Los ríos son los caminos fluviales que unen las montañas con las llanuras. A través de ellos, la flora y la fauna se comunican y cada uno se asienta en el lugar o tramo que le corresponde.
Durante varias décadas han sido los cursos a los que se vertían todos los desechos de la sociedad. En los últimos años, con la construcción de depuradoras en todos los municipios e industrias, la tendencia está cambiando, y se van viendo un poco más limpios a nuestros ríos.
En muchas zonas de Madrid, los sotos y riberas arboladas son los únicos bosques naturales que existen, habitando en ellos multitud de especies de fauna muy importante e interesante.
Una lavandera cascadeña recorre la orilla del río, buscando insectos acuáticos para alimentar a sus pollos...
Las lavanderas cascadeñas recorren los cauces de los ríos y arroyos a lo largo del todo el año, en busca de insectos acuáticos o que se crían entre la vegetación. Sanean y mantienen a raya la población de muchos insectos, pues sin ellas serían muy abundantes y perjudiciales.
Las riberas arboladas, pobladas por diferentes especies de árboles y arbustos, son el único corredor forestal con el que cuenta la gran mayoría del territorio de Madrid. En estos oasis forestales acuáticos, la vida es posible para muchas especies que dependen del bosque.
Muchas veces, cuando se realiza una fotografía de una especie, no te das cuenta de lo que hay a su alrededor, hasta que no la ves en la pantalla del ordenador...
En la imagen, un martín pescador que acaba de salir del agua, junto a un galápago leproso y dos crías de ánade real...