En los últimos veintitrés años, los diferentes medios de comunicación subvencionados por el gobierno, y los diferentes partidos políticos que han intervenido en el gobierno de España, no han cesado ni un sólo día en comunicar (en adoctrinar) y en avisar (en infundir miedo a los ciudadanos) que estamos viviendo un cambio climático, que se ha originado en los últimos cuarenta años, como consecuencia de la utilización irracional de los combustibles fósiles.
Antes del año 2000 “el cambio climático” no existía. Ni en el medio ambiente de La Península Ibérica, ni en los medio de comunicación, ni en la política de los partidos políticos que dirigen el destino de España.
¿Qué es un cambio climático?
Es un cambio continuo que se origina en la distribución de los patrones del clima, en periodos de tiempo que van desde siglos hasta miles de años. Es un proceso natural cíclico continuo, desde el origen del planeta.
El último periodo climático que ha trascurrido en la tierra, comenzó hace unos 110.000 años y finalizó alrededor del 9700 antes de Cristo, dando paso al periodo de clima actual.
La Pequeña Edad de Hielo, fue un período frío que abarcó desde comienzos del siglo xiv hasta mediados del xix
¿Porqué se inician los cambios climáticos en la tierra?
La rotación del sol y sus órbitas provocan los ciclos solares que conllevan los enfriamientos y los calentamientos. El sol rotó más lento durante La Pequeña Edad de Hielo.
Hay gran cantidad de estudios que muestran grandes relaciones entre la actividad solar y el clima. Wladimir Peter Koppen. Climatólogo, 1873. John Allen Eddy. Astrónomo, 1976.
Las consecuencias ambientales de un cambio climático natural, se ven en la evolución que va teniendo el clima, la vegetación, la fauna, los sistemas geográficos hídricos formados por ríos, arroyos, lagunas, acuíferos, desde que se inicia hasta que comienza el nuevo ciclo. Podemos hablar de siglos o miles de años. En la vida de una persona, estos cambios no se perciben.
Vamos a ver que es y en que consiste el cambio climático artificial, criminal, que el gobierno está imponiendo en España.
El meteorólogo Piers Corbyn, afirma que ninguno de los grandes cambios climáticos de los últimos mil años se pueden explicar en relación con el CO2.
Científicos como Craig Idso, o Shenwood Idso, de la Oficina de Climatología de la Universidad de Arizona, afirman que cuantas más partes por millón de CO2 haya en la atmósfera, mejor, ya que el aumento del CO2 aumenta la productividad global de la vegetación, aumentando la producción de alimentos con mejores propiedades y madera de calidad, ayudando a alimentar a la población.
Desde comienzos de 1980, con la puesta en marcha del Proyecto para la Intensificación de la Precipitación, PIP, en La Península Ibérica se ha realizado numerosos experimentos climáticos encubiertos, con técnicas de ingeniería climática, que han servido y sirven como patrones para alterar y modificar el clima en otras zonas de la tierra. En España y en Portugal se han probado y se siguen probando, tecnologías patentadas que alteran y manipulan el clima.
Aviones comerciales modificados, pilotados por personas, fumigan grandes trayectos. Aviones pequeños adaptados para fumigar, pilotados desde la torre de control del aeropuerto o aeródromo (drones).
Productos patentados que van mezclados con los gases que desprende el reactor. Aluminio, grafeno, azufres, tierras de diatomeas, carbones... Productos que se fumigan a diario en los cielos en toda La Península Ibérica, para destruir principalmente los frentes de nubes y crear estas sequías que estamos padeciendo, o producir inundaciones puntuales con productos patentados como el yoduro de plata y otros.
Antenas y radares que bombardean con hondas las borrascas y las tormentas fumigadas, para deshacerlas y que no precipiten.
Las consecuencias ambientales, sociales y económicas que están originando, las estamos observado y sufriendo desde que se puso en marcha esta campaña criminal encubierta con ingeniería climática, conocida con el nombre de “Cambio Climático”
Destrucción y extinción de la agricultura y la ganadería tradicional ibérica. Dos formas de producir alimentos de calidad, integradas en el medio ambiente de España.
Las sequías encadenadas; las heladas puntuales tempranas del otoño y las tardías en primavera; las granizadas explosivas con granizos como huevos de gallina; la venta de semillas transgénicas patentadas; la venta de productos fitosanitarios y abonos químicos; la vacunación intensiva del ganado; la entrada de nuevos productos agrícolas y nuevas razas de ganado de otros países, han puestos a estos sectores al borde de la extinción. Muchos agricultores y ganaderos se han visto obligados a dejar su forma de vida, porque les estaba hipotecando. Otros se la quitaron, porque les arruinó.
En el recuerdo: como el Ministerio de Agricultura acabó con la mayoría del sector lácteo de España con la Unión Europea. Con cupos de producción inaceptables; la extinción de cientos de miles de vacas lecheras y comarcas históricas; construcciones de salas de ordeño y otras infraestructuras; subidas y bajadas repentinas en los precios de la leche que terminaron arruinando a la mayoría de los ganaderos y el posterior abandono de las explotaciones.
Ahora la historia se repite, pero de otra forma. Sequías manipuladas que aumentan el precio del agua, el precio de los cereales, de los forrajes. Aumento de las vacunas para tratar esas supuestas enfermedades, que sólo conocen los veterinarios que trabajan en las diferentes comunidades autónomas. Salarios y todas las horas del día para trabajar.
En 1950 en España, con la leche que daba una vaca y el choto que criaba al año, vivía una familia. Hoy, con cien vacas, un ganadero tiene muchas probabilidades de arruinarse.
La despoblación parcial o total por el empobrecimiento de la España rural. En consecuencia, la disminución de la natalidad. Un mundo que se empobrece, que no ve futuro, no procrea, no se renueva. Se extingue.
La destrucción y la extinción del patrimonio rural y cultural de España. En los últimos treinta años, ha desaparecido y ha cambiado mucho el patrimonio rural de España.
La contaminación del agua de superficie por metales pesados y otros productos, que posteriormente bebemos en casa. Si se mueren y desaparecen los organismos vivos de nuestros ríos de montaña, como no van a afectar a las personas esos productos criminales con los que nos fumigan todos los días, que luego terminan en nuestros ríos y posteriormente en nuestras casas.
Aparición de enfermedades nuevas, epidemias de gripes, neumonías, afecciones oculares, artritis, cánceres de próstata, de mama, de riñón y de pulmón, párkinson, alzheimer, ictus, autismo... Todo este tipo de enfermedades se han disparado desde 1980. Consulten, donde proceda, qué número de españoles padecían estas enfermedades en 1970 y el número actual.
Exterminio de la fauna, como consecuencia de las alteraciones de las temperaturas, sequías, lluvias torrenciales, granizos, durante los periodos que la fauna no prevé.
Esas granizadas de granizos como huevos de paloma o gallina, que han puesto de moda en España los que manejan las máquinas de la ingeniería climática, han malogrado en los últimos treinta años muchos nidos de águila imperial ibérica, cigüeñas, águilas culebreras, flamencos, buitres negros...
Las subidas puntuales de las temperaturas durante los meses de marzo, abril y mayo, por encima de los 45ºC terminan malogrando las puestas de las aves.
Ahora, la mayoría de los pájaros apenas hacen una cría, que no termina de salir en la mayoría de los caso. Por eso los gorriones, los vencejos y las golondrinas, casi han desaparecido de los pueblos y las ciudades. Por eso los jilgueros, los pinzones comunes, los pardillos, aves tan abundantes hace cuarenta años, son ahora tan escasas en los campos.
La ola de calor que soportó Francia en el verano de 2003, mató a más de 15.000 personas.
Las heladas puntuales que crean, también son muy perjudiciales para la vegetación del monte, pues destroza a los árboles y arbustos cuando están sacando las hojas y los tallos nuevos en primavera, llegando a matar a los grandes y viejos árboles. Estas heladas artificiales, causan muchas bajas en la fauna.
Pero lo más sorprendente de toda esta mentira criminal, es que los ciudadanos, los que compramos los carburantes homologados que nos venden; todos esos productos homologados contaminantes, como el plástico que nos venden; todas esas frutas, hortalizas y carnes que nos traen y nos venden, de ciertos países que no tienen controles de calidad, que compiten de forma desleal y arruinan la agricultura y la ganadería de España... Después de servirlos y hacerlos ricos, somos los culpables y los responsables de un cambio climático que se han inventado. Dicen los que saben de economía, que es la nueva burbuja económica que viene.
Las redes están llenas de noticias contaminadas y de información falsa. De sinvergüenzas de dos patas con muy mala baba que no aportan nada a la sociedad, al servicio de esta campaña criminal.
“El cambio climático” originado en los medios de comunicación en los últimos cuarenta y cuatro años, no es real, es virtual. Sólo existe en esos medios de comunicación subvencionados por el gobierno, que manipulan la información, la opinión de los españoles.
Es una campaña criminal encubierta que están ejecutando con ingeniería climática. Que intimida, desorienta, acobarda, extorsiona con impuestos, para conseguir los fines que se mencionan en el artículo. Hundir a España y a los españoles, mediante la destrucción de los recursos naturales y el endeudamiento. A si de simple es esta campaña criminal que comenzó en España 1980.