martes, 10 de febrero de 2015

POR UNA MANCHA DE CASTAÑOS DEL VALLE ALTO DEL RÍO TIÉTAR




La mañana de febrero llega con el cielo cubierto de blancas y grises nubes. El frío en el ambiente se palpa y se siente en la cara... Me da que en cualquier momento, cuando se pare el aire, se va a poner a nevar.




Recorriendo un camino histórico, ya en desuso, me adentro en el monte.




Entre las hojas y los "erizos" veo que se mueve algo... Me quedo quieto y observo. Veo a un pequeño ratón de campo, calvo, que busca castañas sanas para alimentarse o almacenarlas.




Durante los meses de invierno, el bosque parece transparente. Ahora sus hojas no ocultan nada, y se ve casi todo. Es otra forma interesante de ver como es este bosque durante la estación fría.




Junto a un arroyo, habita un castaño con unos cinco metros de perímetro en la base de su tronco. Un árbol que por circunstancias... no se cortó para madera.




Estos bosques, han tenido un aprovechamiento racional histórico, desde hace unos dos mil años. De ellos han salido castañas para la alimentación, y madera para la construcción y la carpintería.




En su día, se llegó a cuestionar la autenticidad natural de estas manchas forestales. Ciertos expertos defendían, que los había plantado la civilización romana; otros, las gentes de los pueblos... El tiempo y la investigación seria, han demostrado que los puso la naturaleza, a lo largo de su evolución.




En el cielo vuela el elegante milano real. Sin apenas batir las alas, el viento le lleva a donde él quiere...




El día no cesa de cambiar... Ha llovido, nevado, hace aire, para un poco, sigue... El monte da la impresión de estar vacío de fauna, pero tiene dos cosas fundamentales para que esta no se valla y siga en la zona; el hábitat y abundantes castañas sanas, escondidas entre la hojarasca y los erizos.




Durante el invierno fructifica el rusco. Una especie subtropical, que se quedó en la península cuando retrocedieron las selvas tropicales.




El abandono comercial de las castañas en muchas zonas, está propiciando la regeneración natural del bosque. En esta imagen podemos ver numerosos castaños jóvenes, nacidos de fruto, junto a grandes castaños centenarios.




En la actualidad, es muy difícil saber como es un bosque natural de castaños. La variedad de flora y fauna original y su estructura en los diferentes relieves geográficos donde se asientan. Fue uno de los primeros bosques en los que intervino la civilización, debido a la calidad e importancia de su fruto, y posteriormente su madera. Por ahora, tenemos que conformarnos con lo que hay, que no es poco.




Dado el aprovechamiento forestal que han tenido los castañares, los pájaros carpinteros no han estado bien vistos por el hombre, y han sido escasos en el pasado. En los últimos años, gracias a la recuperación que están teniendo algunas especies, es común ver en estas manchas, a pitos reales y picos picapinos, como el de la fotografía.




La tarde se acaba. En la raya del monte localizo a un grupo de castaños de considerables edades y tamaños. Junto a uno de ellos, me quedo observando las laderas del valle, cubiertas de castaños y robles...


6 comentarios:

  1. ¡Qué bien describes ese limpio y agradable ambiente de valle y monte de centenarios castaños!
    Se pasea tan confortablemente por él, siguiendo tus pasos, aprendiendo de tu letra los tesoros que nos aguardan en el paseo.
    'Ojolince y Sra.' esperaremos ilusionados la próxima propuesta.
    Un saludo desde Pucela.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. De este valle, cubierto por castañares y robledales principalmente, vamos a ir viendo una serie de historias muy interesantes... Es una zona de Madrid que he pateado poco, pues me pilla bastante lejos, pero es muy interesante en muchos aspectos que ya iremos viendo. Gracias por el comentario. Un saludo a `Ojolince y Sra.´

      Eliminar
  2. Me ha gustado como lo has descrito , en realidad me ha encantado la entrada, me ha llevado hasta el señorío de Bertiz con sus impresionantes castaños
    un saludo desde Irun
    Javi

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El invierno traslada a los bosques caducifolios a otra dimensión. Es la única época del año en la que no tienen hojas en sus ramas, pero están en el suelo... Las nubes, la lluvia, la nieve y el sol acompañan. Ponen su nota a lo largo de la estación. Es otra de ver como son estos bosques en un periodo del año. Gracias por tu comentario. Un saludo Javier.

      Eliminar
  3. Preciosa entrada y la foto del pico picapinos de lujo. Saludos desde Fauna Compacta.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Durante el invierno la mayoría de las aves se marchan del castañar. Afortunadamente, ciertas especies permanecen en él durante todo el año; y aunque no es nada fácil en esta época hacerles una fotografía, con un poco de paciencia y quietud, también caen bajo en influjo de la cámara. Gracias por tu comentario. Un saludo Germán.

      Eliminar