Hubo una época en España en la que la ingeniería y la arquitectura civil, se ajustaban a los medios naturales de las zonas donde se llevaban acabo los proyectos, agrediendo al medio natural en la menor medida posible... Los jardines del palacio de Aranjuez y sus canales son una muestra de ello.
En otoño podemos pasear por sus largas calles, disfrutando de la tranquilidad y los distintos colores que despliegan los diferentes árboles y arbustos.
Aquí crían numerosas especies de aves muy interesantes, que pasan desapercibidas para el paseante. En la imagen, una de las miles de palomas torcaces que pasan por la vega del Tajo.
En su amplio recorrido podemos ver enormes árboles monumentales de gran altura, y considerables troncos, como este elegante plátano acompañado por cuatro personas.
En ciertas zonas los árboles crecen "libremente" según su disposición ecológica, dando un aspecto más natural a los jardines.
Las grandes y monumentales fuentes, con vistosas esculturas no faltan... Dando un punto más de elegancia a la zona. En la imagen La Fuente de Apolo.