jueves, 9 de mayo de 2024

3 DE MAYO DE 2024. EMBALSE DE PINILLA DEL VALLE

 

Son las 8:30 de la mañana. El día llega frío, con aire, con nubes en el cielo. Estamos en la orilla del embalse de Pinilla del Valle, en el término municipal de Lozoya.

Este embalse es el primero que recoge y regula las aguas del Río Lozoya, que dan de beber a la ciudad de Madrid y a su área metropolitana.




Por el cielo no dejan de pasar rapaces. Milanos reales, negros, buitres leonados, un águila real, una calzada, un azor y algunos buitres negros, han pasado hasta ahora por esta zona del embalse.

Estamos en la Zona de Especial Protección para las Aves del Alto Lozoya. Una zona natural de alto valor ecológico, en la que habitan especies únicas en el mundo, que ya han desaparecido de muchas partes de Europa.




Este pequeño mar interior de agua dulce, rodeado de montañas, de montes de robles y otras especies forestales, se construyó entre 1964 y 1967. Ocupa unas 480 hectáreas y regula 38 hectómetros cúbicos de agua potable. Tiene una central hidroeléctrica de dos turbinas, con una potencia de 3,32 MW.




Durante todo el año no faltan en sus orillas las garzas reales. Algunas parejas se quedan por la zona para criar. Durante el verano, el otoño y el invierno, entran ejemplares jóvenes nacidos en diferentes puntos de la península o procedentes del norte.




Los montes atlánticos que cubren las laderas de las montañas, habitados principalmente por robles melojos, albares, arces de montpellier, fresnos, serbales de cazadores, álamos negros y temblones, endrinos, espinos blancos... comienzan a cubrirse de hojas. Ponen ese punto de contraste nuevo, renovado.




En la zona alta de un álamo negro descubrimos las andanzas de una pareja de picos menores. Unos pájaros carpinteros del tamaño de un gorrión.

El macho está terminando la construcción del nido. En la imagen vemos a la hembra, que le hace compañía en la tarea.




Las pequeñas manchas de fresnos y los setos que bordean los prados de siega, delimitados por grandes ejemplares centenarios, se están terminando de cubrir de hojas.




Al pie de los grandes árboles, de los arbustos, en los pequeños claros o prados, florecen multitud de especies diferentes, que ponen sus puntos de contraste a la nueva primavera. En la imagen vemos un pequeño geranio silvestre.



La centaurea.



Las primaveras.



El botón de oro.



La orquídea satirión.




Posada sobre una flor, contemplamos a una de las reinas de las flores de este valle, la mariposa limonera. Una especie que podemos ver desde marzo a octubre.




El ambiente del embalse, de las montañas, de los montes que las cubren, de los pueblos, nos dejan las puertas abiertas de un futuro-presente efímero. De nosotros depende que lo vivamos esta primavera. Cuando el calendario marque el 21 de junio, esta será historia.




Cerca de la orilla y de unos sauces pequeños que han cubierto las aguas, nada una pareja de somormujos lavancos. Están señalando una posible zona donde van a construir su nido flotante.




Los rodales de la fresneda donde la mano del hombre se siente menos y el ganado no castiga tanto, se van poblando por diferentes especies forestales. En el centro vemos a un considerable espino cubierto de flores blancas, que envuelve el ambiente con su aroma.




Por las ramas medias de un roble joven que está sacando sus hojas nuevas, canta un pequeño mosquitero común. Está señalando su territorio, su coto de caza, poblado por diminutos insectos con los que se alimenta el y su pareja.




Las numerosas flores de los espinos blancos atraen a multitud de insectos. Abejas, abejorros, mariposas, moscas de variadas especies, acuden a ellas para alimentarse con su polen.




Desde esta panorámica amplia, vemos la recula del embalse junto al pueblo de Pinilla del Valle. Las laderas de El Espartal, Las Cabezas de Hierro, El Alto de Las Guarramillas. En la margen derecha del valle, Peñalara, El Reventón y El Malagosto, cubiertos con algo de nieve y de nubes.




Cerca de la orilla descubrimos las huellas del último proscrito de estas montañas. El Lobo. Una especie muy escasa que ha sabido combatir la extinción, a pesar de los ejemplares que suelen caer todos los años durante la temporada de caza; las abundantes carreteras y autopistas trazadas por la zona; de la poca caza que siempre han tenido estos montes.




En este ecosistema de grandes fresnos centenarios, en los que abundan los agujeros naturales de todos los tamaños; de árboles y arbustos variados, donde abundan y son variados los pastos; con un clima y un microclima muy agradable durante la primavera y el verano, habita una fauna muy variada. Aquí podemos encontrar al lagarto verdinegro, un lagarto ibérico único en el mundo. A la gineta y al cárabo, donde pueden criar y pasar el día durmiendo. A toda la comunidad de pequeños pájaros que crían en los agujeros de los árboles.




En cualquier calvero o prado donde abunden los insectos, los ratones, topillos y pequeños reptiles; o medre el agua y habiten anfibios, vamos a ver a las cigüeñas blancas capturando todo ser vivo que se cruce en su camino.




Los fresnos trasmochados o las grandes ramas de estos, son algunos de los lugares naturales preferidos para construir sus grandes nidos.

En todo el valle se las respeta, nadie las molesta. En estas fechas del años las podemos ver terminando la incubación o alimentando a los pollos de diversas edades.




Las grandes puertas que abren y cierran los pajares históricos de los pueblos, se construyeron hace muchas décadas con madera de los pinos silvestres o de los robles de las montañas. Hace sólo treinta años, la mayoría de estos pajares cumplían con su función anual. Guardar la paja, la hierba segada y el grano cosechado.




Posada en la barandilla de un pequeño balcón observamos a una golondrina común. Hoy, las golondrinas comunes siguen criando en los pajares históricos, aunque ya no entren en ellos las ovejas o las vacas para pasar el invierno.




En esta panorámica vemos al Río Lozoya algo crecido, “entrando” en el embalse. Antes de que termine el mes, comenzaran a subir los grandes barbos por el río hasta sus zonas de freza, donde nacieron un día.




La temperatura ambiental, el deshielo de las nieves, la cantidad de agua y su temperatura, influyen en la reproducción de las especies de los peces que habitan embalse y en el rio.

Esta pareja de barbos que nada en la cabecera del embalse, pronto subirá por el río para reproducirse y dejar allí los huevos fecundados entre las piedras.




En este ambiente natural, un poco menos humanizado, habitó el hombre de neandertal hace unos ciento cincuenta mil años, con una fauna y una flora muy variada. Hoy, algunas de esas especies, como los leones, las hienas, los rinocerontes, los uros, ya no existen.




Las pequeñas laderas de calizas cretácicas que configuran una parte del baso del embalse, son el escenario donde se localizan los yacimientos arqueológicos de Pinilla del Valle.

Durante los meses de agosto y septiembre, suelen venir a excavar los equipos formados y dirigidos por los directores del proyecto. Para más información, www.elvalledelosneandertales.com




A la vera de un espino blanco y de un rosal silvestre, mimetizada en el ambiente, observamos a una liebre que está al cuidado de sus dos lebratos. Sólo ella y alguien más, saben donde están.




Los grandes troncos de los árboles que el río va recogiendo en su recorrido hasta el embalse, terminan en sus playas cuando bajan sus aguas. Sentado en uno de ellos...




Observo el panorama de la zona. La fauna que transita por el agua y por el aire. La inmensidad de un lago de agua dulce, que la mano del hombre ha creado con ingeniería civil, para proporcionar agua a una ciudad que está a setenta kilómetros.




Desde uno de los abrigos rocosos donde habitaban las familias de neandertales hace ochenta mil años, observo el ambiente del embalse. Sus aguas limpias, azules por el reflejo del sol, las montañas, pobladas por extensos montes de robles y pinos silvestres.




En la entrada, en una repisa cubierta, tiene el nido la pareja de lavanderas cascadeñas. Cada cinco o diez minutos viene el padre o la madre, con el pico repleto de insectos para alimentar a sus cuatro pollos.


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domingo, 5 de mayo de 2024

EL CONVENIO INTERNACIONAL ENMOD. 3 PARTE


La fotografía del satélite meteosat del día 29 de noviembre de 2023 es muy explícita. Nos muestra la parte de la borrasca atlántica que ha entrado por el Norte, totalmente destruida, con pocas intenciones de lluvia. La parte de la borrasca que intenta entrar por las costas de Portugal, no puede, como si hubiese una barrera invisible que se lo impide.

Estos son los hechos y las consecuencias que se repiten durante la mayoría de los días del año, para engañar a los Españoles haciéndoles creer que hay un cambio climático, que se ha producido en los últimos cuarenta y cinco años, como consecuencia de la utilización de combustibles fósiles.

Lo que está ocurriendo en la realidad, desde el Ministerio de Medio Ambiente, de Agricultura y de Interior, es que están alterando el clima con ingeniería climática. Con unas consecuencias criminales en el clima, en el patrimonio natural, en los recursos naturales, en la economía y en la salud de los españoles. Un genocidio en toda regla.




La situación climática que estamos soportando, padeciendo en España desde 1980, no es un cambio climático. Es la manipulación encubierta del clima, ejecutada desde una campaña criminal organizada con ingeniería climática, que altera diariamente el clima, destruyendo el medio ambiente, sus recursos naturales y origina enfermedades crónicas que terminan matando con el tiempo a las personas.

Cuales son las consecuencias reales que se están viviendo en La Península Ibérica, por el incumplimiento del Convenio Enmod? Vamos a verlas.




La fotografía del satélite habla por si sola. Vemos La Península Ibérica rodeada por una borrasca atlántica en el Este y en el Norte, que no consigue entrar, que no puede.

Vemos numerosas fumigaciones con formas de rayas blancas en dirección a la borrasca, que van destruyendo los frentes de nubes que van entrando en la península. Vemos en el sur de Portugal, en la bahía de Huelva y de Cádiz, una enorme nube tóxica de numerosas fumigaciones que se han disuelto, que van destruyendo los frentes de nubes que se aproximan a la zona.

Hoy, en las Sierras de Cádiz y de Málaga, los puntos más lluviosos de la península, ya no llueve ni la mitad de lo que caía en los años setenta, como consecuencia de las fumigaciones diarias que ejecutan en la zona.

- Alteración del clima.

Las técnicas combinadas de ingeniería climática, con aviones y drones fumigando los cielos, y los radares y las antenas desde el suelo bombardeando los frentes de nubes con hondas, destruyen las borrascas atlánticas antes de su entrada en la Península Ibérica, o en el interior.

Destruyen las tormentas que se forman durante la primavera, el verano y el comienzo del otoño.




Los dos climas principales que tiene la Península Ibérica, el atlántico y el mediterráneo, están condicionados principalmente por las abundantes precipitaciones que se dan a lo largo de la primavera y el otoño, las lluvias regulares del invierno y las tormentas del verano. Gracias a este clima, podemos encontrar especies de la flora atlántica y mediterránea en toda la geografía.

Las especies forestales que se distribuyen por toda la geografía peninsular no mienten, son bioindicadores del clima. Nos cuentan con su presencia, las temperaturas medias que se dan por la zona y las precipitaciones medias que caen a lo largo del año para que puedan vivir.





En todos los sistemas montañosos ibéricos hay castañares y robledales. En una gran mayoría hay abedulares y hayedos.

En Los Montes de Toledo, en Las Sierras de las Villuercas y Gadalupe, no hay hayas en nuestros días, pero no por el clima, sino por la mala gestión que tuvieron hace dos siglos, cuando acabaron con ellas. Hay robles melojos, castaños, abedules, tejos, acebos, cerezos, especies atlánticas que necesitan unas precipitaciones por encima de los 800 mm anuales.

Los bioindicadores naturales no engañan y no se pueden alterar de forma natural en cuarenta años.

La pluviosidad de los Montes de Toledo y Las Villuercas es regular a lo largo del año. Se registran unos valores medios alrededor de los 700-800 mm anuales. La mayoría de las precipitaciones se producen en los meses de primavera y de otoño.

Podemos encontrar castaños en los Montes de Galicia, en todo El Sistema Central, Los Montes de Toledo, las Sierras de Extremadura, Sierra Morena, Sierras del Levante, Sierra Nevada, Serranía de Ronda y Sierra Bermeja, Málaga. Una especie que necesita unas precipitaciones medias anuales de 800 mm.




Otra fotografía del satélite muy explícita y muy consecuente. En la que vemos como la barrera “invisible” de la ingeniería climática, impide que entre la borrasca en La Península Ibérica.

Os acordáis del anticiclón de Las Azores. Ese que hace posible que no lleguen las borrascas atlánticas a La Península. A principios de los años ochenta se puso de moda, cuando activaron el plan de geoingeniería para alterar el clima de Portugal y de España.

En la actualidad, si en todos los puntos de España no llueve con regularidad lo que debe que llover, no es por el cambio climático falso con el que están engañando a la sociedad, es por que están alterando el clima a diario con ingeniería climática.




La fauna ha evolucionado con el clima del ecosistema donde habita. Saben cuales son los periodos más propicios para realizar las crías. Lo que no saben, ni pueden intuir ni prever, es cuando El Ministerio de Medio Ambiente coordinado con el de Interior, van a alterar el clima con ingeniería climática. Originando la pérdida total o la mayoría de las crías de las camadas.

En la fotografía vemos un nido de mirlo común que ha perdido dos pollos, como consecuencia de la alteración del clima en cuarenta o ocho horas. Haciendo que se desplomaran las temperaturas a mediados de mayo y desaparecieran los insectos por un tiempo, su principal alimento. Reserva de la Biosfera. Parque Regional de La Cuenca Alta del Río Manzanares. San Sebastián de los Reyes, 4 de junio de 2010.

- Destrucción del Patrimonio Natural.

De nada sirve proteger los parques nacionales y naturales, y todo el patrimonio natural con toda su diversidad biológica, si el clima de la Península Ibérica está intervenido con ingeniería climática, y sobre ellos cae una serie de sustancias venenosas que terminan matando a la fauna y a la flora.

Las consecuencias criminales que causa la ingeniería climática en el patrimonio natural son las siguientes:

Exterminio de la fauna, como consecuencia de las sequías y las altas temperaturas que crean durante los meses de marzo, abril, mayo, junio, julio, agosto y septiembre.

La mayoría de las puestas de las aves se pierden o no llegan a nacer todos los pollos. De los pollos que nacen, la mitad o todos, mueren por la falta de alimento o por las subidas y bajadas bruscas de las temperaturas, principalmente durante los meses de abril, mayo y junio. Desde jilgueros, vencejos, gorriones, terreras, mirlos, papamoscas, rabilargos, zorzales, perdices, urogallos, azores, autillos, águila imperiales ibéricas, calzadas, culebreras, cigüeñas blancas y negras... La mayoría de las aves se ven afectadas por estas causas.




Los productos que liberan en las fumigaciones a ciertas alturas, en periodos que varían las temperaturas, al entrar en los frentes de nubes forman granizos de considerables tamaños, que al precipitar destruyen las cosechas y causan el abandono de nidos o matan a los pollos y a los padres de especies protegidas por la ley, como el águila imperial ibérica, el águila culebrera, el águila real, el buitre negro, el flamenco, la cigüeña blanca...

En el mes de mayo de 2012, en cierta mancha mediterránea del centro de España, cayó una granizada por la tarde con granizos de considerable tamaño, entre dos y tres centímetros de diámetro. Las tres parejas de águila culebrera que estaban incubando, perdieron la puesta y la cría ese año. La mayoría de los pájaros que tenían sus nidos en las ramas de los árboles, perdieron las puestas y las crías. Muchas parejas de cigüeñas blancas perdieron pollos.




Encina de unos doscientos años de edad, muerta como consecuencia de las continuas sequías que ha padecido en los últimos veinte años y los diferentes productos criminales que liberan en las fumigaciones para alterar el clima. Monte de Pesadilla. Parque Regional de La Cuenca Alta del Río Manzanares. Reserva Natural Integral A1. Reserva de la Biosfera. San Sebastián de los Reyes, 14 de junio de 2023.


La deforestación de las dehesas de Andalucía, Extremadura y Castilla, son un hecho visible, un realidad consumada. Muchas dehesas han perdido en los últimos veinte años, el cincuenta por ciento de sus grandes árboles. Los que quedan están afectados, van a ir cayendo en los próximos años.

Cuantos más años tiene el árbol, más grande es, más agua y mas anhídrido carbónico necesita para desarrollarse bien. Más vulnerable se muestra ante las sequías encadenadas, las altas temperaturas y las heladas impuestas por la ingeniería climática en los periodos más críticos, de primavera y verano.




Hay un hecho natural, que muy pocas personas se han dado cuenta. Que está afectando de forma tan negativa y tan criminal a los árboles y a toda la comunidad vegetal, incluidos los que consumimos. Cuando alteran el clima con ingeniería climática durante todos los días de la primavera y el verano, consiguen que las temperaturas suban durante muchos días por encima de los 39ºC.

Cuando se dan estas temperaturas ambientales, los vegetales activan un mecanismo de defensa para no morir abrasados y deshidratados por el sol. Cambian el flujo de la fotosíntesis, dejan de alimentarse con anhídrido carbónico CO2, para “alimentarse” con H2O, con agua y con oxigeno, que no les aporta nada de nutrientes, pero les hidrata.

Hasta este punto es criminal la campaña global del falso cambio climático, impuesta por los gobiernos a la sociedad. Dirigida desde una agenda, una estrategia criminal encubierta de geoingeniería.

La fotografía de la hoja es explícita y concluyente. Es un bioindicador irrefutable de que están manipulando el clima, alterando sus temperaturas por encima de lo natural.




Encina talada ilegalmente en El Monte de Pesadilla. Parque Regional de La Cuenca Alta del Río Manzanares. Reserva Natural Integral A1. Reserva de la Biosfera. San Sebastián de los Reyes, 4 de junio de 2014.


El daño que están haciendo al patrimonio natural de España, lo estamos padeciendo desde la década de los ochenta. Las consecuencias criminales, ambientales y económicas, también las van a sufrir y padecer las generaciones presentes y futuras, pues la mayoría este patrimonio forestal de grandes árboles centenarios, que tienen una producción ambiental, cultura y económica, ya no está, le han exterminado. El que queda está muy afectado por la ingeniería climática y se está muriendo.

Desde el Ministerio del Medio Ambiente y desde las Consejerías de Medio Ambiente de las diferentes comunidades autónomas, saben cuales son las consecuencias criminales que está causando la ejecución de la ingeniería climática. Por estos hechos tan graves, en los últimos treinta años talan todos los árboles que se mueren en los montes, estén protegidos o no. Un árbol muerto en el monte, llama la atención, pero si son cientos y estos han muerto en un periodo corto de tiempo, activa la alarma en la sociedad.

En los últimos treinta años, a pesar de que está prohibido por las diferentes leyes de medio ambiente y los planes rectores de uso y gestión de los diferentes espacios naturales protegidos, los grandes árboles afectados que se van muriendo en los espacios naturales, los cortan y los retiran para que los ciudadanos no los vean.




Herrerillo común entrando al nido para alimentar a los pollos, localizado en el hueco de una encina centenaria muerta. Monte de Las Pueblas. Parque Regional de La Cuenca Alta del Río Manzanares. Parque Comarcal Agropecuario Protector B1. Reserva de la Biosfera. Colmenar Viejo, 4 de junio de 2014.


Están incumpliendo las leyes y los planes rectores de uso y gestión de los espacios naturales protegidos en varios artículos, pues estos grandes árboles muertos, son el refugio donde viven y crían muchas especies de la fauna de los espacios naturales.







Han causado la muerte de numerosos árboles catalogados como monumentales en todo el territorio nacional. Como consecuencia de las altas temperaturas de primavera, verano y otoño; de las heladas de primavera; del estrés hídrico que lleva al debilitamiento físico del árbol, seguido del deterioro físico por la caída de las grandes ramas y la muerte final.

En el recuerdo, La Encina de Las Mil Ovejas, en el Valle de Alcudia, Ciudad Real; La Encina del Marchal del Abogado, en Almería; el Roble de Navalonguilla, en Avila, entre otros.




Como consecuencia de los productos que utilizan en las fumigaciones aéreas para destruir los frentes de nubes, entre ellos el aluminio pulverizado, el más criminal, la mayoría de las cabeceras de los ríos de montaña ya no tienen peces, o apenas quedan, pues los insectos lacustres de los que se alimenta, casi han desaparecido.

Especies como el desmán de los pirineos, la nutria, la salamandra, las ranas patilargas y bermejas, la trucha ibérica, los cangrejos de río ibéricos, han desaparecido de la mayoría de los cursos fluviales.




En los últimos treinta años, los sectores forestales como el del piñón, la bellota, la castaña, las setas, el corcho o la resina, se han visto muy afectados por las campañas de ingeniería climática.

En todos estos sectores se ha citado al famoso falso cambio climático, como el principal causante de las sequías y de las olas de calor, que ponen los termómetros por encima de los cuarenta grados durante semanas.

Sequías y olas de calor largas, que han provocado enfermedades en los árboles. La aparición de ciertos insectos nuevos, que provocan la muerte de los árboles y la disminución de los frutos. La propagación de insectos autóctonos, que cuando su población se hace muy numerosa y la población de las aves insectívoras desciende, hacen daño a los árboles.

O la aparición de una supuesta enfermedad que nunca ha existido, conocida como “la seca”. Una enfermedad que sólo se deja ver cuando las sequías se hacen extremas en el tiempo y terminan matando a las encinas, alcornoques, quejigos y robles melojos. Verde nace y seca muere. Otra tomadura de pelo más, para el que no tenga dos dedos de frente.

La prensa y otros medios, sin querer, lo que realmente están comunicando, son las consecuencias criminales de la campaña de ingeniería climática, que están ejecutando en España y Portugal.






Sólo hay que observar lo que ocurre todos los días en los cielos de España, y ver las consecuencias que está causando la ingeniería climática en el medio ambiente, la salud de las personas y la economía.

La destrucción de los pinares piñoneros y la ruina del sector del piñón. La destrucción de las dehesas de encinas, alcornoques y quejigos y la desaparición del cochino ibérico y de la ganadería. La destrucción de los castañares y la ruina del sector de la castaña. La destrucción de los alcornocales y la ruina del sector del corcho.




Lo que vemos sobre el coche, es lo que llueve en los últimos 24 años en España, cuando ejecutan fumigaciones extremas con tierras de diatomeas y otros productos criminales, para destruir las continuas borrascas que entran desde el atlántico a La Península Ibérica. San Sebastián de los Reyes, 15 de marzo de 2022.


Estas fumigaciones intensas, criminales, terminan cayendo, ensuciándolo todo, matando a los insectos y enfermando a las personas, con un polvo tóxico muy agresivo que afecta gravemente a las vías respiratorias y los pulmones. Por estas consecuencias tan graves, cuando caen estas lluvias, anuncian por televisión que las personas que tienen problemas respiratorias y pulmonares, no abran las ventanas ni salgan a la calle.

- Destrucción de los recursos naturales esenciales para la vida: Aire, agua, suelos.

El aire que respiramos tiene altas concentraciones de tierras de diatomeas y de metales pesados, con los que fumigan a diario los cielos.

El agua que consumimos, el que sale por el grifo de casa, también viene con los productos con los que fumigan los cielos a diario. Metales como el aluminio pulverizado o el yoduro de plata, termina en los arroyos y en los ríos.

Los suelos en los que se cultivan nuestros alimentos, tienen altos porcentajes de metales pesados. En algunas zonas de España, el aluminio pulverizado se ve a simple vista, debido a la cantidad que han vertido durante todos los años que llevan fumigando. Estos metales los consumimos a través de los vegetales y los cereales.






Las dos imágenes son muy explícita. En la primera vemos una cebada que ha tenido un desarrollo normal y va a tener beneficios para el agricultor y el país.

En la segunda vemos una cebada que no se ha desarrollado bien, como consecuencia de la sequía provocada, las bajadas súbitas de las temperaturas y las olas de calor ejecutadas en los meses de marzo, abril y mayo.

Esta cebada va a dar pérdidas al agricultor y al país, por las ayudas que le va a dar El Ministerio de Agricultura. Primero le causan perjuicio y pérdidas del cien por cien al agricultor. Luego le dan una ayuda del diez por cien de las pérdidas, que sólo le sirve para hipotecarse otro año más.

- Destrucción de la agricultura y de sus recursos naturales.

La agricultura es uno de los principales sectores económicos de España, que está siendo atacado y muy perjudicado por la ingeniería climática.

Hoy, los agricultores tienen que comprar las semillas todos los años para sembrar, pues el grano que dan esas semillas ya no vale para sembrar al año siguiente. Están patentadas y modificadas genéticamente, para soportar los cambios climáticos artificiales que están ejecutando con la ingeniería climática.

Y los ciudadanos nos preguntamos, ¿Cómo saben los que venden esas semillas, que clima va a hacer al año siguiente, después de una cosecha? ¡Como si superan ellos el clima, qué tiempo vamos a tener!. O realmente lo saben, porque forman parte de esta trama criminal.¿Están experimentando con nosotros y de paso nos están exterminando?

Los agricultores de América y de Europa siembran con semillas transgénicas patentadas, preparadas para aguantar las sequías artificiales y los productos con los que se fumiga a diario. Unos cereales, hortalizas y frutas, que después se dedican a la alimentación.

Hoy, si los agricultores quieren seguir ejerciendo su oficio, sembrar sus campos y producir, tienen que comprar las semillas y los plantones que están en el mercado. Tienen que tener un seguro agrario, que no les asegura nada.






Con la ingeniería climática que se está ejecutando a diario en La Península Ibérica, los agricultores tienen todas las probabilidades de arar, de sembrar, de no recoger nada la mayoría de las veces.

Si la cosecha es de regadío, en ese caso, pueden llegar a recoger entre un 20% y un 60%, si no vienen heladas repentinas de primavera y otoño, granizos como huevos de gallina, subidas repentinas de las temperaturas a 50ºC durante varios días de primavera, verano y otoño, tormentas que lo destrozan todo o vendavales de aire repentinos, que secan o tiran los frutos al suelo.

Un apocalipsis climático programado y controlado desde una agenda, para que el agricultor pierda y desaparezca. Ah, se me olvidaba, si algún año no consiguen arruinarle en la cosecha, le arruinan en el mercado, bajando los precios, o no comprándole la cosecha aunque la venda a cero coma.

Si cogemos los informes climáticos de los últimos treinta y cuatro años, veremos que durante los meses de febrero, marzo, abril, septiembre, octubre y noviembre (que son los meses más lluviosos) apenas llueve y las temperaturas algunos días doblan su máxima, por encina de los cuarenta grados.

En abril, entre los días de aire que provocan y las cuatro gotas que dejan caer, apenas se nota la lluvia. En mayo apenas cae nada, sólo al final, con los primeros días de junio, cuando ya se han cargado la primavera y las cosechas.

Muchas siembras no merecerá la pena segar, otras se las comerá el ganado por su mala calidad, y las menos, se segarán con pérdidas.

A los ciudadanos nos gustaría saber, cuantas cosechas de cereal se han recogido en España en los últimos 43 años, con un beneficio del 100% y cuantas han terminado causando pérdidas o arruinando a los agricultores?.






Con los productores de frutas, hortalizas y flores podemos contar una película con las mismas intenciones. Con heladas tardías en primavera y tempranas en otoño; granizo durante el final de la primavera, el verano y el comienzo del otoño. Con sequías extrema durante la primavera y el verano, con temperaturas con 50ºC al sol y 40ºC a la sombra.

¡Cuantas cosechas de flores a punto de cortarse, han destruido la noche antes con heladas repentinas, al dejar los cielos descubiertos de nubes! Campos de patatas y otras hortalizas, han corrido la misma suerte.

Las últimas heladas que han ocasionado esta primavera de 2024 al alterar el clima con ingeniería climática, han causado daños en unas 19.000 hectáreas de viñas en la ribera del Río Duero. Unos daños que le van a causar pérdidas al los agricultores y al estado.


"La geoingeniería es un factor en el colapso de los insectos, y esto va a influir en todo el ecosistema.

Nunca antes habíamos encontrado aluminio dentro del sistema circulatorio de las plantas"

                                              Francis Mangels

                                     Biólogo Forestal. California.


"El Ministerio de la Verdad. ¿Qué es la verdad? Lo que diga el gobierno que es".

                                       Libro 1964. George Orwell

 

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jueves, 2 de mayo de 2024

LOS BIOINDICADORES NATURALES DEL CLIMA


Todas las mañanas, al despuntar el día, varias personas ponen alimento a los pájaros en ciertas zonas de la Casa de Campo, Madrid. En la imagen vemos a un trepador azul alimentándose con las semillas. 11 de septiembre de 2023.


Un bioindicador es una especie de la flora o de la fauna, que habita de forma natural en un ecosistema. El haya y el trepador azul son habitantes característicos de los bosques atlánticos de hoja caediza. La encina y la perdiz roja, son habitantes característicos de los montes mediterráneos esclerófilos. Cada uno indica a que ecosistema pertenece.

Cuando una especie comienza a colonizar el ecosistema próximo, es porque el clima y las situaciones ambientales comienzan a ser muy parecidas a su ecosistema de origen.

En 2004, si queríamos ver un nido de trepador azul, teníamos que ir hasta los montes caducifolios y los pinares bien conservados del Sistema Central. En los últimos diez años varias parejas se han asentado y crían en el encinar de La Casa de Campo, a las puertas de la ciudad de Madrid.



Mirlo común buscando gusanos y lombrices entre las hierbas y las hojas. Casa de Campo, Madrid. 10 de diciembre de 2022.


Las expresiones “cambio climático”, “calentamiento global”, “alteración del clima”, son expresiones que los dirigentes del gobierno; esas supuestas organizaciones ecologistas; y ciertos esbirros bien subvencionados que van ahí adoctrinando al público, pretenden que calen en la sociedad. Son marcas comerciales que forman parte de una burbuja especulativa verde, criminal, global, que viene desde la bolsa de Estados Unidos.

Vamos a hablar del clima de La Península Ibérica. De España, del país donde vivimos realmente. Donde estamos sufriendo las consecuencias de una campaña organizada, criminal, de ingeniería climática.

Los principales climas que tiene La Península Ibérica, el clima mediterráneo, el atlántico, el boreal y el continental, están influenciados por la latitud de La Tierra, los sistemas montañosos, el Mar Mediterráneo, el Océano Atlántico y las borrascas que llegan a través de él.

En los años cincuenta, sesenta y comienzos de los setenta, las nevadas eran normales a lo largo del invierno. A partir de los años setenta se fueron localizando en las montañas. Hoy, la nieve aparece a principios de diciembre y desaparece de las montañas a principios de mayo, como consecuencia de la manipulación del clima que están ejecutando con ingeniería climática.



Agateador común en la entrada del nido, situado en una encina. Dehesa Nueva de San Sebastián de los Reyes. Madrid, 28 de mayo de 2019.


En los últimos 44 años el clima no ha cambiado, como nos quieren hacer ver. Le están alterando y manipulando.

Están ejecutando a diario campañas de ingeniería climática en toda la Península Ibérica. Con productos criminales que fumigan con aviones y drones, para destruir las borrascas que llegan desde el Atlántico, o las tormentas que se forman al final de la primavera, el verano y el comienzo del otoño, que refrescan el ambiente y mantienen vivos los montes.

Admitir esta campaña criminal en España, con el nombre de “cambio climático”, que venden y promocionan a diario el gobierno, las diferentes comunidades autónomas, las supuestas organizaciones ecologistas y todos los medios de información subvencionados por el gobierno, es reconocer cuarenta y cuatro años de manipulación climática con geoingeniería.

Es reconocer que están manipulando y alterando el clima, provocando sequías y olas de calor con temperaturas extremas, por encima de los 48ºC.



En la fotografía queda reflejada la realidad que están viviendo la mayoría de las aves que crían en La Península Ibérica, durante los meses de abril y mayo, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática.

Vemos un nido de mirlo común, en el que la madre protege a los dos pollos que todavía sobreviven. Vemos a un pollo que ha muerto por falta de alimento (en el suelo hay otro) como consecuencia del cambio repentino del tiempo, en cuestión de veinticuatro-cuarenta y ocho horas. Monte de Pesadilla. San Sebastián de los Reyes. Madrid, 14 de junio de 2010.


Las aves están capacitadas por evolución para prever los días de lluvia, calor y frío. El final y el inicio de las estaciones. Las modificaciones puntuales de clima que se deciden en la bolsa, en un despacho privado, o en un ministerio de medio ambiente, de agricultura o de interior, no las pueden prever y sufren las consecuencias criminales.

Están ejecutando una estrategia criminal premeditada, planificada y dirigida, que está destruyendo el patrimonio natural, la agricultura, la ganadería, la producción de energía hidroeléctrica, el turismo rural y la salud de las personas, con enfermedades penosas degenerativas o mortales.





Los satélites meteorológicos realizan todos los días secuencias fotográficas de la evolución del tiempo meteorológico. De los frentes de nubes o borrascas que van llegando a La Península Ibérica por el Atlántico. Si observamos, Irlanda, Inglaterra, Francia, Italia y Alemania, están cubiertos de nubes. En estos países si han dejado que entre la borrasca.

Muestran como la mayoría de las borrascas que van llegando a las costas, son destruidas con ingeniería climática, antes de entrar en la península. Otras son destruidas en el interior. Las menos, son las que precipitan.



En la foto del satélite del día 24 de abril de 2024, podemos ver como actúan para impedir que entre la borrasca desde el Atlántico a la Península.

La imagen es muy explícita y concluyente. Vemos una borrasca que va llegando desde el Atlántico a las costas de Portugal y por el Norte de España. Pero no consigue entrar. Como vemos en la foto del satélite, la están fumigando con aviones y drones desde Portugal, desde las costas de Cádiz y Huelva. Se ven perfectamente las fumigaciones aéreas, las numerosas "rallas blancas" de considerables kilómetros que van hacia la borrasca.

La información está ahí, sólo hay que buscarla, consultarla y contrastarla.




Petirrojo a la entrada del nido, con el pico repleto de insectos. Dehesa de Moncalvillo. San Agustín del Guadalix. Madrid, 4 de mayo de 2011.


Vamos a ver que está pasando con el clima de La Península Ibérica, desde finales de los años setenta hasta la fecha.

Lo que cuenta "el hombre del tiempo" por televisión, por la mañana, al medio día y por la noche, es un guion manipulado que le pasan desde la redacción, para que adoctrine a los ciudadanos, engañe a los agricultores y a los ganaderos. Lo llevan haciendo desde finales de los años setenta.

Adoctrinados por el gobierno, esas supuestas organizaciones ecologistas y algún esbirro con piel de científico, una gran mayoría de los ciudadanos han terminado por asumir inconscientemente, la campaña criminal que lleva por nombre “el cambio climático”.

Una campaña que va dentro de una agenda criminal extranjera, que empezó a desarrollarse en España en los primeros años de la década de los ochenta del pasado siglo. Hoy lleva el nombre de Agenda 2030.



Hembra de zorzal charlo descansando en el nido, después de alimentar a los pollos con lombrices. Dehesa de Moncalvillo. San Agustín del Guadalix, 8 de mayo de 2010.


Según el gobierno y sus esbirros científicos (si es cierto que existen, pues a los ciudadanos nos gustaría saber quienes son) el clima de España está cambiando. Van a seguir las sequías y las olas de calor, desde marzo a noviembre, como en los últimos cuarenta años. Según ellos, España se va a convertir en una sabana africana.

Efectivamente, ese es el camino que llevan, si siguen ejecutando las campañas de ingeniería climática en La Península Ibérica.

Una mentira repetida durante cuarenta y cuatro años, termina rayando la mente de la sociedad.

Cuarenta y cuatro años manipulando y arruinando el clima, adoctrinando a la sociedad los 365 días del año, desde los diferentes medios de comunicación, con la ayuda de las principales supuestas organizaciones ecologistas, terminan convenciendo, engañando, adoctrinando al ciudadano. Haciéndole creer que la manipulación encubierta del clima que están ejecutando con geoingeniería, son las consecuencias de un cambio climático, que se ha originado como consecuencia del abuso de los combustibles fósiles.



Colirrojo real en las inmediaciones de un pajar. Torrelaguna. Madrid, 8 de mayo de 2013.


Lo único que tiene de real esta trama criminal, es la ruina económica que está causando en la agricultura con heladas a destiempo, olas de calor y falta de lluvias.

La ruina económica y la extinción de razas, que está causando en la ganadería.

La despoblación que está causando en los pueblos, como consecuencia de la ruina que está causando en sus principales sectores económicos.

La pérdida de las tradiciones culturales, que han evolucionado y se han mantenido en muchas comarcas, hasta la despoblación de estas.

La ruina que está ocasionado en el sector energético, por falta de agua en los embalses.

La ruina que está causando a la economía familiar y a la hostelería, por el aumento del precio de la energía.

La ruina que está causando a la salud de las personas, como consecuencia de los productos que utilizan para alterar y manipular el clima. Enfermedades como el alzheimer, el cáncer, el párkinson, los ictus, el autismo, la esclerosis, las gripes, las neumonías, las afecciones oculares... se han disparado en los últimos treinta años. Más de la mitad de los españoles ya padece una o más enfermedades crónicas degenerativas.



Tarabilla común observando las inmediaciones del nido. Colmenar Viejo. Madrid, 1 de junio de 2018.


Pero lo más curioso de todo, después de lo que están haciendo creer y padecer a la sociedad, es, que el clima va hacia otro periodo frío más lluvioso.

Vamos a ver que nos dicen una serie de aves, de bioindicadores naturales, que siempre han habitado en los bosques de las montañas del Sistema Central.

Unas aves menudas, especializadas en ciertos nichos ecológicos, que han colonizado los ecosistemas forestales de las llanuras del centro de la península, los parques, los pueblos y las ciudades, donde viven todo el año y crían.

Si es cierto que hay un cambio climático, como están haciendo creer a la sociedad, las especies de aves del sur serían cada vez más abundantes en toda La Península Ibérica. Las que habitan los montes mediterráneos de la campiña, colonizarían los bosques atlánticos y boreales de las montañas. Las especies de las montañas y del norte disminuirían y algunas llegarían a desaparecer.

Ese cambio climático que anuncian todos los días, despilfarrando el dinero de los contribuyentes, sólo existe en los medios de comunicación, no está ocurriendo en la vida real del planeta, de La Península Ibérica.

Está sucediendo todo lo contrario. La tierra, en concordancia con el sol, va hacia un cambio climático natural que ya se ha iniciado, que nos está llevando a periodos más fríos y lluviosos.



Herrerillo capuchino entrando al nido para cebar a los pollos. Dehesa de Moncalvillo. San Agustín del Guadalix. Madrid, 17 de mayo de 2021.


Un ave de clima atlántico o boreal, que vive en un ambiente templado o frío, con periodos lluviosos muy marcados, donde nieva con regularidad, no se adaptaría a vivir en un clima mediterráneo de llanura, si ese clima no estuviera cambiando hacia un periodo más lluvioso y mas frío.

Más cuando está siendo alterado con ingeniería climática, con las consecuencias ambientales que estamos observando. Sequías extremas durante todo el año y olas de calor con temperaturas por encima de los 40ºC durante siete meses.

Las especies que habitan en los bosques de clima atlántico y boreal, sólo pueden colonizar los montes de clima mediterráneo, si las condiciones climáticas ambientales se van pareciendo a sus ecosistemas de origen.

El alcaudón dorsirrojo, habitante típico de los bosques atlánticos del norte de España, ha colonizado en los últimos treinta años, la mayoría de los montes de hoja caediza de las montañas del Sistema Central.

En los años ochenta, la chocha perdiz todavía criaba en algunos montes del Sistema Central. A comienzos de los años noventa abandonó estas zonas de cría, como consecuencia de la alteración del clima con geoingeniería.

La chocha perdiz ya no puede criar en estas montañas, porque no puede alimentar a sus crías con su principal alimento, las lombrices y los caracoles. Unos invertebrados que sólo se desarrollan bien y abundan, en climas lluviosos con precipitaciones regulares, que mantienen húmeda y esponjosa la tierra.

La chocha perdiz es un bioindicador, que nos está indicando que el clima está siendo manipulado. El clima no cambia en diez-veinte-treinta o cuarenta años, sino están incidiendo en el todos los días.



Trepador azul en la entrada de su nido, con cebo en el pico. Dehesa de Moncalvillo. San Agustín del Guadalix. Madrid, 2 de junio de 2016.


Si los trepadores azules, los herrerillos capuchinos, los petirrojos, los papamoscas grises, los agateadores comunes, los mirlos comunes, los zorzales charlos y comunes, los arrendajos, las tarabillas comunes y los colirrojos tizones, habitantes los bosques atlánticos, de los pinares silvestres boreales y de los cantiles rocosos de las montañas del Sistema Central, han colonizado las campiñas mediterráneas del centro de España, es porque se ha iniciado un cambio climático natural, en el que las temperaturas medias naturales están bajando progresivamente y se están incrementando las precipitaciones.

Sólo hay que ver las medias nocturnas, que son los periodos del día donde menos afecta la manipulación climática con geoingeniería. O las numerosas tormentas que se levantan durante el verano, que no precipitan en su mayoría por esta manipulación.

Vamos hacia un periodo frío y lluvioso. Las temperaturas nocturnas, las continuas borrascas que llegan desde el atlántico (que destruyen con geoingeniería antes de que entre en la península, o en su interior) y los pájaros de las montañas que han colonizado la meseta, lo manifiestan desde hace unos veinte años.



Papamoscas gris localizado en un posadero de caza. Ribera media del Río Jarama. San Sebastián de los Reyes. Madrid, 15 de mayo de 2019.


Son bioindicadores naturales irrefutables, que no se pueden negar, que se van hacer más notables progresivamente cada año, por muchas campañas de engaño y adoctrinamiento que hagan y por mucha geoingeniería criminal que ejecuten.

El gobierno está despilfarrando el dinero que recauda de los impuestos de los ciudadanos, en cientos de chiringuitos que gestionan una serie de arribistas, caraduras, timadores y mangantes, que viven de la sopa boba. Que no aportan nada al país y a la sociedad. Son cómplices del plan que el gobierno está ejecutando para arruinar a un país que se llama España y a las personas que viven el.

En treinta o cuarenta años, sólo se producen cambios climáticos en las películas de ciencia ficción. En el mundo real, los cambios climáticos naturales no los perciben las personas, porque se producen en siglos, en miles de años.


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domingo, 28 de abril de 2024

LOS PINARES DEL ALTO ALBERCHE




En el triángulo del Sur-Oeste de Madrid, entre las provincias de Toledo, Ávila y Madrid, se localiza una mancha mediterránea extensa, poblada principalmente por pinos piñoneros y otras especies. Aquí habita una comunidad de fauna ibérica muy importante y muy interesante a nivel mundial.