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domingo, 31 de marzo de 2024

LA PRIMAVERA, LA ESTACIÓN DE LA VIDA



El monte atlántico de la montaña va saliendo del letargo invernal. Los primeros que han sacado las hojas han sido los abedules, los cerezos y los mostajos. Ahora, en progresión, van los robles y los avellanos. Valle del Lozoya, 23 de mayo de 2016.

La primavera es la estación mas optimista con más vida del año, después del invierno frío, lluvioso, con pocas horas de luz.

Se caracteriza por ser uno de los periodos más lluviosos del año, con unas temperaturas medias muy agradables durante el día, entre 18ºC y 24ºC.

Con la llegada de la estación, los días se igualan con las noches Las horas del día se van alargando hasta el inicio del verano. Con una media de quince horas de luz.





En los últimos veinte años, como consecuencia de la alteración del clima, las grullas se van un mes antes hacia sus zonas de cría, localizadas en Alemania, Polonia o Rusia. Dehesas de Colmenar Viejo, 24 de febrero de 2012.

La primavera es época de emigraciones. De los que regresan a la península ibérica, a los lugares donde nacieron, para perpetuar la especie. De los que vuelven al norte a las zonas donde nacieron, para anunciar su llegada.

Miles de grullas, zorzales, mirlos, petirrojos, chochas, avefrías, pinzones, alondras, palomas torcaces, milanos reales, ratoneros, gavilanes, azores, gaviotas, cormoranes... que han pasado el otoño y el invierno con nosotros, nos dejan. Se van para el centro, norte de Europa y Rusia, donde traerán al mundo otra generación que vendrá en otoño a La Península Ibérica.





Si bien la golondrina común es la especie que trae la primavera a toda Europa, la tórtola común es representativa de esa primavera que llega a los montes mediterráneos ibéricos. Dehesa de Moncalvillo, 14 de abril de 2017.

Llegan ahora desde África milanos negros, halcones abejeros, águilas calzadas y culebreras, alimoches, autillos, chotacabras, carracas, abubillas, abejarucos, papamoscas, currucas, ruiseñores, collalbas, tórtolas comunes, codornices, cigüeñas blancas y negras, golondrinas, aviones, vencejos... Van a llenar todos los nichos ecológicos de montes, estepas cerealistas y pueblos con su presencia, con sus cantos, con la algarabía de sus nidos y sus pollos.

Las especies más madrugadoras en la reproducción, los búho reales, los cárabos, las águilas perdiceras, los zorros, los osos, los conejos, ya tienen crías. Otros, como las grandes águilas reales o imperiales, los buitres negros y leonados, los halcones, las cigüeñas blancas... están echados en el nido incubando las puestas.





Durante toda la primavera, esta imagen se va a repetir en muchos lugares de nuestra geografía. Dehesas de Colmenar, 6 de mayo de 2012.

Según va avanzando la estación, vamos a ver numerosas y variadas situaciones familiares. Los grandes pollos del búho real, ya casi emplumados, acompañan a sus padres por el roquedo. Los pollos de cigüeñas blancas, águilas imperiales, buitres negros, quebrantahuesos, se encuentran en el nido a medio emplumar. A los pollos de halcón o de águila perdicera, los vamos a ver por las inmediaciones del nido. Los jóvenes zorzales charlos, más rápidos en completar su crecimiento, ya se han independizado de sus padres, que se encuentra ahora encubando otra generación. Los jóvenes mitos acompañan a sus padres por el monte.

De abril a julio, van a ir naciendo los pequeños jabalíes, corzos, ciervos, gamos y cabras monteses.

Ahora, en estas fechas, el 90% de la fauna ibérica se encuentra en la faceta más importante y responsable de su vida. La de formar una familia para perpetuarse como especie. Hay que traer al mundo una generación lo más numerosa y sana posible, gracias a la abundancia de recursos de calidad que proporciona la estación.





Un rebaño de ovejas pasta en compañía de sus corderos y del carnero en un claro de la dehesa. Colmenar Viejo, 24 de marzo de 2024.

En las ganaderías se producen las parideras más importantes a lo largo de la estación. La abundancia de pastos, de hojas nuevas de árboles y arbustos, van a ser un alimento muy importante para la ganadería extensiva.

Las reses van a recuperar las carnes perdidas durante el invierno. Las madres van a generar leche de calidad abundante para criar bien a sus pequeños.

La primavera es el periodo más importante para los ganaderos. Si el invierno ha sido lluvioso y viene regular en lluvias con temperaturas templadas, los pastos se van a desarrollar bien, van a ser abundantes, hermosos y variados. Van a alimentar bien al ganado durante toda la estación y el verano, hasta la llegada del otoño. El agua no va a faltar en los arroyos y en las fuentes.





Espigas de trigo. Campos de cereal de San Sebastián de los Reyes, 25 de abril de 2016.

Los campos de cereal comienzan a espigar en el mes de abril. Ahora, las diversas variedades de frutas y hortalizas, o están floreciendo, o se están sembrando o se están plantando. Dependiendo de las generosas lluvias regulares y de las temperaturas templadas, los campos ibéricos se van a convertir en el granero y la huerta de Europa.




Monte de El Pardo con las encinas y las jaras en flor. Madrid, 19 de abril de 2011.

En los montes mediterráneos las grandes encinas, alcornoques, quejigos y coscojas florecen, llenando el ambiente y el paisaje de tonos verdes renovados y numerosos matices pardos, acompañado por el denso sotobosque de jaras floridas, que llenan el ambiente de aromas.

En las riberas de los ríos y arroyos, los altos álamos negros y blancos, los sauces y los espinos blancos, se cubren de flores a la vez que sacan las hojas.





Mancha mixta de pinos silvestres, abedules, robles, acebos y brezos. Valle alto del Río Lozoya, 4 de abril de 2010.

En las faldas de las montañas, los fresnos, los robles, las hayas, los castaños y los variados árboles y arbustos caducifolios que los acompañan, se van cubriendo de hojas a la vez que florecen.

En los pinares silvestres, negros y abetales que cubren las altas montañas, donde habitan densas manchas de acebos y milenarios tejos, la primavera no llega hasta el mes de junio. Las pequeñas manchas de robles albares, comunes y abedules, avisan con el contraste de sus hojas nuevas, que ya está llegando.





Gamos adultos con las cuernas nuevas en periodo de crecimiento. Monte de El Pardo, 10 de mayo de 2015.

Cada día es diferente, es una experiencia nueva. La vida no se detiene un instante, no puede. Bulle por todas partes. Ahora es más fácil ver a la variada fauna, pues anda más ocupada en vivir, en criar a su descendencia, que en ocultarse de sus presuntos enemigos.

La primavera ibérica es un espectáculo de vida constante en los diferentes ecosistemas. Dependiendo de donde vivas o a donde vayas, en el parque, en la vega de un arroyo, en la dehesa, en la campiña, en el río o en los bosques que cubren las laderas de las montañas, va a ser cómplice de situaciones y vivencias. De ti depende que te des cuenta, que vivas esas situaciones.


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