google-site-verification=W4JiPUkp_G2kZZVS-o62liN40WEVgPWgCCloRv-xIdc la luz del monte

domingo, 25 de junio de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. VERANO I

 


El toro bravo, es junto con el bisonte europeo, el último gran bóvido salvaje que habita en Europa. Ha pervivido como consecuencia de ser el principal protagonista de un espectáculo cultural, desde hace más de dos mil años.

Las dos especies corren su suerte en paralelo, de la mano del hombre.

El bisonte europeo vive en espacios naturales controlados por la administración, donde se mantiene una población estable y sana. Todos los años se hacen descastes para eliminar a los ejemplares enfermos y defectuosos, para ajustar las poblaciones a los espacios naturales donde viven.

El toro bravo vive en espacios naturales gestionados por ganaderos, que controlan todas las etapas de su vida. Manteniendo sus rasgos morfológicos, sus hábitos naturales y su temperamento o bravura.

Los datos culturales objetivos, están ahí desde hace unos veinte mil años, impresos en las paredes y en los techos de muchas cuevas. Donde los habitantes de esas zonas geográficas, pintaron la fauna que más les atraía.

En toda Europa se persiguió y se cazó al uro hasta su extinción. En España, desde el neolítico, se creo un vínculo cultural entre el toro bravo y el hombre. Este vínculo ancestral se ha mantenido y se ha acrecentado en todas las regiones, donde habitan las diferentes castas naturales en La Península Ibérica. Las tradiciones culturales van desde el manejo del toro y la vaca brava en su medio; las dehesas y su vida; la arquitectura tradicional en la ganadería; los libros sobre la ganadería y la vida del toro; las fiestas populares en las calles y en las plazas...

Para el bisonte europeo, las tradiciones culturales acabaron en las paredes y en los techos de las cuevas, hace unos diez mil años. Después vino su extinción en todo el territorio de Europa, excepto en los zoológicos, de donde salió una pequeña población en los años 50, para repoblar la ultima zona que habitó en libertad en 1919, en Polonia.

domingo, 18 de junio de 2023

OTRA PRIMAVERA PERDIDA. LAS CONSECUENCIAS DE LA MANIPULACIÓN DEL CLIMA CON INGENIERÍA CLIMÁTICA



La geoingeniería es un arma de guerra que tiene la capacidad de alterar, de modificar el clima de una región, de un país o de un continente. Ver el convenio internacional ENMOD, sobre la prohibición de utilizar técnicas de modificación ambiental.






Este año, como en los anteriores, en España han alterado el clima durante los meses de enero, febrero, marzo y abril, para que no llueva, y consecuentemente, suban las temperaturas que aceleran la evaporación y la sequía en el territorio.







Estas acciones criminales climáticas, han afectado de forma muy negativa en el patrimonio natural del país. Como consecuencia de la sequía que implantaron en el mes de enero, hasta mediados de mayo, los pastos y las siembras de cereal se han perdido. Todo lo que han invertido los agricultores en la campaña de cereal 1022-1023 lo han perdido. Los ganaderos han tenido que incrementar los gastos en forraje y en piensos para alimentar al ganado. Este aumento de gastos en la alimentación del ganado, apenas les va a reportar beneficios en sus ventas.





La geoingeniería utiliza productos que alteran el clima. Productos que producen enfermedades y matan a los ciudadanos a corto o largo plazo. Estas fumigaciones diarias que se han producido (que se producen todos los días) han traído a los ciudadanos enfermedades respiratorias en forma de gripes, neumonías y otras más grabes. Durante los meses de abril y mayo, ha habido brotes muy agresivos de gripe.







La segunda parte de esta campaña criminal que estamos viviendo, dirigida desde la administración del estado, ha sido la de dejar que las borrascas que han entrado en las últimas semanas en La Península Ibérica, precipiten algo durante ciertas horas del día. Para hacer ver a la sociedad neófita, que esta primavera también ha llovido. Tres meses tarde, cuando ya han arruinado las cosechas de cereal y los pastos de este año. Nada nuevo que el ciudadano inteligente no haya visto en las últimas décadas.


Estas son las precipitaciones que ha habido en el centro de España desde el mes de diciembre de 2022, a 31 de mayo de 2023. Datos de la estación meteorológica del Aeropuerto Madrid-Barajas.


   Diciembre 2022:  89.2 mm                 Diciembre 1961: 72.0 mm

   Enero 2023:           9.9 mm                  Enero 1962:        49.9 mm

   Febrero 2023:        1.0 mm                  Febrero 1962:     33.8 mm

   Marzo 2023:        15.7 mm                  Marzo 1962:     104.7 mm 

   Abril 2023:          10.0 mm                  Abril 1962:       120.2 mm

   Mayo 2023:         61.9 mm                  Mayo 1962:        86.4 mm

                   Total  187.7 mm                                 Total   467.0 mm




Hay un dato muy importante que saben las personas que se han criado en el mundo rural, y desconocen los que viven en la ciudad. El agua que cae durante los meses de octubre a mayo, produce vida y recarga los acuíferos. Florece en el campo y hace correr las fuentes. El agua que cae de mayo a septiembre, cuando ya todo está seco y perdido, ni florece nada ni corren las fuentes.





Las actuaciones encubiertas que se llevan realizando en nuestro país en los últimos cuarenta y tres años, y de forma más agresiva en los últimos veintitrés, tienen una serie de objetivos muy concretos. Producir pérdidas en las cosechas de cereales y la pérdida de los pastos. En consecuencia, la pérdida económica, hipoteca y ruina de los agricultores y de los ganaderos de España.

Las explotaciones agrícolas y ganaderas de España, llevan acusando pérdidas desde los años ochenta, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática. La red encubierta que han creado para arruinar a estos sectores, a España, está tejida desde la industria y desde la administración corrompida del Estado Español. Va desde la venta de semillas alteradas; la venta de fertilizantes químicos que contaminan los acuíferos; la venta de insecticidas prohibidos en la mayoría de los países de Europa, que matan la vida; el pago de subvenciones para tener ¨atados¨ a los agricultores y ganaderos que están arruinando.





Este gobierno que va de democrático, que adoctrina a los ciudadanos desde los diferentes medios de comunicación, todos los meses incumple La Constitución Española y sus leyes a golpe de decreto ley, como en una dictadura. Quiere imponer a los ciudadanos una agenda criminal, la 2030.

Primero te corta las piernas. Luego te da unas muletas y una subvención, que pagan los contribuyentes, para que sobrevivas hasta cuando quieran ellos.





En los últimos 23 años se han perdido muchas explotaciones agrarias y ganaderas en España. Los últimos cinco años han sido feroces, sangrantes. Sólo hay que ver las estadísticas. Todos esos discursos políticos que hemos oído en los últimos cinco años, sobre la ganadería, el consumo de carne, de leche... O sobre la agricultura, lo que contamina, el agua que consume o lo que perjudica a la salud el consumo de cereales... Tienen unos objetivos. Arruinar a estos dos sectores, para que los puedan comprar a precio de saldo las élites internacionales, que están acaparando la venta de carnes y de productos agrarios a nivel mundial.






martes, 16 de mayo de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA V



Dice el refrán, que mayo entrado, un jardín en cada prado. Como consecuencia de las temperaturas templadas y de las abundantes lluvias, que se dan en La Península Ibérica a lo largo de la primavera.

En el centro de España, desde el mes de diciembre apenas han caído cuatro gotas dispersas. Según los datos de la estación meteorológica de Barajas, esto es lo que ha llovido en los últimos seis meses, respecto a un año normal:

Diciembre 2022: 89.2 mm                        Diciembre 1961:   72.0 mm

Enero        2023:   9.9 mm                         Enero        1962:   49.9 mm

Febrero     2023:   1.0 mm                         Febrero     1962:   33.8 mm

Marzo       2023: 15.7 mm                         Marzo       1962: 104.7 mm

Abril         2023: 10.0 mm                         Abril         1962: 120.2 mm

Mayo        2023:   0.2 mm                          Mayo        1962:  86.4 mm

            Total     126.0 mm                                         Tota     467.0 mm


Como podemos ver, los datos no engañan. El campo de España arrastra un déficit hídrico de 341.0 mm en sólo 6 meses. Los próximos que vienen, apenas van a dejar agua, pues junio, julio y agosto son secos, con escasas precipitaciones. Estamos en estos momentos como en la primavera del año pasado, como en las últimas treinta y tres que han manipulado.

Si siguen incidiendo en el clima, con técnicas criminales de geoingeniería, como vienen haciendo en los últimos 33 años de forma tan agresiva. Las consecuencias ambientales, económicas y sociales, van a ser catastróficas.

Los montes ya no tienen ni una gota de agua en sus acuíferos superficiales, como así nos lo cuentan las fuentes y los arroyos secos. Miles de árboles centenarios han muerto en las últimas tres décadas, y miles se están muriendo, como consecuencia de las sequías encadenadas y de los metales pesados que han fumigado sobre ellos.

Los pastos y las especies herbáceas apenas se desarrollan con regularidad natural. Este año los apicultores y los ganaderos van a tener pérdidas muy considerables. Algunos, por desgracia, van a abandonar la ganadería. ¡Pero tranquilos! que el Ministro de Agricultura y el de Medio Ambiente, ya han aprobado una serie de planes, con varios cientos de millones de euros sacados de los impuestos de los ciudadanos, para subvencionar las perdidas de los ganaderos y de los agricultores.

Primero utilizan los fondos públicos para crear sequías con ingeniería climática; después arruinan a los ganaderos y a los agricultores. Les impiden que creen riqueza para el país, prosperen en las explotaciones agropecuarias y sigan poblando el mundo rural. Después, siguen arruinando las arcas públicas, ofreciendo a los ganaderos y a los agricultores, unas subvenciones que no arreglan nada y dejan hipotecados los sectores del campo. Y los sindicados, se enteran de que va esta ruina, o están dentro del juego del gobierno para manipular a los ganaderos y a los agricultores.

La sociedad rural, agrícola y ganadera, que puebla todos los rincones de España, está desapareciendo. Está dejando el campo libre a las multinacionales extranjeras, que se dedican a la agricultura y la ganadería.

En los últimos cincuenta años, España ha dejado de ser un país con un sector ganadero y agrícola de primer orden, gracias a los dirigentes que han pasado por los diferentes gobiernos.

Que nos diga la Ministra de Medio Ambiente, el Ministro del Interior, el Ministro de Agricultura y el Presidente del Gobierno de España, que hacen todos esos aviones y drones de día y de noche, sin transpondedor ni matricula que los pueda localizar, fumigando los cielos de España. Sobre pueblos y ciudades por los que no pueden volar por ley.

Estos hechos criminales y sus consecuencias, ya no se pueden tapar más. Ni quienes los están cometiendo o permitiendo. Ni desde las organizaciones ecologistas, ni desde los diferentes medios de comunicación, que el gobierno riega con dinero público, para que engañen y distraigan a los ciudadanos. Adoctrinando a la sociedad sobre un cambio climático falso que está ocurriendo, como consecuencia del consumo humano, cuando lo que realmente esta ocurriendo, es que están manipulando el clima con ingeniería climática.

Los compuestos químicos fumigados, para destruir las borrascas que llegan desde el Atlántico o las tormentas que se forman en el interior, ya han caído sobre la tierra, están en la sangre de todos los ciudadanos de España. Son metales pesados, como el aluminio, el grafeno, el bario, las tierras de diatomeas que tantas gripes y neumonías producen, carbonos, azufres... Sólo hay que analizar los gases fumigados que sales de los aviones y drones que nos fumigan todos los días. Y cotejar lo que ha caído sobre la tierra o está en la sangre de los ciudadanos. En las personas que tienen cáncer; en las mujeres que han perdido un pecho o los dos; en las personas de ochenta años que tienen alzheimer; en los jóvenes o mayores que mueren de ictus; en las personas que tienen enfermedades cardiorrespiratorias como gripes o neumonías; cataratas... Vamos a hacer un análisis de todo y saldremos de dudas.

Si este gobierno es realmente democrático y apuesta por la vida, como tantas vece difunde en los diferentes medios de comunicación, o a través de esa Agenda criminal 2030, ahora tiene la ocasión de demostrarlo y de sacar de dudas a los ciudadanos de España. Es su deber.


LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA IV

 




miércoles, 3 de mayo de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA III

 


El clima mediterráneo incide en la mayor parte de La Península Ibérica desde hace más de cuatro mil años. Hace posible que los arroyos, las fuentes y los manantiales, fluyan de forma natural durante todo el año.

La fauna y la vegetación, son los principales bioindicadores que nos cuentan con su presencia, como es el clima y el tipo de suelos, que hacen posible que toda lluvia que cae durante el año, se retenga y termine corriendo por los arroyos, manantiales y fuentes. Manteniendo la vida todo el año, especialmente en verano, cuando menos llueve.

Si observamos los árboles mediterráneos, encinas, quejigos, alcornoques, coscojas, empiezan a fructificar al final de la primavera, maduran los frutos durante el verano, y caen al comienzo del otoño. Todo el proceso se desarrolla durante los meses más cálidos del año, gracias al agua que hay acumulada en el subsuelo, en el acuífero.

El agua es fundamental para el mantenimiento de la ganadería extensiva. En todas las zonas ganaderas históricas de España, hay fuentes de piedra y ladrillo, o manantiales que anualmente mantienen y limpian los vaqueros o los pastores. A ellos acude el ganado y la fauna de la zona.

La situación geográfica y el clima mediterráneo que tiene España, hacen posible que la ganadería extensiva se críe sin ningún problema y sin ningún coste para el ganadero, en piensos y forraje. Hasta los años setenta, sólo se ayudaba al ganado con piensos y forraje, durante algunos días del invierno, cuando las nevadas tapaban los pastos.

En los últimos cuarenta y tres años, el panorama del campo Ibérico ha cambiado mucho de la noche a la mañana. Primero apareció en la televisión el famoso anticiclón de Las Azores, que no deja entrar los frentes de nubes cargados de agua desde el Atlántico; luego vino el agujero de la capa de ozono; luego el efecto invernadero; luego el calentamiento global del planeta; ahora el cambio climático. De la mano de una serie de Agendas, como la 21 o la 2030. Todo manipulado por la élite internacional, que dirige al gobierno de España a su conveniencia.

El panorama del campo ibérico ha cambiado mucho en sólo cuarenta años. Aquellos ganaderos, vaqueros, pastores, que sabían del campo y del clima, hoy mirarían al cielo de España preocupados, por lo que ocurre todos los días en él, pues ya no llueve con regularidad a lo largo del año, como consecuencia de la manipulación del clima con ingeniería climática, efectuada con aviones, drones y antenas construidas en zonas estratégicas. Un proyecto criminal aprobado de forma encubierta, ejecutado por el gobierno de la nación.

En los últimos treinta años, los ganaderos de España tienen que alimentar al ganado durante todo el año, pues las escasa lluvias que caen, apenas mantienen los escaso pastos durante tres o cuatro meses. En verano hay que llevar agua al ganado dos veces al día. En algunas zonas, hay que llevar agua durante todo el año, pues los pequeños acuíferos que fluyen en las fuentes, se secaron hace años. Hoy, el campo Ibérico sigue teniendo sus fuentes, pero vacías.

Mañana numerosos aviones y drones, volverán a fumigar los cielos de España, con productos criminales como el aluminio, las tierras de diatomeas, el grafeno.... dejando los cielos con numerosas estelas blancas, que se van difuminando a lo largo del día, formando una cúpula “invisible” que deja entrar los rayos del sol e impide que salga el calor. A este proceso, las élites internacionales que manejan los gobiernos de Europa y de Estados Unidos, le han puesto el nombre de cambio climático.


miércoles, 26 de abril de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA II


Hoy, como consecuencia de la alteración del clima con ingeniería climática, el campo ya no aporta ni la mitad del alimento que debería a la ganadería, pues ya no llueve con regularidad durante las estaciones.

La Península Ibérica se caracteriza por tener un clima mediterráneo y atlántico, con unas precipitaciones abundantes y regulares a lo largo del año, como así lo atestigua la vegetación característica de cada zona geográfica.

Sólo hay que consultar la información meteorológica de hace cincuenta años y contrastarla con la actual, para ver como ha sido la manipulación del clima con geoingeniaría y cuales han sido sus consecuencias en el patrimonio forestal, en la agricultura y en la ganadería.

A esta manipulación del clima, dirigida para arruinar a los dos sectores más importantes económicos y sociales de España, como son la agricultura y la ganadería, la han puesto el nombre de “cambio climático”. Planificada desde instancias internacionales (Agenda 2030) y dirigida desde los organismos competentes del gobierno, como es el Ministerio del Interior, el Ministerio de Medio Ambiente y el Ministerio de Agricultura, bajo el beneplácito de todos los presidentes regionales de España. En qué región o comunidad autónoma, no se fumigan los cielos con aviones o drones durante todos los días del año?

La geoingeniería es un arma criminal patentada, regulada por convenios internacionales, como el que firmó el gobierno de España el día 4 de Julio de 1978. Convenio ENMOD.

El clima natural de una zona, se caracteriza por su regularidad durante un periodo largo de tiempo. Es constante y a la vez va cambiando, pero en un periodo largo de siglos, no de años, no en cuarenta años.

En treinta o cuarenta años, el clima no puede cambiar de la forma tan drástica, tan catastrófica como lo está haciendo. Sólo puede cambiar, si le están manipulando con ingeniería climática. Con técnicas y productos que destruyen los frentes de nubes, que llegan desde el atlántico cargados de lluvias, o destruyendo las tormentas que se forman a lo largo del verano, para que no precipiten y refresquen el ambiente.

La primavera que estamos viviendo este año, no es muy diferente a la que vivimos el año anterior, ni la que hemos vivido en los últimos treinta años. Seca, irregular y con temperaturas por encima de los 40ºC durante muchos días. Sólo hay que consultar la información meteorológica de cada región.

En los últimos treinta años, el ganadero tiene que alimentar a los toros y a las vacas, incluso en otoño y en primavera, como consecuencia de la alteración del clima que se están realizando con ingeniería climática, desde hace 43 años.

Un ganadero de los año setenta, jamás entendería que en España se alimentara al ganado en primavera o en otoño. Dos épocas del año, cuando más alimento debe de haber en el campo.

Cuanto le va a costar este año al ganadero de su bolsillo, mantener a todas las reses de la ganadería?


sábado, 22 de abril de 2023

LA GANADERÍA BRAVA. PRIMAVERA I

 


La primavera renueva la vida en las ganaderías bravas. Es época de nacimientos, de abundancia de recursos en las dehesas.

Con el otoño, es la estación del año que más llueve. Las temperaturas se templan, como consecuencia de los frentes de nubes que llegan desde el Atlántico, causando abundantes precipitaciones que refrescan los ambientes.

Esta meteorología mediterránea natural, hace que se desarrollen los pastos, los arbustos y los árboles. Que florezcan y den frutos durante el verano y el otoño. Asegurando la alimentación a todos los habitantes del monte, durante la mayor parte del año.

En las grandes cercas, donde pastan las vacas, se ven numerosos becerros en compañía de sus madres, que han nacido al final del invierno o a lo largo de los últimos días. Con los abundantes pastos y los recursos forestales que van a florecer durante la estación, los becerros se van a desarrollar muy bien, con la abundante leche que van a mamar de sus madres.

En otras zonas de la finca observamos a los añojos, a los erales, a los novillos de tres años... En los cerquillones menos extensos, está repartida la camada de toros.

En este panorama natural, donde vive el toro bravo, de más de quinientas mil hectáreas de dehesas, pobladas por encinas, quejigos, enebros de la miera, alcornoques, melojos, álamos, sauces... habitan águilas imperiales ibéricas, linces ibéricos, lobos, cigüeñas negras, grullas, buitres negros, águilas perdiceras... Y la mayor parte de nuestra fauna. Un mundo natural mediterráneo, ibérico, que el hombre comenzó a gestionar, a dar forma, hace casi mil años.


martes, 21 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE VI

 


Hace cuarenta años, el mochuelo era una de las especies más comunes y más representativas de la España rural y natural. De allí, aquí, el panorama ha cambiado mucho en todos los aspectos, pues esta especie se ha enrarecido y ha desaparecido de muchas zonas geográficas.

Las causas principales que han llevado a esta situación al mochuelo común, han sido tres. El aumento de las carreteras y el tráfico rodado, ha exterminado a la especie en un radio considerable a sus zonas de tránsito.

La gestión ilegal e irracional que se hace en la mayoría de los cotos de España, al disparar a todo lo que vuela o corre. Hoy apenas se ve un mochuelo en un coto de caza social.

La utilización ilegal encubierta de ingeniería climática. Desde principios de los años ochenta del pasado siglo, el clima en todo el territorio nacional está manipulado con técnicas de ingeniería climática, que alteran el clima y destruyen la vida forestal y animal.


LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE V

 




domingo, 12 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE IV

 


Esta imagen, tan natural en España, de un ciudadano bajo una enorme encina centenaria de unos trescientos o cuatrocientos años de vida, si la observamos, nos puede contar muchas cosas.

El ambiente que había aquella mañana en el monte, cuando estaba amaneciendo, era de niebla, húmedo, templado. El canto de las totovías, de algún pinzón común o mirlo, se escuchaba oculto entre la niebla. El rastro del jabalí y algunos conejos que pastaban por las inmediaciones, aparentemente, era toda la vida que había por la zona.

Si observamos el majestuoso porte que tiene la encina, de unos doce metros de altura, veremos por su estructura, por la forma que tienen sus grandes ramas que salen del tronco, que es un árbol que ha sido guiado desde su juventud, para producir bellotas grandes de calidad, que alimentan a la ganadería o la caza mayor y menor. Sus ramas se han ido guiando cada veinte o treinta años, para que crezcan de forma horizontal y no vertical, como lo haría de forma natural.

Este tipo de silvicultura ancestral, que se lleva practicando en La Península Ibérica desde que llegaron los romanos, hace unos 2100 años, es una de las formas culturales donde se funden los hábitos de vida de una sociedad como es la ibérica, con el medio forestal donde ha evolucionado como sociedad, culturalmente y económicamente, sin destruir y sin influir de forma negativa en el medio ambiente.

La silvicultura mediterránea ha perdurado durante tanto tiempo en nuestro país, porque las personas que se encargaban de gestionar los montes, evolucionaron con ellos, aprendieron con ellos, generación tras generación. Haciendo las labores sin prisa, sólo con un objetivo, el de sacar la mayor producción a los árboles, sin causarles ningún daño durante su larga vida. Cuantos más siglos tiene un árbol del género Quercus, más grande es y más kilos de frutos produce.

Pero, en los últimos cuarenta años, la gestión forestal ya no se hace igual de bien que debía de realizarse. Las podas de las grandes encinas, alcornoques, quejigos y melojos ya no se hacen para guiarlos y que estos produzcan mas frutos. Se hacen sin ningún criterio técnico, muy mal y para sacarle una mayor producción leñera al árbol, que en la mayoría de los casos le cuesta la vida.

En la mayoría de los espacios forestales, que están dentro de los límites de los parques nacionales, naturales o de especial protección por algún motivo, que tienen como fin la protección y la regeneración de su flora en su estado natural, sus árboles se siguen podando cada cierto tiempo, de forma abusiva, sin ningún criterio técnico, incumpliendo las leyes y los planes rectores de uso y gestión de esos espacios naturales protegidos. No tiene ningún sentido técnico y económico, que se destinen fondos económicos públicos, para alterar el estado físico los árboles, si estos ya no producen para la ganadería. Se está tirando el dinero público y se está causando un daño irreparable a los árboles y a los espacios naturales protegidos.


miércoles, 8 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE III

 


La calidad ambiental, forestal, que tiene un monte, se ve reflejada en la cantidad y variedad de pájaros carpinteros que le habitan. Hoy es imposible saber que especies habitaban realmente nuestros montes mediterráneos, pues el patrimonio forestal que sobrevive, son pequeñas o grandes manchas muy alteradas, como consecuencia de la gestión que han tenido en los últimos doscientos años.

Las cuatro especies que habitan las manchas mediterráneas, están representadas por el pito real, el pico picapinos, el pico menor y el torcecuello. Los otros picos, el pito negro, el pico mediano y el pico dorsiblanco, no se tiene constancia de que habiten o interactúen en las ultimas zonas Ibéricas, donde el monte mediterráneo se funde con el monte atlántico.

Las cuatro especies que habitan en las últimas manchas mediterráneas, tiene su nicho ecológico. Pueden vivir sin ningún problema en quince hectáreas de monte, porque cada una se ha especializado en la alimentación y en la captura de sus presas.

El pito real se alimenta principalmente de hormigas, de casi todo tipo de insectos, bayas y frutos. El pico menor se alimenta de todo pido de insectos, sus puestas y larvas, que habitan en los árboles y arbustos. El torcecuello consume insectos variados, principalmente hormigas y sus puestas. El pico picapinos, como el que vemos en la imagen, se alimenta de todo pito de insectos que habitan en los árboles y arbustos, de inflorescencias, de los variados frutos que da el monte a lo largo del año, e incluso de huevos y crías de pequeños pájaros.

En los últimos veinte años, como consecuencia de la manipulación del clima con ingeniería climática, que está acabando con las últimas manchas mediterráneas, sólo hay una especie que está resistiendo a la extinción, debido a su amplio abanico para alimentarse. Todo el que visite hoy un espacio forestal, se va a dar cuenta de los escasos insectos que se ven, de los pocos pájaros que se escuchan, de como ha cambiado el monte, para mal, en los últimos veinte años. De la cantidad de árboles muertos que se ven, de como han desaparecido la mayoría de los arbustos.

Los productos con los que fumigan aviones y drones los cielos de España, todos los días del año, compuestos por aluminio, grafeno y tierras de diatomeas, principalmente, han eliminado casi por completo a los insectos. Algunas especies están a punto de extinguirse. A muy pocas les ha beneficiado, como al Cerambyx cerdo, que está “contribuyendo” gracias a la ingeniería climática, al exterminio de las últimas encinas, alcornoques y quejigos centenarios que quedan en España.

Una mancha mediterránea de doscientas hectáreas, de hace cincuenta años, donde el clima no estaba manipulado y llovía de forma regular durante todo el año, su ecología era natural. Abundaban los insectos, los árboles y arbustos fructificaban bien, las temperaturas eran las naturales. Los pájaros carpinteros tenían recursos naturales de sobra para alimentarse durante todo el año, el hábitat para nidificar y el ambiente para vivir y expandirse.


viernes, 3 de febrero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE II

 


Pasado el otoño, después de tres meses de bodas, los grandes ciervos se encierran en el monte espeso y desaparecen. Cuando cae la tarde, salen de sus encames a pastar en los claros. Al alba, vuelven a sus lugares secretos. Sólo durante estas horas, es posible verlos.

El ciervo es un animal territorial, que siente la querencia donde ha nacido, pues siempre vuelve a ella. Pero también es un espíritu libre, que necesita enormes zonas de monte, de miles de hectáreas, donde moverse durante la noche. Para localizar pastos, manantiales o cursos fluviales donde beber. Un ciervo puede alejarse para pastar o beber, diez kilómetros de la zona donde se encama.

En los últimos treinta años, la mayoría de las fincas dedicadas a la explotación comercial de la caza mayor, se han cerrado ilegalmente. Apropiándose ilegalmente de los caminos, las vías pecuarias y los cursos fluviales, todos ellos de titularidad pública. Impidiendo el libre tránsito de la fauna: ciervos, gamos, corzos, cabras monteses, jabalíes y lobos.

La Ley de Caza dice, que la propiedad de la fauna cinegética se obtiene cuando el animal se abate. Mientras está vivo, es libre, le ampara la legislación vigente. Los cotos de caza, legalmente están destinados a la producción natural de las especies cinegéticas, donde habita la mayoría de la fauna no cinegética del país, y a la organización de monterías reglamentadas y legalizadas, para abatir un número determinado de ejemplares. En ningún párrafo de La Ley de Caza dice, que el propietario de la finca se puede apropiar o impedir el libre tránsito de la fauna silvestre, mediante el cierre de esta.

El panorama de La España montaraz, auténtica, casi ha desaparecido. Hoy, Los Montes de Toledo y Sierra Morena, se han convertido casi en su totalidad, en un enorme parque cinegético. Ordenado por mallas que impiden el libre tránsito de la caza mayor; trazado por caminos, pistas y tiraderos, que llegan hasta las zonas más secretas de los montes, rompiendo las querencias de la fauna.

Con estas gestión han conseguido tres cosas. Desde la administración, al permitirlo ilegalmente y desde la propiedad, al cerrar el monte. Han conseguido casi el exterminio de dos especies emblemáticas de la fauna ibérica, únicas en el mundo, que eliminaban a los animales enfermos, con tuberculosis. El lince ibérico y el lobo ibérico, localizado al sur del Río Tajo. Han destruido por completo el paisaje del monte, al llenarlo alambradas, de pistas, caminos y tiraderos, para producir unos ciervos que ya no son libres, que son tan silvestres, como las cabras que guarda un pastor en el monte.


sábado, 28 de enero de 2023

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO SEGUNDA PARTE I

 


A lo largo del invierno, durante esas épocas en las que las borrascas boreales inciden sobre La Península Ibérica, causando olas de frío y temporales de nieve, numerosos pájaros que habitan en los pinares silvestres y en los montes atlánticos que cubren las montañas del Sistema Central, invernan o pasan largas temporadas en los encinares de las mesetas.

Los pequeños herrerillos capuchinos, carboneros garrapinos, trepadores azules, pinzones reales, zorzales, mirlos comunes, gavilanes... Se marchan de sus territorios naturales, no porque no soportan el frío, pues están adaptados por evolución para soportar todo tipo de inclemencias naturales. Se van, como consecuencia de la climatología adversa, al no poder encontrar alimento. Debido a sus pequeños cuerpos y su metabolismo, no pueden almacenar grasas para subsistir durante varios días, pues el frío activa sus cuerpos y quema en poco tiempo las pocas reservas que tienen. En consecuencia, si no se van rápido a otras latitudes más benignas, donde pueden encontrar alimento, sucumben.

En condiciones normales, un herrerillo capuchino puede soportar sin comer entre uno y dos días. Con temperaturas por debajo de los -5ºC, sin ningún recurso para alimentarse, muere en horas. Un gavilán, en condiciones normales puede aguantar sin alimentarse unos tres días. Con temperaturas por debajo de los -5ºC, con todo su territorio cubierto de nieve, donde faltan sus principales presas, los pequeños pájaros, o se va, o en dos días cae, dependiendo de las grasas que tenga acumuladas.


miércoles, 21 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE VI

 

El primer invierno, es para los jóvenes que nacieron en la primavera y el verano pasado, el periodo más difícil y más crítico de toda su vida. Dependiendo de como haya sido el otoño en abundancia de frutos y vengan el invierno, así será para todos los habitantes del monte.

Han tenido el final del verano y todo el otoño para aprender a cazar, a buscarse la vida, a esquivar los peligro y a ir conociendo el terreno, con un clima benigno.

El invierno es la estación más dura del año para todos los habitantes del monte, pues los recursos para alimentarse escasean. Los animales necesitan más cantidad de alimento, para mantener fuerte y caliente el cuerpo. Sólo los más fuertes y preparados, van a llegar a la primavera para formar una pareja y traer una nueva generación al monte.

Más del cincuenta por ciento de los jóvenes pito reales, como el que vemos en la fotografía, van a caer durante el otoño y el invierno. Por inexperiencia para pasar inadvertidos en el monte ante los depredadores, o por falta de experiencia para buscar los suficientes recursos, para alimentarse durante el invierno.


viernes, 9 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE IV

 


El mundo natural que hoy conocemos en España, está sujeto a la evolución que ha tenido en los últimos dos millones de años. Una evolución que va con el ritmo de las estaciones.

Para que la vida fluya y sea constante, se tienen que dar una serie de acontecimientos naturales previos. El clima tiene que desarrollarse de forma natural y regular durante todas las estaciones del año. Quiere esto decir, que para que la vida siga de forma regular en la primavera siguiente, durante el otoño y el invierno, las precipitaciones en forma de lluvia y de nieve tienen que ser regulares.

Las abundantes precipitaciones que se dan en forma de lluvia durante el otoño en el ecosistema mediterráneo, paran la sequía estival y cargan los acuíferos. Las precipitaciones que se dan en invierno en forma de lluvia y de nieve, recargan los acuíferos y llenan las fuentes y hacen correr los arroyos.

El agua que se almacena en las capas freáticas (acuíferos) y en las fisuras de las rocas (acuíferos aislados) van a mantener con vida a la flora durante los dos meses de verano, y van a hacer posible que esta fructifique durante la estación y el otoño. Van a mantener llenas las fuentes y los manantiales, para que la fauna siga habitando las manchas.

El agua que caiga en primavera, servirá para mantener el flujo de los arroyos y las fuentes, y para regar la vegetación. Pero no para recargar los acuíferos, arroyos y fuentes. Si estas recargas no se producen en otoño y en invierno, llegaremos a la primavera con un déficit hídrico, que va afectar de forma muy negativa a toda la vida del monte en los meses sucesivos.

La flora, por evolución, está capacitada para soportar de forma natural sin sufrir daños, durante uno o dos periodos, en los que las precipitaciones sean inferiores a las normales. En los años sucesivos, regulares, las condiciones naturales se restablecen y el monte no tiene ninguna merma.


martes, 6 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE III

 


La fauna que habita en los montes mediterráneos, ha evolucionado con ellos en los últimos dos millones de años. Cada especie tiene su nicho ecológico. Por evolución, tiene unos rasgos morfológicos definidos, un comportamiento y una forma de conseguir su alimentación.

La cadena de la vida del mote mediterráneo, está estructurada por la evolución que condiciona el clima, la situación geográfica y la flora.

Toda la comunidad del monte, se estructura en una pirámide ecológica. Desde la base, que son los productores primarios, hasta el último, que son los consumidores de los restos de los seres que han muerto.

Podríamos decir, a groso modo, que toda la comunidad forestal que forma el monte mediterráneo, formado principalmente por encinas, alcornoques, quejigos, acebuches, coscojas, madroños, cornicabras, fresnos, arces... sería la base de la pirámide ecológica. Los abundantes y variados insectos, como los saltamontes y las abejas; los herbívoros, como los conejos y los ciervos, serían el primer nivel. Las aves insectívoras, como la curruca carrasqueña y la abubilla; los fitófagos como la paloma torcaz y la perdiz, serían el segundo nivel. Los pequeños carnívoros, como la comadreja y la gineta; omnívoros, como la urraca y el lirón careto; las pequeñas rapaces como el gavilán y el cernícalo común, serían el tercer nivel. Los medianos carnívoros, como el zorro y las rapaces medianas, como el cárabo y el águila culebrera, serían el cuarto nivel. Los grandes carnívoros, como el lobo y el lince; omnívoros como el jabalí; las grandes rapaces, como el búho real y el águila imperial, serían el quinto nivel. Los que se alimentan de animales muertos o de los restos que dejan otros, como el alimoche, los buitres negros y leonados, serían el sexto nivel. Los que se alimentan de huesos, como el quebrantahuesos, serían el vértice de esa pirámide ecológica.

Cada nivel que acabamos de comentar, someramente, está especializado en unos hábitos que ha adquirido por evolución para obtener su alimento. Los azores, los linces, sólo consumen animales que han cazado ellos. El águila real o el lobo, consumen animales que capturan ellos o que encuentran muertos. El buitre negro y el buitre leonado, por la evolución en sus hábitos, sólo están capacitados para consumir animales muertos, que detectan gracias a los córvidos, milanos y alimoches.

El protocolo que siguen los grandes buitres en el mundo natural, para localizar a un animal muerto en el monte, es el mismo que ocurría hace quinientos mil años.

El animal muere por alguna circunstancia. En los próximos días le descubren los córvidos, los milanos y los alimoches, y consumen lo que pueden: los ojos, la lengua y algunas partes blandas. Ante esa algarabía que se forma en torno al animal muerto, los buitres pueden localizarle y van entrado a despezar y a consumir el cadáver. Los buitres leonados, son los primeros en abrir y consumir las vísceras y la carne. Los buitres negros se alimentan de la carne y de las partes duras. Al final, una vez abierto el cadáver por los buitres, los córvidos, el alimoche, los milanos, las águila reales... se alimentan. Cuando todos se van, sólo queda la piel y los huesos completamente limpios e inocuos. Listos para que entre el quebrantahuesos para alimentarse con ellos, si existe en la zona.


viernes, 2 de diciembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE II



Cada estación, proporciona al monte una serie de condiciones ambientales, para que las especies puedan habitar las diferentes zonas geográficas.

Cuando entra el invierno, la mayoría de los pájaros que han criado en los montes mediterráneos, localizados en las solanas de las altas montañas, ya se han marchado a sus cuarteles de invierno, localizados en las mesetas o en África. En estas zonas altas, batidas por los vientos y la nieve, pasan la mayor parte del invierno las cabras monteses ibéricas. Aquí no hay hielo, los vientos y las nieves castigan menos, y las temperaturas son más agradables que en las cumbres, donde sólo hay hielo. Las altas montañas son como un termómetro, si las temperaturas bajan y arrecian las nevadas, las cabras monteses y los demás habitantes de la montaña, llegan a bajar hasta en fondo del valle. Con la retirada de la nieve y el hielo en los días posteriores, van subiendo.

Las zonas del monte, donde la humedad y el frescor atraen a la fauna en primavera y verano, para habitar, criar o alimentarse, ahora, con las abundantes precipitaciones, acompañadas de bajas temperaturas, se quedan vacías de vida. A los pájaros y a los roedores no les hace mucha gracia el frío y la humedad. En estas zonas solitarias, invernan las chochas perdices. Aquí encuentran su alimento principal, las abundantes lombrices, y pasan desapercibidas entre las hojarascas y las matas.

Hay una especie, que debido a sus hábitos y las horas que tiene de actividad en el monte, pasa desapercibida. Es más fácil de detectar, debido a los rastros que deja, que de ver. Es tal la confianza que tiene en sus hábitos discretos, que muchas le han perdido el miedo al ser humano, y durante una época del año conviven con él.

Entre mediados de noviembre y abril, muchas garduñas dejan sus guaridas en el monte, y se van a vivir a casas habitadas por guardas, abandonadas o de pueblos, cuadras y graneros. En estas construcciones, pasan el invierno y traen al mundo una nueva generación. Alimentándose con los roedores que viven con el hombre o a sus expensas, saqueando los gallineros. Cuando la primavera se empieza a sentar en el monte y la vida se hace más agradable, vuelven a él.


domingo, 27 de noviembre de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. INVIERNO PRIMERA PARTE I

 


A finales de noviembre, el invierno ya se ha instalado en las sierras bajas y en las laderas de las montañas pobladas por el monte mediterráneo. La mayoría de los árboles caducifolios que pueblan este ecosistema, se han desprendido de sus hojas. Los quejigos y las cornicabras todavía mantienen algunas. Los montes, dependiendo de su situación geográfica y de las especies que los pueblan, van a cambiar su aspecto a lo largo de la estación.

El clima va a ser un factor determinante para las estaciones venideras, pues dependiendo de las precipitaciones en forma de lluvia o de nieve, los acuíferos se van a recargar completamente y van a descargar en las fuentes y en los arroyos que corren por las laderas y el fondo de los valles.

Las escarchas pintan de plata muchos amaneceres. Las nevadas regulares, transforman los paisajes de los montes durante días y los trasladan a otras épocas.

La fauna, dependiendo de como haya sido de abundante el otoño en frutos, aguanta en sus territorios durante toda la estación, excepto cuando las frías ventiscas azotan las laderas de los valles. Los pequeños mamíferos resisten en sus madrigueras, cubiertas de nieve. El resto de la fauna se desplaza durante unos días, hasta que la situación se regularice, aunque el suelo este cubierto de nieve.

La mayoría de la fauna está capacitada para buscar la comida, como los ciervos, los corzos y los conejos. O recurren a los frutos que han guardado o enterrado en otoño, como los arrendajos, las grajillas y los ratones. El zorro, la garduña, la jineta y la comadreja, suelen encontrar a alguien despistado cuando cae el día. Otros, como los pinzones, jilgueros, picogordos, escribanos, palomas torcaces, tienen que desplazarse a las zonas donde el suelo está libre de nieve.

Para los habitantes de la ciudad, la nieve y los paisajes que crea, únicos e irrepetibles en todo el año, les atrae, les gusta, porque no se imaginan lo duro que es vivir en un lugar así, con los recursos naturales que proporciona el monte.

El invierno, después de sus frías noches y pintados amaneceres, también tiene sus días soleados agradables, donde la vida parece que su multiplica por los montes, pues en muchas zonas todavía quedan bellotas y pequeños frutos que no han quemado las heladas.

El invierno mediterráneo suele venir de la mano del otoño con abundantes lluvias, que van a ir dando paso a regulares nevadas en las zonas medias, y grandes en las cumbres de las montañas. Y se va con abundantes precipitaciones y copiosas nevadas, de considerables espesores en las montañas.

Mientras todo esto sucede, los árboles, muy despacio, se van trasformando. La vida sigue latiendo. En muchos puntos de nuestros montes, siempre hay alguien que observa y vive la vida intensamente todos los días del año. Que grandes cronistas serían, si pudieran contar lo que ocurre en la vida del monte.

sábado, 19 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO IV

 


El cambio climático encubierto, artificial, que han creando con ingeniería climática desde los años ochenta en España, está ocasionando daños irreversibles en el patrimonio natural y la extinción de la ganadería extensiva.

Hace cuarenta años, el clima regular proporcionaba un régimen de lluvias a lo largo del año, que mantenía los montes y los pastos con los que se alimenta el ganado. Hacía correr los arroyos durante ocho meses y mantenía las fuentes llenas durante todo el año. Esto era lo normal en toda La Península Ibérica, hace tan solo cuarenta años.

Hoy, como consecuencia de la intervención del clima con ingeniería climática, con aviones o drones preparados, que fumigan los cielos de España todos los días del año, con productos patentados, que destruyen los frentes de nubes y las tormentas, bajo el nombre criminal “Cambio Climático”, en España ya no llueve ni la mitad que hace cuarenta años.

Los arroyos ya no corren ni en invierno, debido a las escasas precipitaciones que dejan caer. Los árboles y arbustos que pueblan nuestros montes, están tan débiles, como consecuencia de las sequías encadenas que han producido durante tantos años, casi no producen frutos. Los pastos, apenas duran cuatro o cinco meses verdes, los otoños que brotan.

Ante esta catástrofe ambiental, cultural, económica, que han creado con ingeniería climática, que están manteniendo para seguir engañando a la sociedad con la marca criminal “Cambio Climático”, hoy es imposible que una ganadería de beneficios y se pueda mantener.

Ahora, el ganadero tiene que llevar agua al ganado o llevar el agua hasta las fuentes, para que las reses no se mueran de sed. Le tiene que alimentar durante todo el año, pues con este clima manipulado, el campo apenas proporciona comida. Lo que antes era normal y daba satisfacciones y beneficios, en los últimos treinta años se ha convertido en costes, ruina, el doble de trabajo, ninguna satisfacción, la extinción de ganaderías, razas y la pérdida de un oficio cultural desde el neolítico, que año tras año se va muriendo en los campos de España. El de Ganadero.


Para más información sobre ingeniería climática, 
https://www.laluzdelmonte.com/2020/09/las-consecuencias-ambientales-sociales.html

lunes, 7 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO III

 

Las razas bovinas autóctonas ibéricas, han evolucionado con el clima, el medio ambiente y la geografía de La Península Ibérica. Están adaptadas a la geografía del terreno, a los cambios de estación, a los climas y al consumo de los diferentes recursos naturales que les proporciona el medio.

Estás razas han evolucionado en las diferentes zonas geográficas de la península. Sus cuerpos están adaptados a las zonas que habitan. Por evolución, sus órganos internos pueden sacar el máximo rendimiento nutritivo de los recursos naturales que consumen. Durante el invierno, consumen diferentes tipos de hierbas y de hojas. En la primavera, se alimentan de todos los recursos nuevos, con grado. En el verano, consumen los escasos frutos que aportan algunas especies, las hojas de árboles y arbustos, algunos pastos verdes y el pasto seco. En otoño vuelven los pastos, pero no alimentan igual que en la primavera, pues tienen menos grado, ya que el sol no calienta igual que en primavera. La mayoría árboles y arbustos proporcionan una cosecha grande de frutos, que proporcionan al ganado proteínas y vitaminas para afrontar el invierno.

Están adaptadas a los cambios de estación y a los climas. Por evolución, soportan sin ningún problema las cuatro estaciones del año y los cambios repentinos del clima. Las grandes nevadas o las olas de calor. A estas razas no hace falta vacunarlas para que no enfermen, pues ya tienen los anticuerpos por evolución.

La vaca y el toro bravo, hoy, por su condición natural, son el máximo exponente de una especie que vive en semilibertad. En un hábitat natural que le proporciona todos los recursos naturales para alimentarse a lo largo del año, sin pasar carestía. Que le proporciona refugio y resguardo en invierno cuando arrecia el frío, o en verano, cuando el sol y el calor se hacen insoportables.


miércoles, 2 de noviembre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO II

 

La forma de criar, de mantener el ganado en el monte en La Península Ibérica, comienza en el Neolítico, hace unos diez mil años.

En un principio, los clanes familiares seguían a las manadas de herbívoros para alimentarse de ellos. Posteriormente, comienzan a seleccionar las especies y los ejemplares más mansos, para el manejo y su cría.

A lo largo de esos diez mil años, los ganaderos han conocido las especies que crían. Como manejarlas, a seleccionarlas, como curar sus enfermedades, los pastos que mejor les van, la época del año más conveniente para que críen... Han seleccionado unas reses que pueden vivir el el monte durante todo el año, aprovechando los recursos naturales, sin coste alguno.

Hoy, las cosas han cambiado un poco. De aquellos legendarios pastores y vaqueros que llevaban las manadas y rebaños por las cañadas, hasta los pastos de invierno o de verano, sólo quedan los últimos.

Las grandes dehesas municipales, donde se perdía el ganado y comía hasta hartarse, sin competencia, se vendieron o se partieron en las desamortizaciones que se hicieron en el siglo XIX.

Las fincas privadas se han ido partiendo y sus usos han cambiado. El clima que hoy tenemos, no es natural, está manipulado con ingeniería climática, y no llueve de forma regular ni la mitad que lo hacía hace cuarenta años. En consecuencia, hoy el ganadero tiene que alimentar al ganado y llevarle agua.

La vaca y el toro bravo son un referente muy claro, de como una especie semisalvaje puede habitar en una zona geográfica con unas condiciones ambientales naturales, durante todo el año, sin que el ser humano interfiera en su alimentación, en su reproducción y en su saneamiento.

Hasta los años 50 del siglo veinte, el noventa por ciento del ganado que se criaba en La Península Ibérica, se alimentaba sólo con lo que producía el campo. Había fuentes por todas partes y los arroyos corrían. Se movían cientos de miles de cabezas por todas las vías pecuarias y apenas había enfermedades.

Hoy, no hay ni la mitad del ganado que había hace cincuenta años. Hay que vacunarle dos, tres, o cuatro veces al año. Hay que alimentarle durante todo el año, hay que llevarle agua casi todos los meses del año, pues el clima está manipulado con ingeniería climática y no llueve de forma regular, para que corran los arroyos, se recarguen los acuíferos que drenan las fuentes y el monte se regenere y produzca el alimento que necesita el ganado, para mantenerse de forma natural a lo largo del año. Como ha ocurrido durante diez mil años.


sábado, 29 de octubre de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. OTOÑO I

 

La casta, es el origen natural de una especie de vaca y de toro bravo, con unos rasgos morfológicos y un comportamiento definido. Dentro de las castas hay estirpes, que han surgido como consecuencia de la intervención del hombre en la especie, en la casta originaria.

Las principales castas originales que existían en la Península Ibérica, hasta comienzos del siglo XX eran las siguientes: La Casta Navarra, enclavada principalmente en la ribera del Río Ebro, entre las provincias de Álava, Logroño, Navarra y Zaragoza. La Casta Castellana, localizada entre las provincias de Segovia y Valladolid. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, localizada entre las provincias de Madrid, Toledo y Ciudad Real. La Casta Cabrera, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz. La Casta Vistahermosa, localizada entre las provincias de Sevilla y Cádiz.

De la Casta Navarra no se conocen estirpes definidas. Los Toros Castellanos de La Tierra de Pinares, se han extinguido a lo largo del siglo XX por los cruces realizados con ejemplares de Casta Vistahermosa. La Casta Jijona-Toros de la Tierra, fueron exterminados durante la guerra civil, al encontrarse las ultimas ganaderías en zona republicana. La Casta Cabrera se extinguió durante el siglo XX, por los cruces realizados con otras castas. La ganadería de Miura, mantiene ejemplares que reúnen los rasgos morfológicos de esta casta.

Dentro de la Casta Vistahermosa hay dos troncos principales y muy diferentes. Los ejemplares que van por la línea del Barbero de Utrera, que son de capas coloradas y negras y unas hechuras definidas, y los que van por la línea Lesaca, que son de pelos negro y cárdenos, con unas hechuras definidas. De esta casta han surgido la mayoría de los toros y vacas que hoy pastan en los campos ibéricos.

De la rama del Barbero de Utrera han surgido las extirpes de Urcola, extinguida, y Parladé, la más extendida. De la rama de Lesaca han surgido las estirpes de Saltillo y Albaserrada. Del cruce de las dos ramas, han surgido las estirpes de Murube y Santa Coloma.

Hoy, la mayoría de las vacas y los toros bravos que vemos en el campo, mantienen sus orígenes naturales. Como los bisontes europeos que se salvaron de la extinción, que ahora se están introduciendo en algunos montes de España.