No existe ninguna referencia ambiental de la que se tenga constancia hasta hoy, de como era La Dehesa Vieja de Madrid, de como era su estructura forestal. Si estaba poblada por grandes encinas. Si estaba poblada por árboles de diversos portes y variados arbustos. Qué especies forestales la poblaban.
Por la situación geográfica, podemos decir que estaba poblada por encinas, quejigos, enebros, perales silvestres, labiérnagos, majuelos, madroños. Álamos blancos, negros y sauces, en los regueros y arroyos.
Habitada por una fauna diversa. De conejos, liebres, perdices, palomas torcaces, milanos reales y negros, ratoneros, carracas, mochuelos, búhos chicos, zorros... Ciervos, gamos, jabalíes y lobos, al caer la noche, debido a su cercanía con los reales montes.
La Real Cédula que promulgan Los Reyes Católicos, por la cual el hombre es libre por nacimiento y puede ir a poblar donde quiera, y la sentencia del juez Alonso Díaz de Montalvo, en la que se dice que la Dehesa Vieja es propiedad de Madrid desde tiempo inmemorial, son los detonantes para que varios vecinos de Alcobendas se vayan a vivir a esta dehesa, junto a la ermita de San Sebastián, al amparo de La Villa de Madrid primero. Después al amparo y la protección de los Reyes Católicos.
El 2 de Mayo de 1492 se firma la Real Cédula por la que se funda el nuevo lugar de San Sebastián de los Reyes, un barrio o pedanía de La Villa de Madrid.
En enero de 1493 Madrid cede La Dehesa Vieja al nuevo Lugar de San Sebastián de los Reyes, para que en ella se pueda establecer el núcleo urbano y puedan pacer los ganados de sus nuevos pobladores.
Entre los días 3 de mayo y 4 de junio de 1537, se realiza un interrogatorio entre vecinos de varios municipios cercanos al nuevo lugar de San Sebastián de los Reyes, para esclarecer la propiedad de la dehesa.
A la pregunta XI responde, "que es cierto que la Dehesa Vieja y Nueva son muy provechosas... Que si se las quitaran, San Sebastián desaparecería”.
Sobre las cortas de leñas que se hacen en la dehesa, “El testigo Juan Caballero, dijo que vio en el mes de enero de 1538 a los vecinos de San Sebastián, cortar en la Dehesa Vieja mucha cantidad de leña de ramas y que lo venden en Almoneda Pública. Y que también el año pasado 1537 han cortado mucha leña, y que hacen mucho daño en la Dehesa cortándola, y que hacen mucha tala en ella, cortando ramas, y que así mismo dan muchas carreteras de leña de la Dehesa Vieja a los vecinos de Madrid”
Las desamortizaciones en España comienzan con la de Godoy, en 1798, y terminan con la del Ministro de Hacienda, Pascual Madoz, en 1924. El final de La Dehesa Vieja de Madrid.
Fue un largo proceso histórico, económico, social y destructor que vino de la mano de La Ilustración y El liberalismo. La ruina y la hipoteca del patrimonio natural, económico y social de España.
Durante todo este proceso, se desamortizan en España entorno a los doce millones de hectáreas. Una superficie superior a la región de Castilla-León, Madrid y La Rioja.
La Ley de Desamortización General de 1º de Mayo de 1855, conocida como Ley Madoz, estuvo vigente hasta 1924.
Sobre 1856 salen a subasta pública los terrenos de La Dehesa Vieja de Madrid. Unas 246 fanegas. Unas 159 hectáreas
Se vende en 94 lotes, que los adquieren 20 compradores. Por 16.595,00 pesetas, unos 100 euros actuales.
Durante el periodo que dura la desamortización de Madoz, se expropiaron en España unas cinco millones de hectáreas (aproximadamente otro 10 por 100 del territorio nacional) de dehesas y montes públicos. Unos propiedad de los pueblos, otros propiedad de la iglesia y del Estado. Consecuentemente todos públicos, gestionados y trabajados por los habitantes de las zonas.
La venta de los montes públicos y tierras comunales, trajo la ruina económica y social para la mayoría de los habitantes de la España rural, pues pasaron de ser ganaderos y agricultores autónomos, a ser jornaleros dependientes de los nuevos propietarios que compran los terrenos comunales y los montes públicos, que ellos llevan gestionando con apego y esmero durante generaciones.
En la última etapa (1897-1924) se elabora un nuevo Catálogo de Montes exceptuados de la desamortización. El proceso concluyó con el Estatuto Municipal de José Calvo Sotelo, de 1924, por el que se derogaron definitivamente las leyes sobre desamortización de bienes municipales. Gracias a esta ley, se salva la Dehesa Nueva de la venta.
Las primeras referencias históricas que aporta La Dehesa Vieja, que podemos tener de este espacio forestal, las aportan sus primeros pobladores, hace unos 400.000 años. Los Homo Heidelbergensis o Neandertales.
Nos vemos en la segunda parte...