El clima de una zona geográfica se fundamenta en los patrones climáticos fijados durante un periodo de tiempo largo, generalmente más de cien mil años. Está en continua evolución, pero no cambia o comienza a cambiar en tan sólo tres o cuatro décadas, como adoctrina el Ministerio de Medio Ambiente y la Agencia Estatal de Meteorología.
El refranero español es una fuente de sabiduría del clima, que se ha ido implantando en la cultura popular desde el neolítico, hace unos cinco mil años. Los agricultores y los ganaderos se han basado en él durante siglos.
“En agosto, frío en rostro”. Pasado Santiago (25 de julio) el calor deja de apretar. Caen las temperaturas más alta que se dan durante la estación. Aunque las temperaturas siguen por encima de los 26ºC, llegando algunos días a los 35ºC. Las noches y las madrugadas son frescas.
“Por San Bartolomé (24 de agosto), el verano se fue”. A partir de estas fechas, con las regulares tormentas y los días más cortos, el clima se templa. El verano comienza a dar paso al otoño.
El tiempo meteorológico es imprevisible. Tiene sus patrones climáticos unidos al clima que impera en la zona geográfica.
Sólo se puede prever con esa seguridad que dictan, como anuncian en los diferentes medios de comunicación, si se altera o se manipula con ingeniería climática.
Las temperaturas que estamos soportando durante esta semana, entre los 38ºC y los 50ºC en el exterior, y los 30ºc y 33ºC en el interior, no son ni normales ni naturales en el verano mediterráneo del centro de La Península Ibérica. Estas temperaturas, nunca, salvo algún caso puntual excepcional, se han producido de forma natural en España durante semanas enteras. No hay registros ni constancia de ello.
Vamos a ver como están ejecutado con ingeniería climática, la ola de calor que estamos soportando en España, desde el lunes día 4 de agosto hasta el sábado día 9.
Generalmente, antes de ejecutar una ola de calor, La Agencia Estatal de Meteorología y El Ministerio de Medio Ambiente, anuncian desde los diferentes medios de comunicación subvencionados, que va a venir una ola de calor que va a durar ciertos días y vamos a llegar a ciertos grados.
Los medios de comunicación son una parte considerable muy importante para los criminales que manipulan el clima. Mantienen a la población confundida y tranquila, mientras aguanta y padece toda la campaña criminal.
Han idiotizado a la sociedad española de tal forma, que ahora todo el que tiene un teléfono móvil, se cree que tiene razón por consultar al instante las redes. Cree que todo lo que le informa ese pequeño aparato es verdad.
O son muy inteligentes las olas de calor que llegan a España en los últimos treinta años, o la Agencia Estatal de Meteorología está manipulando el clima donde interesa, o están manipulando la información, o están haciendo las tres cosas.
Cómo se crea una ola de calor con ingeniería climática?. Vamos a ver el protocolo que sigue esta industria criminal del clima, de principio a fin.
La ingeniería climática se encarga de ello. Está equipada de radares desde donde se bombardean con ondas las nubes; aviones y drones, desde donde se fumigan las borrascas con productos patentados para destruirlas.
Si no hay nubes las temperaturas suben. Si fumigan los cielos con productos criminales patentados para la ingeniería climática, las temperaturas suben más.
Entre los productos criminales patentados que utilizan para fumigar los cielos de España, para destruir las borrascas, los frentes de nubes y las tormentas, encontramos en la oficina de patentes de Estados Unidos, entre otros, las tierras de diatomeas, carbones, aluminio, fosfuro de aluminio, boro, grafeno, sulfuros, polonio... Nanotecnología en la que encapsulan todos estos productos, para moverlos por la atmósfera.
Generalmente suelen fumigar los cielos desde alba hasta el anochecer. En los últimos años, hay días que fumigan durante las 24 horas.
En las estaciones meteorológicas públicas que hay por todo el territorio nacional, podemos obtener los informes de los análisis del aire y del agua de lluvia que se hacen todos los días, para ver los diferentes productos criminales patentados, que fumigan en la atmósfera para alterar el tiempo meteorológico, el clima.
Las fumigaciones aéreas que ejecutan a diario, cuando se ha difuminado por completo por la atmósfera y la han cubierto, crean una enorme burbuja invernadero, que deja entrar los rayos de sol, pero no permite que salga el calor que se va acumulando, ni las radiaciones que perjudican la visión.
El efecto invernadero llegó a España en los años ochenta con la ingeniería climática.
Las consecuencias criminales, catastróficas, de una ola de calor artificial en el medio ambiente, no se hacen esperar.
La inversión de la fotosíntesis (el flujo del oxígeno y el anhídrido carbónico) se produce en los vegetales como consecuencia de las altas temperaturas que ocasionan durante 11 horas al día.
Cuando ejecutan estas olas de calor durante días, el termómetro se pone entre los 37ºC y los 52ºC durante once horas diarias. Las plantas, los arbustos y los árboles invierten el flujo de la fotosíntesis para no morirse de sed. Consumen todo el oxígeno hidratado y desprenden el anhídrido carbónico que los alimenta.
En consecuencia, para no morirse deshidratados, dejan de alimentarse, de fortalecerse, durante la mayor parte de la primavera, el verano y el comienzo del otoño, cuando más olas de calor ejecutan con ingeniería climática.
Durante estos días que están ejecutando la ola de calor, se está produciendo menos oxígeno y está aumentando el anhídrido carbónico.
Si os fijáis en las hojas de los árboles de las calles o los parques, veréis que sus bordes están "quemados". Nos están indicando que han subido las temperaturas por encima de los 37ºC durante varios días, y se está produciendo la inversión de la fotosíntesis. Este proceso no se produce en un clima natural.
La alteración criminal del tiempo meteorológico, del clima, durante la primavera, el verano y el otoño, con olas de calor durante días, con temperaturas entre los 37ºC y los 52ºC, termina haciendo daño a la salud de las personas.
Afecciones cardiorrespiratorias, oculares, articulares, óseas, gastrointestinales, de piel... se han disparado en los últimos cuarenta y cinco veranos en España.
Estas temperaturas, soportadas con los aparatos de refrigeración (poco saludables), son criminales para la salud de las personas mayores y para las que padecen enfermedades respiratorias.
Los agricultores tiene que invertir más recursos en regadíos, para mantener unos cultivos que hace sólo treinta años, se mantenían con las lluvias regulares de cada estación.
Las consecuencias en la ganadería son más catastróficas y criminales que en la agricultura, pues la falta de agua y de pastos la tiene que soportar el ganadero.
Hace sólo treinta años, la ganadería extensiva que pastaba en España se mantenía de sobra en las dehesas y montes. Daba beneficios al ganadero y al país.
Hoy, la manipulación del clima con ingeniería climática, deja sin comida y sin agua al ganado durante la mayor parte del año. Hoy el estado subvenciona a los ganaderos "para que supuestamente se mantengan".
Por una parte les está arruinando, y por otra, les está ayudando a hipotecarse con los bancos. A ver si en unos años lo pierden todo, como les ha ocurrido a muchos. Al intentar mantener una forma de vida, una cultura y una economía válida y solvente.
Las consecuencias en el patrimonio natural está siendo catastróficas. Cientos de miles de encinas, alcornoques, quejigos, melojos, olmos, pinos, hayas, castaños, están muriendo de sed y atacados por las diferentes plagas que se han disparado, como consecuencia del aumento de las temperaturas.
Le quieren echar la culpa al pequeño escarabajo que ataca al olmo; o al cerámbyx que ataca a los quercus; o a los chinches que atacan a los pinos piñoneros y a los castaños; o a esa enfermedad que nunca ha existido, con el nombre de "la seca".
Aquí sólo hay unos ejecutores, una estrategia criminal y un arma que se llama ingeniería climática, que ha puesto al medio ambiente de España en esta situación tan lamentable.
Durante los días que ejecutan la ola de calor, la humedad ambiental es nula. Los árboles y arbustos están deshidratados, sin apenas humedad para defenderse ante un incendio.
Un árbol mediterráneo sano, bien hidratado, que habita en un ambiente donde son regulares las tormentas de verano, no arde de la forma que han ardido los árboles que vemos en la fotografía.
¡Que inteligentes son los criminales que propagan los incendios forestales en España! Saben cuales son los días que menos humedad va haber en el ambiente, para planear el incendio forestal en la zona geográfica escogida; saben el grado de deshidratación que hay en la masa forestal que van a quemar; saben la hora que más va a incidir el sol ese día; y saben que ese día, a cierta hora, se va a poner el viento.
Estas plantas de paneles solares, para que sean productivas y rentables, necesitan un número de días de sol sin nubes al año.
Quién está ganando y se está lucrando con la intervención del tiempo meteorológico, del clima, con ingeniería climática en España?
Las compañías eléctricas se están forrando con la bendición del gobierno. Las subvencionan, las protegen y pone a su servició todos los hogares españoles.
Con estas olas artificiales de calor, creadas con ingeniería climática, por una parte se dispara el consumo de energía eléctrica, que activa ventiladores y aparatos de aire acondicionado. Por otra, al no haber nubes, aumenta la producción de energía eléctrica en los parques solares. El negocio es redondo.
La campaña criminal con el nombre de “cambio climático”, que va dentro de una agenda criminal, con el nombre de “agenda 2030”, está destruyendo el medio ambiente, la forma de vida y la cultura de España.
Cuántas olas de calor como esta, que llevamos soportando durante ocho días, necesitan los ciudadanos para que se den cuenta de quien está destruyendo España?