lunes, 30 de septiembre de 2013

Y DESPUÉS DEL INCENDIO FORESTAL, QUÉ...


Han pasado treinta años desde que ardió el monte mediterráneo que poblaba el valle...




Una masa forestal importante, que estaba poblada por grandes árboles y arbustos: Encinas, enebros, alcornoques, fresnos, quejigos, arces menores, cornicabras, madroños, sanguinos...




Si... Ya han pasado treinta años, desde que alguien, intencionadamente, provocó uno de los mayores incendios forestales registrados en Madrid... Duró varios días y movilizó a casi todo el parque de bomberos de la provincia... Y a un gran número de voluntarios de los pueblos cercanos, que también les importaba su monte.




La naturaleza ha hecho lo que ha podido... Pero treinta años después el panorama es desolador... Donde antes había grandes árboles centenarios, ahora sólo crecen jaras, romeros, tomillos, algún árbol que se salvó, algunos arbolillos que han nacido en los últimos años... Y los esqueletos de los árboles que ardieron, como testigos mudos que siguen juzgando ciertos hechos criminales, que atentan contra la vida y el patrimonio de todos.




Así era la zona del valle que ardió hace treinta años, y así debería de seguir siendo.


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