto y sus tonos cuando llega el otoño.

Hoy, sólo podemos contemplar estos espectáculos naturales de luces y colores, en las últimas manchas mediterráneas que mantienen altas densidades de especies forestales. Donde la gestión forestal ha sido racional y acertada.

El clima y la geografía son los principales gestores naturales, que hacen posible que en una zona geográfica prosperen varias especies forestales, de árboles y arbustos, dependiendo de los suelos y sus niveles acuíferos.

Según el clima que impere en una zona, van a competir unas especies con otras y van a predominar en la zona. Los quejigos, por ley natural, exterminan a las encinas con su sombra en sus zonas de influencia.

Otras, dependiendo de las situaciones climáticas variables a lo largo del año, se van a ayudar en su regeneración natural, en su protección frente al clima y a las especies herbívoras. La encina y el enebro de la miera, se ayudan mutuamente a lo largo de su vida, dependiendo de quien este primero. Uno al otro le proporciona sombra en verano y cobijo en los inviernos fríos.

Todos, dependiendo de su situación en el espacio, se benefician del clima y los microclimas que proporciona el monte durante todo el año.


lunes, 10 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. IV

 

La primera vez que vi un trepador azul, fue a finales de los años 70 en una biblioteca. En un cuaderno de campo de Félix Rodríguez de La Fuente. Unos años después, los empecé a ver por los robledales y los pinares silvestres del alto Lozoya, por Pinilla del Valle y Rascafría, pues fuera del valle y de los altos montes del Sistema Central no habitaban.

El trepador azul es un habitante sedentario, típico de los montes atlánticos y de los pinares de montaña. Donde el clima es templado al final de la primavera, en verano y al comienzo del otoño, y lluvioso y frío el resto del año.

En los últimos veinte años, este pájaro se han expandido desde los altos bosques de las montañas del Sistema Central, hasta los montes mediterráneos y las riberas arboladas de ríos y arroyos de la campiña de Madrid, donde el clima es mucho más cálido y las precipitaciones son escasas que en la montaña.

¿Qué está ocurriendo en el clima, para que esta especie que vive en montes atlánticos de hoja caduca, donde se dan unas precipitaciones en torno a los 800-1200 mm anuales y unas temperaturas medias de 11ºC, esté colonizando montes mediterráneos esclerófilos, con unas precipitaciones irregulares en torno a los 250 mm anuales actuales, con olas de calor en verano, en las que el termómetro llega a marcar los 50ºC en las horas puntas, y sequías regulares provocadas con ingeniería climática?

La flora y la fauna son los bioindicadores naturales que viven en el medio natural con el clima. Viven y reaccionan según les condiciona el clima.

Si en la atmósfera hay más anhídrido carbónico y llueve más, los bosques se expanden. Es matemático y natural. Si la temperatura del planeta está bajando y el clima se hace más húmedo, llueve y nieva más. En consecuencia, la fauna de climas fríos y lluviosos se expande. Por estos motivos naturales, ya no hace falta ir a las montañas del Sistema Central para ver un trepador azul. Hoy los podemos ver criando en la casa de Campo de Madrid y en las riberas del Río Jarama y Manzanares.

Entonces... Si estos cambios naturales están ocurriendo desde hace unas tres décadas, como así nos lo indica la fauna ¿por qué no llueve de forma regular y natural en España? ¿Por qué los veranos comienzan en marzo y acaban a principios de noviembre? ¿Por qué se producen estas olas de calor con temperaturas por encima de los 45ºC? Porque en España están manipulando el clima durante todos los días del año con ingeniería climática.

El clima que estamos soportando en España, no es un cambio climático, como consecuencia de la utilización de combustibles fósiles durante los últimos cien años. Es un cambio climático artificial, criminal, generado con ingeniería climática. Impuesto por el gobierno de España para cumplir con una agenda globalista.


viernes, 7 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. III


Cuando se habla sobre la extinción de especies, generalmente se refiere a fauna. Las causas, su número, su situación geográfica... Un montón de datos para justificar su situación actual.

En los últimos quinientos años (principalmente en los últimos doscientos) España ha sufrido una transformación ambiental forestal feroz. La producción de leñas y de carbón vegetal para el consumo de pueblos, ciudades y la industria, taló a matarrasa durante estos siglos, cada 20-30 años, muchas zonas de nuestra geografía. En otras zonas se podaban los vuelos de los árboles, para mantener sus pies. En todas, se cortaban los árboles y arbustos que “no daban nada” o por la calidad de su madera, hasta exterminarlos. Otros iban desapareciendo al cambiar las condiciones ambientales, que proporcionaba el monte alto y toda su cobertura natural.

Las desamortizaciones y la venta de los montes públicos, gestionados por manos sabias durante siglos, donde cada zona geográfica forestal, tenía un aprovechamiento racional en cada estación del año. Estas dehesas, montes o manchas, al caer en manos privadas, dejaron de tener ese aprovechamiento racional que las había mantenido en óptimas condiciones ambientales. Pasaron a tener en la mayoría una gestión irracional desmesurada, o simplemente criminal, al talar a matarrasa todos los árboles que se habían mantenido hasta su desamortización, para recuperar de forma fácil y rápida lo invertido en la compra, con el beneplácito del gobierno y de las instituciones administrativas de la época. Todo esa propiedad y ese patrimonio forestal que pertenecía al estado, a la iglesia, a pueblos y ciudades, que se había mantenido en perfecto estado por la riqueza que creaba, los gobiernos del siglo XIX lo malvendieron a real.

Después de todo esto, poco ha llegado hasta nuestros días. Y de ese poco, son muchas las hectáreas que han ardido, se han deforestado, se han urbanizado legal o ilegalmente, se han transformado en montes abiertos o “mejorados”.

Para rematar y exterminar el poco patrimonio forestal que queda, el gobierno manipula nuestro clima con ingeniería climática. Ha creado un cambio climático artificial, que genera sequías durante el año y olas de calor durante la primavera, el verano y el otoño, que están matando los últimos montes por deshidratación.

La Península Ibérica mantiene el patrimonio forestal de monte mediterráneo, más importante de toda la cuenda del Mar Mediterráneo. Pero, que curioso, en todo ese patrimonio forestal, ya no es posible encontrar una mancha de doscientas hectáreas de monte original.

Esta imagen tan sugerente, que les puede parecer hasta exótica a muchos ciudadanos del centro de España, fue muy común en todos los montes mediterráneos de llanura y de la sierra, hasta hace sólo dos siglos. Los últimos madroños naturales que quedaban en el término municipal de Madrid, se localizaban en la década de mil novecientos ochenta en El Monte de El Pardo. La ingeniería climática los ha exterminado en treinta años, como está ocurriendo con los grandes alcornoques del cuartel de Valpalomero y de Las Lomas del Corcho.


martes, 4 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. II

Las setas y los hongos son los principales bioindicadores de la calidad climática del otoño. Si se presenta regular en su inicio, con tormentas en las que las precipitaciones son abundantes; seguidas de temporales de lluvias que llegan desde el Atlántico y atrasan las heladas; el monte mediterráneo explota en forma de vida por todas partes, como consecuencia de esa humedad ambiental y el calor que ha acumulado la tierra durante el verano.

Cada hongo y seta tiene su zona y su época en el otoño. En los prados y pastizales junto al río, abundaban las setas de cardo, los champiñones silvestres y las setas de pezón azul. En los arroyos y por los montes de robles, eran comunes los boletos y varios tipos de setas. En los pinares el rey era el níscalo, que se recolectaba por cestos debido a su abundancia, y algunos años los boletos.

Recuerdo aquellos otoños lluviosos y templados de los años ochenta en el valle alto del Río Lozoya, en Rascafría. Venían camiones frigoríficos para la compra y el transporte de las abundantes setas que se criaban en el valle.

En la década de los años noventa cerraron el grifo de las precipitaciones regulares, con la puesta en marcha de la ingeniería climática. Desde entonces las precipitaciones están manipuladas, se han hecho irregulares y muy escasas.

Hoy, los champiñones silvestres apenas salen en los prados. Las setas de cardo se han rarificado hasta tal punto, que en muchas zonas ya no salen. Algunas especies casi han desaparecido y otras se han rarificado. Hoy, te puedes tirar todo el día andando por el pinar sin ver un níscalo, cuando hace tan sólo cuatro décadas, salían por toneladas de estos pinares para los mercados.

Cuando se manipula el clima, las consecuencias ambientales se reflejan en el medio natural. En el medio rural que vive paralelo, en la economía, en la vida saludable de los ciudadanos.


sábado, 1 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. I

 

La situación demográfica actual, por la que pasa la perdiz roja en los montes de la mayor parte de La Península Ibérica es muy preocupante. Tanto, que en muchos ha desaparecido o está a punto de hacerlo.

Como ha podido llegar a esta situación esta ave, cuando hace tan sólo cuarenta años, era una de las especies más abundantes de España. Dos, han sido los factores. La puesta en marcha de la ingeniería climática en el país y el aumento incontrolado de la población del jabalí.

Desde los años ochenta del pasado siglo, de forma encubierta e ilegal, incumpliendo La Constitución Española, las diferentes leyes estatales y el Convenio Internacional Enmod, los diferentes gobiernos que han pasado por España, han autorizado ilegalmente la utilización de ingeniería climática para modificar el clima. Provocando sequías, olas de calor, granizadas desmesuradas, inundaciones puntuales, y este cambio climático artificial que están vendiendo a la sociedad.

Para alterar el clima utilizan una serie de productos patentados, como el aluminio, el bario, el grafeno, el carbono, las tierras de diatomeas, sulfuros etc. Las tierras de diatomeas son las que han causado el exterminio de los insectos en los campos ibéricos. Actúan en los cambios de “la piel” o exoesqueleto de los insectos, inhibiendo el crecimiento y produciendo la posterior muerte. En los últimos veinte años, los saltamontes, las langostas y las chicharras, casi han desaparecido de los montes y de los terrenos cultivados de España. Los hormigueros, tan abundantes hace sólo tres décadas, cada vez se ven menos por los campos.

La perdiz roja se alimenta principalmente de saltamontes y de hormigas en sus dos primeros mes de vida. Son fundamentales en su alimentación y en su éxito reproductor, pues gracias a estos insectos pueden criar y pueden sacar a delante de diez a diez y ocho pollos durante el verano.

El aumento de la población del jabalí, ha venido como consecuencia una gestión sin sentido, sin criterio, por parte de la administración, de sus gestores.

Los últimos montes mediterráneos del centro de España, mantienen en la actualidad una población muy alta de jabalíes. Una especie que se alimenta de todo. Desde crías de ciervo a ratones, todo ser vivo que habite o críe en el suelo del monte, puede ser su alimento.

Consciente, el gobierno de España está utilizando ingeniería climática sobre su territorio y sobre los ciudadanos para alterar el clima. No está tomando las medidas adecuadas para controlar al jabalí, que antes controlaban los ganaderos y los agricultores. Una especie que influye de forma negativa sobre las demás. Expulsa del territorio a unas y extermina a otras.


sábado, 17 de septiembre de 2022

TRÁILER. LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO PRIMERA PARTE

El otoño mediterráneo se caracteriza por tener un clima templado constante. Con precipitaciones en forma de tormentas al comienzo de la estación; borrascas atlánticas continuas y temporales de lluvia y nieves al final.

Estas lluvias templadas, abundantes y regulares, hacen posible el cambio natural del color de las hojas en los árboles y arbustos caducifolios mediterráneos, la maduración de muchos frutos y el nacimiento de los pastos.

Una parte considerable de la fauna está emigrando, o se ha trasladando a otras zonas del territorio, donde el alimento es más regular.

Los anfibios que estivaron, salen de sus refugios con las lluvias, pues los arroyos y las fuentes vuelven a correr.

Algunos mamíferos tienen una segunda cría, o inician su ciclo reproductor anual. Otros, resuenan por los montes, están de bodas.

Es una época de continuos momentos gratos que se suceden. Que se pueden vivir intensamente, si se está en los instantes y en los lugares precisos.

 


jueves, 8 de septiembre de 2022

LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO PROGRE EN ESPAÑA. 2 PARTE

 






Los montes ya no pueden estar peor de lo que están. Los árboles y arbustos sufren un estrés hídrico tan grave, que les está matando, o les está dejando en una situación irreversible, que va a terminar con su muerte en uno o dos años.






Ante esta situación, las grandes encinas, los quejigos y los alcornoques no producen bellotas. Los grandes arbustos nobles dejan de dar frutos. Ya no tienen continuidad, no alimentan a la fauna y a la ganadería.






Con estas sequías y estas olas de calor, los montes están preparados para arder, pues están completamente deshidratados.




En lo que va de año, han ardido en España más de 290.000 hectáreas. Según datos del EFFIS Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales.




El gobierno utiliza los incendios forestales para adoctrinar a la sociedad, ante un cambo climático que están creando con ingeniería climática.




El cambio climático que el gobierno está imponiendo en España, con ingeniería climática, forma parte de un programa, de una campaña criminal organizada a nivel mundial.




En España, esta campaña de manipulación climática, originada con ingeniería climática, comenzó a principios de los años ochenta del pasado siglo. Está dirigida por el gobierno nacional y regional; consentida por las diferentes organizaciones supuestamente ecologistas; ingenieros de montes y forestales del estado, que tienen que velar por el patrimonio forestal y natural del país; supuestos climatólogos, que son sólo meros esbirros que confunden y adoctrinan a los ciudadanos; La Aemet; ciertos cargos superiores de los cuerpos de la defensa y la seguridad nacional; una serie de esbirros interminables, enchufados en las diferentes administraciones; todos los medios de comunicación subvencionados por el gobierno.

Todos estos cargos que se nombran, tienen mucho que decir ante estos hechos criminales. Pero callan, y algunos desvían el asunto para inhibir sus responsabilidades, o directamente lo apoyan.




Ante esta red de manipuladores, que día tras día, durante las 24 horas, difunden la doctrina por la televisión, la radio, la prensa, las redes y a través de campañas falsas de propaganda, que adoctrinan a la sociedad con el eslogan “cambio climático¨, una gran mayoría de los ciudadanos han terminado por asumir, inconscientemente, esta campaña criminal, que está arruinando a España y matando a sus ciudadanos.




Son las 12,59 de la mañana. Se está levantando una tormenta por la zona noroeste de San Sebastián de los Reyes.



Son las 13,47. Están entrado drones y aviones, fumigando con productos por encima de la tormenta.



Son las 13,48. La tormenta se está estabilizando.



Son las 17,29 de la tarde.



Son las 17.30. Después de las continuas fumigaciones que han realizado los aviones y los drones, la tormenta está remitiendo.



Son las 20,17. Las nubes de la tormenta han subido y se están descomponiendo.





Son las 20,21. Siguen fumigando los restos de la tormenta por encima de las nubes.



Son las 21,06. Esto es todo lo que ha quedado de la tormenta.


Los últimos quince días de agosto, se caracterizan por las tormentas que se producen. Dice el refrán, fundamentado en dos mil años de experiencia, “que para que la otoñada sea buena, por San Bartolomé, las aguas primeras”. Los últimos días, desde el 23-8-22 al 31-8-22 se han levantado tormentas en las zonas del noroeste y del centro, a lo largo de la mañana. Según se iban levantando las tormentas durante el día, iban apareciendo aviones y drones fumigando las zonas. Al llegar la tarde, las tormentas se iban deshaciendo. Al llegar la noche, no quedaba nada de ellas. Unos hechos que se han producido a la vista de todo el mundo.




El daño, una vez más, ya está hecho por este año. Han arruinado las cosechas de cereales; han dejado a los ganaderos sin pastos y sin agua en las fuentes; han afectado muy negativamente a los productores de frutas y frutos secos; han arruinado las cosechas de girasol; han arruinado el turismo rural en la mayoría de las provincias; la producción hidroeléctrica; el sector de la madera; todo el patrimonio natural y ambiental del país, poniendo a España a la cabeza en el número de incendios forestales, intencionados, según la fiscalía del estado; han arruinado la economía y la salud de los ciudadanos.




Queda la campaña de geoingeniería climática de otoño y de invierno, donde todavía pueden destruir y hacer más daño. Llevando esta sequía, las olas de calor y los incendios forestales, hasta el mes de noviembre, como han hecho otros años. O pueden producir inundaciones en el levante y en otras zonas del territorio nacional, como ya están anunciando algunos medios y algunos esbirros de la comunicación.






jueves, 1 de septiembre de 2022

LAS CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO PROGRE EN ESPAÑA. 1º PARTE


La principal particularidad que tiene el clima, es, que es cambiante e imprevisible. Todo aquel que va con regularidad a la montaña, sabe que el clima puede cambiar en cuestión de horas.

Hoy, La Agencia Estatal de Meteorología de España, comunica el tiempo que va a hacer a lo largo del día y en los próximos. También se aventura a predecir el que vamos a tener en los próximos meses. Y la mayoría de los ciudadanos lo asume y se lo traga como algo normal.



Claro que saben el tiempo que va a hacer. Tienen la experiencia y los datos obtenidos en los últimos cuarenta y dos años. A través del Proyecto para la Intensificación de la Precipitación en España PIP, y los diferentes proyectos encubiertos que han realizado y siguen llevando a cabo en todo el territorio nacional.



Saben como alterar el clima con los diferentes productos probados y patentados. Las horas del día en las que tienen que fumigar los cielos de España con esos productos, para que causen los efectos deseados en el clima de la zona.

 

Todos esos productos patentados, en realidad terminan siendo productos criminales, que alteran el clima, creando un falso cambio climático. Productos como las tierras de diatomeas, que crean enfermedades respiratorias, gripes, neumonías, y exterminan a los insectos. Como el aluminio, el grafeno y el bario, que caen con la lluvia y terminan en los embalses que abastecen de agua a la sociedad. Generando en los ciudadanos alzheimer, ictus, enfermedades degenerativas, cánceres de diversos tipos.


Las fumigaciones que vemos a diario en los cielos de España, se realizan con aviones o drones preparados, que fumigan a ciertas alturas los productos patentados.


Los esbirros del gobierno que operan en los medios de comunicación y los incrédulos, dicen que las estelas que se ven en el cielo, las crean los aviones comerciales.

Para que se forme una estela de condensación de un avión comercial, tiene que haber más del 70% de humedad, y una temperatura entorno a los 20-40 grados bajo cero. Circunstancias meteorológicas que sólo se dan en ciertos periodos del año en La Península Ibérica.

Un ex-comandante de la OTAN, afirma que en verano no hay estelas de condensación, porque en esas condiciones ambientales de humedad y temperatura, no se pueden generar. Debido a la sequía y a las altas temperaturas.

Todas las fotografías que aparecen en el artículo, de cielos con estelas de fumigación, se han hecho este verano, durante los meses de junio, julio y agosto.


Saben como destruir los frentes de nubes procedentes del Atlántico, que entran en La Península cargados de agua. Que riegan los cultivos de los agricultores y los pastos de los ganaderos. Que cargan los arroyos, los ríos y los embalses, y mantienen vivo el patrimonio natural del país.



Saben como eliminar las tormentas que se originan a lo largo del día en verano. Tormentas que hidratan los montes resecos por la sequía estival, que refrescan el ambiente y alejan las olas de calor y los incendios forestales.


Vamos a retroceder un poco en el tiempo, hasta finales de abril, para ver en que ha consistido la campaña de geoingeniería que está alterando el clima. Que ha creado esta sequía y estas olas de calor insoportables, que han secado los arroyos, mermado los ríos y los embalses. Que han deshidratado los arboles y arbustos que pueblan nuestros montes, hasta dejarlos sin ninguna defensa, ante el fuego criminal programado que los destruye para siempre.


Hasta finales de abril, el panorama climático estaba siendo algo regular, en cuanto a precipitaciones. Ver cuadro comparativo.


Desde el día 1 de mayo, al día 31 de agosto del presente, en la estación meteorológica de San Sebastián de los Reyes, Madrid, sólo se han recogido. Ver cuadro comparativo.


Hemos tenido tres olas de calor generadas con ingeniería climática, con temperaturas en las que el termómetro marcaba los 50ºC en las horas puntas (desde las 12 del medio día, hasta las 19:00 horas de la tarde) pues todos los días, aviones y drones han fumigado los cielos de Madrid, para destruir las tormentas que se levantaban durante muchas mañanas en la zona de la sierra, al pie de esta o en el centro.


En la imagen podemos ver las continuas estelas de fumigación que están dejando los drones, para terminar de neutralizar la tormenta que se levantó la mañana del día 29 de mayo del 2022, en la zona oeste de Madrid.

Después de una tormenta, que deja abundantes precipitaciones, las altas temperaturas caen, refresca al día siguiente y el aire se hace más respirable.

En el resto de España, el régimen de lluvias ha sido muy similar, milímetro arriba o abajo. Igual que las temperaturas y las olas de calor.






sábado, 27 de agosto de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO PRIMERA PARTE

En la evolución y el mantenimiento natural del monte, influyen la situación geográfica, el clima, el tipo de vegetación y la comunidad de fauna que le habita.

Dentro de toda esa comunidad, hay elementos naturales que facilitan la dispersión de semillas por el espacio geográfico, como son el aire y los cursos de agua, o la fauna variada que los cosecha y se alimenta de ellos.

Dentro de la fauna que cosecha frutos y los entierra durante el otoño, para consumirlos en invierno, cuando la comida escasea, encontramos a los ratones de campo, las ardillas, los lirones caretos, las grajillas y los arrendajos. Muchos de estos frutos, por circunstancias, terminan convirtiéndose en pequeños árboles en primavera.

Hay otro grupo mucho más amplio, que está sembrando los montes durante todo el año, según se van produciendo los frutos. Entre los mamíferos encontramos a los zorros, los tejones, las garduñas, las jinetas, los erizos y los corzos. Entre las aves, vamos a citar a los más especializados, los mirlos comunes, los estorninos pintos, los zorzales y algunas currucas. Toda esta comunidad viva, cuando consume los frutos silvestres en una zona, y defeca sus semillas en otra, amplía y mantiene vivas las especies vegetales de un espacio forestal. Se mantiene viva su diversidad genética y recolonizan zonas en el monte, donde desaparecieron por circunstancias no naturales.

En la imagen vemos a un mirlo común alimentándose con los frutos de un majuelo. Donde deposite las semillas que han pasado por su intestino, la próxima primavera nacerán pequeños majuelos.




Al observar la bellota de la fotografía, me viene a la mente la siguiente reflexión... El mundo que nos ha tocado vivir, lleno de gente manipulada y enajenada por una élite sin escrúpulos, han convertido lo razonable, lo normal, lo que forma parte de la tradición cultural de un país, en irrazonable, anormal y carente de cultura. O sea, el mundo al revés. Este mundo al revés no sería posible, si las personas tuvieran personalidad y criterio.

La cultura y las tradiciones culturales que tiene España, arrancan en el neolítico, hace unos cinco mil años. A lo largo de los últimos dos mil años, esa cultura adquirida y aprendida en el medio natural, se ha convertido en tradición cultural: en la forma de construir un pueblo o una ciudad, con los materiales naturales de la zona. En la forma de producir cereales según la geografía del terreno y el clima. En la forma de gestionar el ganado, según el clima y los montes. En la forma de gestionar los montes, para que den los necesario y no se sobreexploten y desaparezcan. En la forma de gestionar los recursos naturales, para que creen riqueza sin ser exterminados con el tiempo. En la forma de vivir, comunicarse, relacionarse, recrearse, manteniendo las relaciones de cordialidad con los pueblos, ciudades, provincias y regiones cercanas, sin confrontaciones.

En un país tan rico y variado en recursos y espacios naturales, es muy difícil que la cultura de medio no se trasmita a sus habitantes.

Hoy, se habla mucho de la alimentación de calidad, sin que el ciudadano enajenado se pare a pensar un instante, que es realmente lo que come o bebe. La mayoría de los productos que consumimos (el 90-99%) están refinados, o les han metido ciertos gases para su maduración o elaboración, o les han quitado ciertos componentes beneficiosos para la salud.

Hoy, en ciertas zonas de planeta, se siembran millones de hectáreas de especies vegetales como la soja transgénica; en zonas donde donde hace tan sólo treinta años había selvas o bosques. Productos vegetales que se comercializan como carne, por su supuesto valor proteínico y energético. Una serie de productos que están arruinando el planeta donde se producen, y están convenciendo al enajenado que esa es o va a ser la alimentación de un futuro cercano, en el que no faltarán los insectos como complemento de esa alimentación. En el año 2022, cuando se supone que todos somos muy listos.

En los últimos cuarenta años, la despoblación del mundo rural y la ingeniería climática, han hecho estragos en los montes. La mayoría de las grandes encinas que producen bellotas, están muy afectadas por la ingeniería climática. Por ese cambio climático artificial que el gobierno quiere imponer, se están muriendo.

Hace unos cuatro mil años, que se sepa, aquellos habitantes de La Península Ibérica ya conocían las propiedades culturales y nutritivas de las bellotas de encina. Conocían las manchas y las encinas que daban las bellotas dulces de calidad. Sabían como resalvear (podar) esas encinas, para que dieran los frutos más grandes y más sabrosos. Pero lo más importante que aprendieron, es que debido a su valor nutritivo y sus propiedades, si recolectaban las suficientes durante el otoño, podían pasar el duro y frío invierno bien alimentados, pues con ellas aprendieron a hacer pan y guisos variados.




Entrado el mes de octubre, al amanecer y a la caída de la tarde, los berridos de los ciervos se escuchan en los montes donde habitan. Durante el celo, los podemos ver en los claros, en las zonas abiertas. Donde guardan un harén de hembras y pelean con los grandes machos por protegerlas y procrear con ellas.

Cada grupo de hembras, sólo está con un ciervo el tiempo que este mantiene el vigor de procrear, después de haber estado copulando con ellas durante días, sin comer. Cuando el vigor y la fuerza para defenderlas se va, las ciervas se van con otro ciervo más poderoso, con el que siguen copulando, hasta que le las va el celo al quedar preñadas. Un cierva puede copular con varios ciervos en pocos días. Con este rito natural, se consigue que todas las ciervas tengan crías la próxima primavera.

En los montes mediterráneos sobre arenas del centro de España, la berrea suele comenzar, llueva o no, en la primera semana de octubre, y suele durar has las últimas semanas de noviembre.

Pasado este periodo del otoño, los ciervos con más de cinco años desaparecen. Durante el día se encaman en el interior del monte y no hay forma de verlos. Sólo al amanecer o a la puesta del sol, es posible verlos en algún claro pastando.




Las especies forestales que forman el monte mediterráneo, han evolucionado en un clima de contrastes, con cuatro estaciones diferenciadas, en cuanto a temperaturas y precipitaciones. La situación geográfica, los suelos y su profundidad, también ha influido en su evolución.

Todos los árboles que dan bellotas en Europa, tienen su origen en la cuenca del mediterráneo. Luego, después de las glaciaciones, en el cuaternario, fueron colonizando el continente según sus necesidades hídricas y geográficas.

Las encinas, los alcornoques, los quejigos y las coscojas se han quedado en aquellas zonas geográficas y climáticas que les favorecen. Junto con enebros de la miera, sabinas albares, perales silvestres y acebuches. Con especies que poblaron aquellas selvas tropicales hace unos sesenta millones de años, que se quedaron y evolucionaron en el interior del monte, como los madroños, las cornicabras, los torviscos y los sanguinos. O con especies más atlánticas, que habitan en las zonas más frescas de los valles, como los robles melojos, los endrinos, los fresnos y los arces.

Todo este conglomerado forestal, que tiene su origen en La Península Ibérica, fue evolucionando durante los últimos sesenta millones años. Con épocas frías, templadas y cálida, en las diferentes zonas geográficas de La Península. Están adaptadas para soportar sin ningún problema, las cuatro estaciones del año. Como dato, todos los quercus mediterráneos fructifican durante el verano y maduran sus frutos en otoño, como consecuencia de las tormentas que caen y las temperaturas regulares.

Con este pequeño apunte, quiero dar a entender, que el verano mediterráneo natural, no es ni tan cálido ni tan seco, como nos cuentan y nos quieren hacer creer en los diferentes medios de comunicación. Los veranos que estamos viviendo en España en los últimos treinta y dos años, con olas de calor que empiezan en marzo y terminan en noviembre, con temperaturas por encima de los 45ºC, son las consecuencias de la manipulación del clima con ingeniería climática.




Entrado el mes de septiembre, los gamos ya han tirado el correaje que cubría las cuernas y las han limpiado con las matas.

Los días se notan, son más cortos. Con las primeras tormentas, los ambientes del monte se van renovando. Bajan las temperaturas, refresca al amanecer y al caer el día, y la luz del sol no molesta. En las zonas más frescas ya ha brotado la hierba.

Durante este mes, todavía se juntan los machos y las hembras con las crías. Van por el monte pastando o se reúnen bajo los grandes árboles para descansar. Según llegue el otoño, de lluvias y de pastos, se adelantara o se atrasará el celo de los gamos. Mientras, es un espectáculo verlos por el monte...

 

Pasado el veinte de agosto, con las primeras tormentas que refrescan el ambiente, se empiezan a ver por los montes unos pájaros que llaman la atención por su forma de comportarse. En muchas zonas de España se les conoce como los pájaros de verano, pues es ahora cuando se les ve, de forma abundante. Con ellos viene el otoño.

Son los papamoscas cerrojillos, los papamoscas grises y los colirrojos reales. Pequeños pájaros insectívoros, que han criado en los montes caducifolios y en los pinares de todos los sistemas montañosos de La Península Ibérica y de Europa.

El papel ecológico que cumplen, cuando pasan en su viaje migratorio hacia África o Europa, por los montes y los campos ibéricos, es muy importante, pues durante la migración, cada pájaro consume tal cantidad de insectos, que doblan su peso. Si multiplicamos los 13-16 gramos que pesan estas especies, por los dos o tres millones de individuos que pasan por España en primavera y en otoño, nos podemos hacer una idea de la cantidad de insectos que eliminan. Son el mayor insecticida natural y el más eficaz que existe. No cuesta nada y regulan las poblaciones de insectos.