sábado, 19 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO IV

 


El cambio climático encubierto, artificial, que han creando con ingeniería climática desde los años ochenta en España, está ocasionando daños irreversibles en el patrimonio natural y la extinción de la ganadería extensiva.

Hace cuarenta años, el clima regular proporcionaba un régimen de lluvias a lo largo del año, que mantenía los montes y los pastos con los que se alimenta el ganado. Hacía correr los arroyos durante ocho meses y mantenía las fuentes llenas durante todo el año. Esto era lo normal en toda La Península Ibérica, hace tan solo cuarenta años.

Hoy, como consecuencia de la intervención del clima con ingeniería climática, con aviones o drones preparados, que fumigan los cielos de España todos los días del año, con productos patentados, que destruyen los frentes de nubes y las tormentas, bajo el nombre criminal “Cambio Climático”, en España ya no llueve ni la mitad que hace cuarenta años.

Los arroyos ya no corren ni en invierno, debido a las escasas precipitaciones que dejan caer. Los árboles y arbustos que pueblan nuestros montes, están tan débiles, como consecuencia de las sequías encadenas que han producido durante tantos años, casi no producen frutos. Los pastos, apenas duran cuatro o cinco meses verdes, los otoños que brotan.

Ante esta catástrofe ambiental, cultural, económica, que han creado con ingeniería climática, que están manteniendo para seguir engañando a la sociedad con la marca criminal “Cambio Climático”, hoy es imposible que una ganadería de beneficios y se pueda mantener.

Ahora, el ganadero tiene que llevar agua al ganado o llevar el agua hasta las fuentes, para que las reses no se mueran de sed. Le tiene que alimentar durante todo el año, pues con este clima manipulado, el campo apenas proporciona comida. Lo que antes era normal y daba satisfacciones y beneficios, en los últimos treinta años se ha convertido en costes, ruina, el doble de trabajo, ninguna satisfacción, la extinción de ganaderías, razas y la pérdida de un oficio cultural desde el neolítico, que año tras año se va muriendo en los campos de España. El de Ganadero.


Para más información sobre ingeniería climática, 
https://www.laluzdelmonte.com/2020/09/las-consecuencias-ambientales-sociales.html

lunes, 7 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO III

 

Las razas bovinas autóctonas ibéricas, han evolucionado con el clima, el medio ambiente y la geografía de La Península Ibérica. Están adaptadas a la geografía del terreno, a los cambios de estación, a los climas y al consumo de los diferentes recursos naturales que les proporciona el medio.

Estás razas han evolucionado en las diferentes zonas geográficas de la península. Sus cuerpos están adaptados a las zonas que habitan. Por evolución, sus órganos internos pueden sacar el máximo rendimiento nutritivo de los recursos naturales que consumen. Durante el invierno, consumen diferentes tipos de hierbas y de hojas. En la primavera, se alimentan de todos los recursos nuevos, con grado. En el verano, consumen los escasos frutos que aportan algunas especies, las hojas de árboles y arbustos, algunos pastos verdes y el pasto seco. En otoño vuelven los pastos, pero no alimentan igual que en la primavera, pues tienen menos grado, ya que el sol no calienta igual que en primavera. La mayoría árboles y arbustos proporcionan una cosecha grande de frutos, que proporcionan al ganado proteínas y vitaminas para afrontar el invierno.

Están adaptadas a los cambios de estación y a los climas. Por evolución, soportan sin ningún problema las cuatro estaciones del año y los cambios repentinos del clima. Las grandes nevadas o las olas de calor. A estas razas no hace falta vacunarlas para que no enfermen, pues ya tienen los anticuerpos por evolución.

La vaca y el toro bravo, hoy, por su condición natural, son el máximo exponente de una especie que vive en semilibertad. En un hábitat natural que le proporciona todos los recursos naturales para alimentarse a lo largo del año, sin pasar carestía. Que le proporciona refugio y resguardo en invierno cuando arrecia el frío, o en verano, cuando el sol y el calor se hacen insoportables.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO II

 

La forma de criar, de mantener el ganado en el monte en La Península Ibérica, comienza en el Neolítico, hace unos diez mil años.

En un principio, los clanes familiares seguían a las manadas de herbívoros para alimentarse de ellos. Posteriormente, comienzan a seleccionar las especies y los ejemplares más mansos, para el manejo y su cría.

A lo largo de esos diez mil años, los ganaderos han conocido las especies que crían. Como manejarlas, a seleccionarlas, como curar sus enfermedades, los pastos que mejor les van, la época del año más conveniente para que críen... Han seleccionado unas reses que pueden vivir el el monte durante todo el año, aprovechando los recursos naturales, sin coste alguno.

Hoy, las cosas han cambiado un poco. De aquellos legendarios pastores y vaqueros que llevaban las manadas y rebaños por las cañadas, hasta los pastos de invierno o de verano, sólo quedan los últimos.

Las grandes dehesas municipales, donde se perdía el ganado y comía hasta hartarse, sin competencia, se vendieron o se partieron en las desamortizaciones que se hicieron en el siglo XIX.

Las fincas privadas se han ido partiendo y sus usos han cambiado. El clima que hoy tenemos, no es natural, está manipulado con ingeniería climática, y no llueve de forma regular ni la mitad que lo hacía hace cuarenta años. En consecuencia, hoy el ganadero tiene que alimentar al ganado y llevarle agua.

La vaca y el toro bravo son un referente muy claro, de como una especie semisalvaje puede habitar en una zona geográfica con unas condiciones ambientales naturales, durante todo el año, sin que el ser humano interfiera en su alimentación, en su reproducción y en su saneamiento.

Hasta los años 50 del siglo veinte, el noventa por ciento del ganado que se criaba en La Península Ibérica, se alimentaba sólo con lo que producía el campo. Había fuentes por todas partes y los arroyos corrían. Se movían cientos de miles de cabezas por todas las vías pecuarias y apenas había enfermedades.

Hoy, no hay ni la mitad del ganado que había hace cincuenta años. Hay que vacunarle dos, tres, o cuatro veces al año. Hay que alimentarle durante todo el año, hay que llevarle agua casi todos los meses del año, pues el clima está manipulado con ingeniería climática y no llueve de forma regular, para que corran los arroyos, se recarguen los acuíferos que drenan las fuentes y el monte se regenere y produzca el alimento que necesita el ganado, para mantenerse de forma natural a lo largo del año. Como ha ocurrido durante diez mil años.


sábado, 29 de octubre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO I

 

La casta, es el origen natural de una especie de vaca y de toro bravo, con unos rasgos morfológicos y un comportamiento definido. Dentro de las castas hay estirpes, que han surgido como consecuencia de la intervención del hombre en la especie, en la casta originaria.

Las principales castas originales que existían en la Península Ibérica, hasta comienzos del siglo XX eran las siguientes: La Casta Navarra, enclavada principalmente en la ribera del Río Ebro, entre las provincias de Álava, Logroño, Navarra y Zaragoza. La Casta Castellana, localizada entre las provincias de Segovia y Valladolid. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, localizada entre las provincias de Madrid, Toledo y Ciudad Real. La Casta Cabrera, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz. La Casta Vistahermosa, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz.

De la Casta Navarra no se conocen estirpes definidas. Los Toros Castellanos de La Tierra de Pinares, se han extinguido a lo largo del siglo XX por los cruces realizados con ejemplares de Casta Vistahermosa. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, fueron exterminados durante la guerra civil, al encontrarse las ultimas ganaderías en zona republicana. La Casta Cabrera se extinguió durante el siglo XX, por los cruces realizados con otras castas. La ganadería de Miura, mantiene ejemplares que reúnen los rasgos morfológicos de esta casta.

Dentro de la Casta Vistahermosa hay dos troncos principales y muy diferentes. Los ejemplares que van por la línea del Barbero de Utrera, que son de capas coloradas y negras y unas hechuras definidas, y los que van por la línea Lesaca, que son de pelos negro y cárdenos, con unas hechuras definidas. De esta casta han surgido la mayoría de los toros y vacas que hoy pastan en los campos ibéricos.

De la rama del Barbero de Utrera han surgido las extirpes de Urcola, extinguida, y Parladé, la más extendida. De la rama de Lesaca han surgido las estirpes de Saltillo y Albaserrada. Del cruce de las dos ramas, han surgido las estirpes de Murube y Santa Coloma.

Hoy, la mayoría de las vacas y los toros bravos que vemos en el campo, mantienen sus orígenes naturales. Como los bisontes europeos que se salvaron de la extinción, que ahora se están introduciendo en algunos montes de España.


viernes, 21 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VII

 

Hoy, en estos tiempos “modernos”, absurdos, donde todo se encasilla o se etiqueta con un fin, nos encontramos en esta ocasión con una especie, que la han situado geográficamente en las montañas.

Hace tan sólo sesenta años, los grandes búhos reales habitaban en todos los montes ibéricos. Localizados en las llanuras, en las riberas de los ríos y en las sierras bajas.

Donde el monte mantenía unas condiciones ambientales saludables y abundaba la fauna, principalmente los conejos, el búho real era común. No así en las montañas, como nos cuentan ahora, donde siempre ha sido escaso, debido al clima y a la falta de su principal presa, el conejo.

Durante los años setenta, ochenta y noventa, desapareció de muchas zonas de nuestra geografía, como consecuencia de la mixomatosis, la neumonía hemorrágica vírica, la caza ilegal, el trazado de tendidos eléctricos de media tensión, el aumento de las licencias de caza, el expolio de nidos, etc

En muchas zonas geográficas, donde parecía que nunca iba a volver, pues su situación natural ha desaparecido o se ha transformado en otra, afortunadamente ha vuelto a criar. Con un montón de problemas por resolver, pero han vuelto.

Hoy, los búho reales se enfrentan a la manipulación climática, que les hace perder muchas puestas. A la propagación de la neumonía hemorrágica vírica, que ha exterminado los conejos de la mayoría de los montes. A la contaminación del territorio y de los acuíferos, donde sale la hierba que alimentan sus presas. A esos que salen al campo con una escopeta y una licencia de caza y disparan a especies protegidas por la ley. Todos los años mueren muchos búhos reales jóvenes en la media.

La vida pasa, las situaciones cambian. Pero las actitudes negativas de ciertos ciudadanos y la forma de gestionar de la administración, tan mal, hace imposible que esta especie que forma parte de nuestra cultura, que lo ha pasado tan mal, termine de ocupar su sitio.


domingo, 16 de octubre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. OTOÑO SEGUNDA. VI

 


Octubre marca el otoño y el año venidero en los montes ibéricos. Es con marzo, el mes más lluviosos del año. Con sus abundantes precipitaciones se recargan los acuíferos, las fuentes y los arroyos vuelven a correr.

El ambiente está cargado de aires renovados. Es una estación que inicia, o acaba el ciclo natural del año. La vida que emerja ahora, se renovará el próximo otoño, o dentro de siglos, dependiendo de la vida de cada especie, animal o vegetal.

Ahora, todos los arbustos o pequeños árboles mediterráneos nobles, están cargados de frutos sabrosos. Moras, majoleras, endrinas, madroños, cornicabras, escaramujos, saúcos.

Cada día que pasa, se van sucediendo nuevos acontecimientos en la vida del monte. Los temporales de lluvia van a ser fundamentales para el buen desarrollo de estos.

Durante los meses de septiembre y octubre, van a pasar por los montes mediterráneos millones de aves procedentes de muchos lugares del continente europeo. Unos se irán a sus cuarteles de invernada en África y otros se quedarán en los numerosos espacios naturales de la península. Pequeños y medianos pájaros insectívoros, cambian ahora su alimentación, se hacen omnívoros para afrontar el otoño y el invierno. Palomas torcaces, zorzales, mirlos, rapaces, patos, garzas y grullas, van a ocupar el sitio de los que se van.

Los ciervos y los gamos están de bodas. A primeros de noviembre, en los montes altos de las montañas, comenzarán las cabras montesas.

En los nidos viejos de las urracas o en los huecos de los árboles, los lirones caretos ya han traído al mundo su segunda camada. En las junqueras o entre las zarzas, cubiertos de hierbas y hojas, los erizos están criando una nueva generación.

Con las continuas precipitaciones templadas, los anfibios han vuelto a la vida del monte. Sapos, gallipatos y algunos tritones, se les ve por muchos lugares donde no falta la humedad y el agua.

Los jóvenes que nacieron en primavera, en los lugares más secretos del monte, los podemos encontrar ahora en cualquier lugar. Cada día es muy importante para ellos, pues tienen el otoño y el invierno para sobrevivir y localizar un territorio sin dueño. Águilas imperiales, reales, linces, gatos monteses, zorros, ginetas, corzos, azores, ratoneros, milanos reales... Se están buscando la vida.

El otoño es una época que cosecha frutos y vida. Con un clima templado que riega el futuro de los montes. Cada amanecer y cada atardecer es diferente. Estemos donde estemos... El paisaje, la flora, la fauna y el ambiente que observemos, nos va satisfacer.