La realidad del cambio climático que están vendiendo en España los políticos que nos gobiernan, es un fraude criminal encubierto, que se ha ido incrementando cada diez años. Desde la década de los 80, hasta llegar a esta situación que estamos soportando.
Vamos a ver como incide este cambio climático artificial en la agricultura, creado con geoingeniería climática.
Hoy, las áreas de
nidificación del buitre negro, donde todavía resiste, se localizan
en las sierras bajas y en las montañas. Ni un sólo espacio forestal
mediterráneo sobre arenas de llanura, cuenta hoy con una pareja
nidificante. En 1880, hace poco más de un siglo, numerosas parejas
criaban en la Casa de Campo y en los montes de El Pardo y Viñuelas,
en las mismas puertas de la ciudad de Madrid. El célebre naturalista
alemán, Alfredo Brehm, gran conocedor de los espacios naturales de
España en la época, cita en una crónica de un viaje ornitológico
que hace con el príncipe de Austria y Hungría, en 1879, “que la
mayor concentración de buitres negros de la Península, se halla sin
duda alguna en las proximidades de Madrid”
En aquella época, el
alimoche era común cerca de los grandes núcleos urbanos. En toda la
provincia de Madrid apenas queda una pareja reproductora hoy. A esto,
no se si se le puede llamar gestión, destrucción, exterminio sin
fundamento o desidia.
La mariposa que vemos,
fue muy abundante en todos los montes mediterráneos que cubrían el
centro de España, hace tan sólo doscientos años. En una época en
la que la mayoría de los montes pertenecían a los municipios o al
estado, donde su gestión se hacía según el rendimiento que daban,
sin sobreexplotarlos. En esa época, el madroño estaba presente en
todos los montes en pie, catalogados por el estado. Hoy, los últimos
madroños naturales que quedan en el centro de España, se localizan
en las sierras del sur oeste de Madrid, Toledo y Ávila, y en ciertos
puntos aislados del Sistema Central. La mariposa del madroño, como
tantas especies que están unidas a otras por evolución, tiene su
vida ligada a este árbol.
El verano activa a todos
los reptiles del monte mediterráneo. Durante las horas centrales del
día, cuando los insectos están más activos, los pequeños
mamíferos están en sus refugios bajo tierra y las aves en sus
diferentes nidos, las culebras y los lagartos salen de caza por sus
territorios. En esta época, las águilas culebreras están criando a
su único pollo, que ya tiene un mes de vida. Un pollo que necesita
todos los días, una media de tres culebras o lagartos ocelados, para
terminar de completar su crecimiento en el nido, en el próximo mes y
medio. En la imagen vemos a uno de los padres con un lagarto ocelado
en el buche, cerca del nido.
Los ciervos ibéricos,
tienen su distribución histórica natural en las formaciones
mediterráneas, donde sobrevivieron los últimos ejemplares en el
siglo XX. A mediados de este siglo, se empezó a repoblar los montes
de todo el territorio nacional, con ejemplares de Sierra Morena y Los
Montes de Toledo principalmente. Montes históricos como El Alamín
en Toledo o El Pardo en Madrid, siempre los han criado.
La Península Ibérica
tiene la particularidad, debido a la variedad de climas y montes que
cubren su geografía, que podemos encontrar en mayor o menor densidad
a ciertas especies de la fauna. El cárabo común, más
representativo de los montes atlánticos de hoja caduca, no falta en
todos los montes mediterráneos, donde abundan los grandes árboles
centenarios con grandes agujeros. Donde pasa el día hasta la llegada
de la noche y cría una nueva generación. En las manchas donde las
precipitaciones son más generosas y abundan los pequeños roedores,
sus densidades son más altas.
En el mundo natural
forestal, los montes están formados por varias especies de árboles
y arbustos. Sólo en aquellas zonas geográficas del monte, donde se
dan unas condiciones naturales de suelos y el sol incide más, o
menos, ciertas especies forestales llegan a ser más representativas
que otras.
La gestión forestal
humana, ha sido determinante en los últimos dos mil años, en la
configuración de los montes ibéricos. Todos los montes históricos
que hoy conocemos, porque han sido importantes para la economía,
tienen generalmente una o dos especies forestales representativas,
como consecuencia de su importancia en esa zona geográfica. En las
zonas donde fue más importante el encinar, por la abundancia se sus
frutos y su calidad, para dar de comer a la ganadería, se facilitó
la expansión de esta especie y se cortaron regularmente los demás
árboles para la producción de maderas y leñas. Lo mismo ocurrió
donde fue importante la calidad del piñón, el corcho, la madera y
la resina.
Las condiciones
ambientales y la abundancia de alimento, hacen posible que las
especies granívoras e insectívoras que habitan en los montes
mediterráneos, tenga una cría, dos, más, o se malogre entera o en
parte su nidada. El clima es un factor determinante, que condiciona
la vida de la flora y sus especies, de los insectos, de la fauna que
se alimenta de ellos. En condiciones ambientales naturales, una
pareja de tórtolas comunes suele sacar dos nidadas, desde el mes de
marzo que llegan a La Península Ibérica, hasta mediados de
septiembre que inician el regreso a África. El verano se convierte
en un reto muy importante, para la supervivencia de muchas especies.
En
la historia del planeta tierra, sólo hay dos seres vivos que tienen
más documentación de referencia. Uno es el ser humano, el otro es
el toro bravo ibérico.
De
las cinco especies de toros bravos que había en el siglo XX, hoy
sólo existen la casta navarra, vistahermosa y cabrera, aislada en la
ganadería de Miura. Las castas morucha castellana y los toros del
jarama (jijona y toros de la tierra) se extinguieron en el siglo XX.
La primavera llena de recursos los montes. Es una buena época para
nacer. Ahora no falta el alimento y el agua por ninguna parte. El
ambiente y las temperaturas son muy agradables. Los que nacen ahora,
tienen muchas posibilidades de criarse bien.
Los espacios naturales donde habita el toro bravo, se mantienen en
equilibrio. Aquí, prevalece el hábitat y la forma de vida que tiene
este animal. Un ser vivo que necesita un hábitat y un clima lo más
natural posible, que le proporcionan alimento y agua durante todo el
año.
En
la mayoría de los yacimientos arqueológicos que se están excavando
en la Península Ibérica, han aparecido cráneos y huesos de toros.
En las pinturas levantinas, tampoco falta la figura de este animal.
Un ser vivo, que desde la más temprana edad del hombre, hace más de
quinientos mil años, ha despertado admiración por su estampa, su
comportamiento y su temperamento.
Los días lluviosos de la primavera se dejan sentir en las laderas
altas de la sierra, pobladas por enebros, encinas y variados
arbustos. El monte está cubierto de una vegetación que revive y se
manifiesta con multitud de flores de infinitos colores. En estos
ambientes naturales viven los toros bravos, junto con otras especies.
En
las grandes rocas que sobresalen en las laderas de la sierra,
cubiertas por el monte mediterráneo, tienen su territorio de cría
algunas parejas de águila real. En estos lugares privilegiados por
su clima, la geografía y la abundancia de presas, donde todavía se
respeta a las águilas reales, casi todas las primaveras sacan dos
pollos.
El
panorama entomólogo que podemos encontrar en los montes
mediterráneos es muy amplio, variado y en ocasiones llega a ser muy
interesante, cuando encontramos a especies muy resultonas por sus
formas y muy desconocidas por su hábitos. La
nemoptera (Nemoptera bipennis) conocida en varias localidades como
el duende, es una especie que habita en los claros del monte. Su
población se localiza en zonas geográficas puntuales del territorio
peninsular.
La segunda parte del documental, nos lleva a los montes mediterráneos que pueblan las laderas y los valles de las sierras bajas y las montañas del Sistema Central. Aquí, la primavera llega más tarde y dura algo más. El clima es más inestable, llueve y nieva más.
En estos ambientes, la encina es menos abundante y está más acompañada por otros árboles y arbustos. Los quejigos, alcornoques, enebros, sabinas, pinos piñoneros y fresnos, llegan a formar manchas casi puras.
Un mundo forestal variado, donde cada valle guarda otro mundo variado y diferente de diversidad y de vida.
La
vida del azor está llena de curiosidades en su comportamiento y de
cambios físicos a lo largo de su vida. Cuando llega la primavera,
renueva sus lazos de unión con su pareja, para sacar adelante una
nueva generación. En esta época, el macho es el encargado de llevar
las presas al nido, hasta que los pollos tienen un mes. Esta rapaz
está especializada en la captura de córvidos y de sus pollos en los
nidos.
En
las zonas de los montes donde todavía se mantienen los microclimas y
la calidad del suelo, prosperan variadas especies de orquídeas
mediterráneas, de vistosas formas y colores. Estas pequeñas
orquídeas, no tienen el tamaño ni la amplia variedad de las que
prosperan en los bosques tropicales. Pero, en cuanto a formas,
colores y situación geográfica, las hace únicas en el planeta. Por
otra parte, cumple un papel muy importante como bioindicadores, de la
calidad del espacio forestal donde habitan y de la evolución del
monte que hubo en otras épocas, donde hoy prosperan grandes árboles
y arbustos mediterráneos.
La
tórtola común, de vistoso y elegante plumaje, es un ave de hábitos
discretos en los montes donde habita y cría durante la primavera y
el verano. Sus pequeños nidos pasan muy desapercibidos. Nunca fue un
ave abundante en los montes donde cría, sólo fue notoria durante el
paso. En los años ochenta del pasado siglo, una empresa dedica al
deporte cinegético, puso de moda la venta de puestos de caza en
ciertas zonas de Marruecos, donde se concentran las tórtolas para
pasar. Esta gestión cinegética, si se la pude considerar así, es
la causante de la extinción de la tórtola en la mayor parte de la
Península Ibérica y de su situación actual.
Hace
doscientos años, el madroño estaba presente en todos los montes
mediterráneos del centro de España. Las desamortizaciones y la
venta de las dehesas y los montes públicos; la gestión forestal y
la manipulación del clima, han extinguido al madroño en todos los
montes de llanura, y le han puesto al borde de la extinción en las
últimas sierras donde habita.
Hoy,
los últimos madroños del centro de España, con grandes portes,
sobreviven en ciertas zonas de las sierras de Ávila, Madrid y
Toledo.
La
cornicabra, aun sin hojas, nos deja ver la silueta del corzo. En los
últimos 25 años, el corzo ha vuelto a poblar de forma natural,
todos los montes mediterráneos y las riberas arboladas del centro de
España, a pesar de la caza furtiva y del alto número de ejemplares
que mueren en las carreteras. Hace treinta años, si queríamos ver
un corzo los que vivimos en Madrid, teníamos que ir a ciertas
zonas de las sierras de Guadarrama y de Ayllón.
El monte mediterráneo
está estructurado por biotopos y nichos ecológicos. En cada zona
del monte viven diferentes especies, y cada especie se alimenta de
una forma determinada. El águila culebrera llega a la Península
Ibérica en primavera, cuando los reptiles van despertando de su
letargo invernal. Defiende un territorio en el monte, donde va a cría
y va a cazar a sus principales presas. Un águila que vasa su
alimentación en la captura de culebras y lagartos, que necesita las
altas temperaturas de la primavera y el verano para cazar a sus
presas, y sacar una nueva generación para perpetuar la especie.
Mañana día 21,
oficialmente entra la primavera en el calendario. Un buen día para
presentar el documental.
Los últimos montes
mediterráneos de llanura, sobre arenas, que hoy podemos contemplar
en el centro de España, son testigos de una época no muy lejana,
cuando La Península Ibérica estaba cubierta por montes variados.
Los montes han cumplido
un papel económico y cultural, muy importante para el desarrollo de
la civilización de los pueblos y ciudades a lo largo de la historia.
Gracias a esos beneficios tan importantes, algunos han conseguido
perdurar hasta nuestros días, en diferentes grados de conservación.
Hoy, en un país casi deforestado como es el nuestro, los últimos
espacios forestales cumplen una serie de funciones medioambientales y
saludables muy importantes. Son los últimos bancos de vida, de
cultura ambiental, de salud y bien estar social que nos quedan; que
liberan de contaminación ambiental y mental a los núcleos urbanos y
a sus ciudadanos.
La primavera, despierta
el monte mediterráneo de llanura en todas su dimensiones. Todo lo
llena de luces en forma de colores, de variedad y de recursos. La
vida crea nuevas vidas para perpetuarse.
El despertar de la flora
en el monte mediterráneo a lo largo de la primavera, desarrolla y
aporta innumerables recursos a la fauna. Ahora los pastos son más
nutritivos, más abundantes y variados. A lo largo de la estación se
produce la paridera de los gamos, los ciervos y los corzos. Las
madres tienen innumerables recursos para alimentarse bien y para
producir leche de calidad para sus crías.La hembra de gamo ya ha
elegido una zona tranquila y segura en el monte, donde va a traer al
mundo un pequeño recental.
Con la humedad que se
respira en el ambiente, como consecuencia de las continuas
precipitaciones que se producen a lo largo de la primavera, y la
subida progresiva de las temperaturas, la vegetación que cubre los
montes mediterráneos despierta, florece. En este mundo de grandes
árboles, arbustos y pastos, habita una comunidad de insectos muy
grande y muy importante. Son el segundo eslabón de la cadena de la
vida en el ecosistema. Estos seres vivos polinizan la vegetación,
alimentan a la mayoría de la fauna y son bioindicadores de la
alteración del clima.
La primavera llega al
monte mediterráneo con todas las aves que se fueron al final del
verano. Aves de diferentes especies, rapaces diurnas como el águila
culebrera y calzada; nocturnas como el autillo y el chotacabras
pardo; granívoras como la codorniz y la tórtola común;
insectívoros como la golondrina dáurica y el alcaudón común;
cucos como el críalo; omnívoros como la cigüeña negra y la
blanca; o de tan llamativos colores y hábitos, como la carraca, la
abubilla y los elegantes abejarucos. Un mundo variado y lleno de
vida, que ya está llegando a los montes mediterráneos ibéricos.
El jabalí es uno de los
grandes depredadores de nuestros montes. Sólo tiene enemigos
naturales cuando es pequeño. En los últimos treinta años, como
consecuencia del abandono de la ganadería y de la agricultura, ha
vuelto a poblar la mayoría de los montes y las manchas, donde
despareció hace siglos. Es una especie que sabe sacar rendimiento de
todo, donde no se le molesta ni mata.
En las puertas de la
ciudad de Madrid, se localiza una mancha de monte mediterráneo sobre
arenas, con una extensión de unas 24.000 hectáreas. En estos montes
todavía podemos escuchar, la misma música que se oía hace más de
quinientos años. La ultima “selva” mediterránea de llanura,
que queda en toda la cuenca del Mediterráneo. Un oasis
medioambiental, que hace saludable la vida de la ciudad.
Mediado el mes de
febrero, ya se ven los primeros gazapos del año en las bocas de los
vivares. Algunas herbáceas florecen en los claros del monte. Los
días se van alargando y las precipitaciones en forma de lluvia se
van haciendo más regulares. Dia tras día, el invierno se va
fundiendo con el comienzo de la primavera en el monte mediterráneo.
Las pequeñas
manchas de hayas que cubren los últimos enclaves del Sistema
Central, se muestran ahora sin hojas, con otro aspecto. Descansan
bajo las inclemencias meteorológicas que impone el invierno. Una
época del año que tiene sus luces, su clima, sus formas y su
sentido de vivir...
El Invierno,
es la cuarta parte del documental, Los Bosques Atlánticos del
Sistema Central. En el vas a ver como son los últimos montes
caducifolios que todavía cubren algunas laderas y valles de las
montañas del centro de España. Vas a ver enormes árboles con sus
portes naturales, donde la mano del hombre apenas se ha dejado
sentir; árboles centenarios y milenarios únicos en el mundo;
paisajes únicos y una fauna notable donde sobresalen especies únicas
en el mundo. Una nueva forma de ver el monte a través de la pantalla
de tu ordenador o televisor. Sólo tienes que pinchar en el enlace
http://vimeo.com/ondemand/basistemacentralin Te va a gustar.
La variada
fauna que habita los montes atlánticos durante el invierno, va a
utilizar todos sus recursos y su conocimiento de su territorio, para
encontrar los variados alimentos, escasos, que proporciona cada zona
del monte, cada rincón. Desde el interior de los árboles, rocas,
cortezas, bajo tierra o nieve, entre el pasto o las hojas. Cada día
que se le gana al invierno, es un día que cuenta para la primavera
que está por llegar.
Los montes
de robles y hayas, acompañados por otras especies forestales,
adquieren ahora, otra dimensión, otro aspecto, que va a ir cambiando
a lo largo de la estación. Según llueva, nieve o cambie la luz con
el paso de los días. A partir de ahora, ningún día del invierno va
a ser igual que el anterior.
Ahora, los
bosques atlánticos que cubren las laderas de las montañas, duermen
bajo el sueño del invierno. Aves como la garza real, la choca
perdiz, el pinzón real y el zorzal alirrojo o real, entre otros,
pasan el invierno en estos bosques sin hojas, acompañados por otros
habitantes que habitan en ellos durante todo el año, como el
trepador azul, el cárabo, el azor, la garduña, el zorro, el corzo...
Por estas fechas ya están formadas las parejas o los grupos de hebras y macho de corzos. Van a permanecer unidos hasta el mes de abril o mayo, cuando las hembras comiencen a parir una o dos crías. Ahora, los machos están terminando de echar las cuernas, que estarán listas para finales de marzo, justo cuando los ciervos y los gamos las están tirando.
En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España, a lo largo del invierno y de la primavera.
El invierno llega a los montes de España, cuando los hielos pintan de escarcha los campos y las nieves cubren las altas montañas; cuando los árboles caducifolios pierden sus hojas. No cuando lo dice el calendario. San Andrés marca el periodo.
Durante la estación, millones de aves van a habitar o pasar por los diferentes bosques que cubren el territorio de Madrid. En todos los biotopos, podemos encontrar diferentes especies de aves, que han venido desde otras latitudes para pasar el invierno con nosotros. Hasta que llegue la primavera, vamos a tener la oportunidad de ver a ciertas especies con más regularidad, debido a su abundancia.
En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España en esta época del año.
En invierno, en estas fechas, algunas especies de la fauna ibérica comienzan el ciclo reproductor. Los búhos reales tienen las paradas nupciales durante el mes de diciembre. En enero, las águilas perdiceras y reales comienzan a delimitar sus zonas de cría y a llevar ramas al nido que han elegido para criar. Los búhos reales, ya están incubando los huevos en los primeros días del año. A finales del mes de enero, las zorras tienen cachorros. Los pequeños mitos y las ranas patilargas que habitan en las altas montañas, comienzan la reproducción en los primeros días de febrero. En este mes, hacen la puesta los búhos chicos, los cárabos y los buitres leonados. Entre finales de febrero y los últimos días de marzo, la mayoría de las especies ibéricas se encuentra en una fase, que va a hacer posible la perpetuación de su especie.
En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España en esta época del año.
Dice el refrán, que “otoñada
segura, San Francisco la procura”. Octubre es el mes más lluvioso
y más importante para el año venidero, debido a las continuas y
regulares precipitaciones que se producen a lo largo de él. Los
arroyos y las fuentes vuelven a correr, los ríos recuperan su
caudal. En los montes vuelven a brotar los pastos, tan esperados por
el ganado y los herbívoros silvestres. Las bellotas, las castañas y
numerosos frutos, se benefician de este agua y terminan de madurar.
Con la humedad en el suelo, los barbechos y los rastrojos ya se
pueden preparar para la próxima siembra. "En seco o en mojado,
por San Lucas ten sembrado". Todo esto, lo sabe muy bien la
gente del campo, pues lo han aprendido de sus abuelos, de sus padres
y lo están viviendo ellos.
Pero
este clima, hace ya tiempo que se acabó. En España, hace más de
dos décadas que no tenemos otoño. Tenemos veroño, una especie de
clima modificado, en el que apenas caen dos gotas, o ninguna, con
temperaturas muy altas para las fechas (entre 25º y 33º) que dura
hasta entrado noviembre. Pasamos del calor intenso del verano, al
frío absoluto del invierno.
Cuarenta años después, podemos ver las consecuencias de la geoingeniería en todos los montes de España. Enormes árboles centenarios como el que vemos en la fotografía, mueren todos los años como consecuencia de las sequías prolongadas, que han creado para vender el famoso cambio climático.
A mediados de octubre, todos los arroyos del Sistema Central ya tenían que estar corriendo, con un caudal bastante considerable. En los últimos veinte años, la mayoría de los arroyos apenas corren un mes o días, durante todo el año. Esta fotografía está hecha el día 14 de octubre.
En
que consiste el cambio climático que están vendiendo e imponiendo a
la sociedad española, a través de reales decretos
inconstitucionales y los diferentes medios de "información" subvencionados? En incumplir simple y llanamente el convenio
internacional ENMOD. Un convenio que trata sobre la prohibición de
utilizar técnicas de modificación ambiental, con fines militares u
otros fines hostiles... Del que no han informado nunca a la sociedad.
Un convenio que están incumpliendo, al permitir que aviones y drones
vuelen y fumiguen sobre ciudades, pueblos y el resto del territorio
nacional. Fumigando con productos criminales como el aluminio, el
grafeno, las tierras de diatomeas y otros productos, que destruyen
los frentes de nubes y las tormentas, e impiden que llueva de forma
natural y regular a lo largo del año. A parte, estos productos producen en la sociedad cánceres, alzheimer, párkinson, ictus,
cataratas, neumonías y gripes.
Si
no llueve de forma natural, los embalses no pueden mantener el flujo
hídrico para producir electricidad. En consecuencia el precio de la
electricidad sube, afectando a la economía del ciudadano y del
empresario.
Todas
las organizaciones ecologistas y partidos políticos que consiente este
criminal cambio climático artificial impuesto, están apoyando
conscientes o inconscientemente, la geoingeniería que está
alterando de forma artificial el clima de España y del resto del
mundo.
La imagen de un avión o un dron fumigando los cielos de España, es lo más común que lleva viendo los españoles en los últimos cuarenta años. Esta fotografía se hizo el día 14 de octubre sobre San Sebastián de los Reyes.
La ley de navegación aérea, prohíbe el vuelo por encima de pueblos y ciudades. Pero los drones y los aviones que fumigan los cielos con productos criminales, que alteran el clima y enferman a los ciudadanos, parece ser que tienen permiso. Esta fotografía se hizo en septiembre. Vemos el cielo completamente fumigado de San Sebastián de los Reyes.
Si
el convenio internacional ENMOD no se hubiese incumplido desde el año
1980, en España no se estaría produciendo un cambio climático
artificial, criminal, que está arruinando el patrimonio natural, la
ganadería, la agricultura, la salud de los ciudadanos y la económica
de España.
Ratificación del Convenio ENMOD, que protege a los españoles, a sus recursos naturales y a la economía del país, de las fumigaciones aéreas con productos tóxicos criminales.
El verano de 2021 está siendo otro verano más, marcado por la manipulación climática que impone la geoingeniería. Dentro de una agenda criminal, conocida hoy como la Agenda 2030.
En
el territorio de Madrid se localizan una serie de ecosistemas
forestales, que están conectados a lo largo de su geografía. Desde
las altas montañas, a dos mil metros de altura, hasta la vega de los
ríos, a cuatrocientos cincuenta metros sobre el nivel del mar.
En
la primera parte del documental, vamos a hacer un recorrido a lo
largo del verano. Desde los altos pinares silvestres que habitan las
altas montañas, hasta los bosques de galería de chopos y sauces,
que pueblan las riberas de los ríos. En este viaje, vamos a ver como
son todos esos ecosistemas forestales por donde vamos pasando; la
fauna que habita en ellos; el mundo rural y monumental; las
tradiciones culturales que siguen aquí desde hace siglos.
En
otoño, vamos ha hacer el recorrido desde las riberas de los ríos,
hasta los altos pinares del Sistema Central. Observando y comentando
el patrimonio natural y cultural que nos sale al paso. Los cambios de
formas, luces y colores que se van produciendo en los paisajes, en
los montes, en el mundo rural. El otoño es época de cambios, que
van a fijar los cimientos del próximo año.
Este verano de 2021, la situación ambiental en los montes del centro de España sigue siendo catastrófica, como en los últimos veinte veranos que llevamos padeciendo. Sin tormentas y con olas de calor extremas, con temperaturas por encima de los 45ºC, como consecuencia de la manipulación del clima que están ejecutando con ingeniería climática.
Hemos pasado un invierno y una primavera, donde las precipitaciones han sido muy inferiores a las medias para estos periodos. A esto hay que sumar un déficit hídrico anual que llevamos soportando en los últimos 30 años. Consecuencia, los acuíferos someros y las primeras capas freáticas, están completamente secas. Más del 90% de las fuentes de todos los montes se han secado. En las pocas que quedan con agua, sobrevive la fauna de la zona.
En lo que va de verano, lo que ha llovido cabe en la chapa de un botellín.
Las consecuencias siguen, se ven en todos los montes: fuentes secas, cientos de encinas, alcornoques, quejigos, melojos, fresnos, arces, pinos piñoneros... aparecen muertos o a punto de sucumbir, bajo una agenda criminal que llevamos soportando desde hace 41 años.
Están matando los árboles maduros, la diversidad forestal, la fauna, los montes, el patrimonio, la cultura forestal de España, con una serie de productos criminales que afecta a la salud de los ciudadanos. Productos que debilitan y bajan las defensas del organismo humano; crean enfermedades irreversibles como el cáncer o el alzheimer; o matan en forma ictus, neumonías o gripes...
Mientras, en los cielos de España no dejan de fumigar desde que amanece hasta que anochece. Acordaros del Convenio ENMOD, que España aprobó en 1978.
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En este mes se cumplen dos años del incendio que arrasó los montes de Cadalso de los Vidrios y parte de los montes de Almorox, Las Rozas de Puerto Real y Cenicientos.
Un incendio en el que se dieron todos los protocolos para justificar una campaña elaborada, que lleva asolando el patrimonio natural de España desde finales de los años setenta del pasado siglo.
En este incendio se dieron todas las irregularidades que se han dado en todos los grandes incendios ocurridos en España y Portugal. El día amaneció muy seco y con temperaturas por encima de los 40ºC; el fuego se inicia en Almorox, Toledo, en la comunidad vecina; varias personas civiles vieron la columna de humo y avisaron al 112, y no les hicieron ni caso; a los bomberos de Madrid no les dejaron trabajar, porque eran de otra comunidad autónoma; la Guardia Civil no dejó actuar a los ciudadanos civiles para que apagaran el fuego, "supuestamente" por medidas de seguridad; El operativo de extinción se inició siete horas después del inicio del incendio, en un día en el que las temperaturas eran extremas, y se puso el aire... Después se siguieron las irregularidades, que diferentes profesionales con honorabilidad denunciaron. Irregularidades de principio a fin, que afortunadamente no costaron vidas humanas, pero han supuesto la ruina ambiental y económica para Cadalso de los Vidrios y parte de los municipios de Las Rozas de Puerto Real, Cenicientos y Almorox.
Para este verano 2021 ya están los presupuestos en la mesa, para seguir manteniendo el negocio del fuego. 41,3 millones de euros (6.871.741.800 de pesetas) para Madrid; 90 millones de euros (14.974.740.000) para Castilla la Mancha; 89 millones de euros (14.808.354.000 de pesetas) para Cataluña...
Los días 21, 22 y 23 se han declarado incendios en Navalafuente, El Casar de Talamanca y Fuente el Saz del Jarama. La campaña se puede dar por inaugurada. Si hay humo, presupuestos, tiene que haber fuego.
El 4 de julio de 1978, España aprueba y ratifica, prometiendo cumplir y hacer que se cumpla, El Convenio Sobre la Prohibición de Utilizar Técnicas de Modificación Ambiental con Fines Militares u otros Fines Hostiles, aprobado en la Asamblea de las Naciones Unidas el 10 de diciembre de 1976.
Prohibir efectivamente la utilización de las técnicas de modificación ambiental con fines militares u otros fines hostiles, a fin de eliminar los peligros que para la humanidad entrañaría esa utilización, y afirmando su voluntad de trabajar para lograr ese objetivo.
El Artículo II dice, que a los efectos del artículo I, la expresión “técnicas de modificación ambiental” compromete todas las técnicas que tienen por objeto alterar -mediante la modificación deliberada de los procesos naturales- la dinámica, la composición o estructura de la Tierra, incluida su biótica, su litosfera, su hidrosfera y su atmósfera, o del espacio ultraterrestre.
El Artículo IV dice, que cada Estado Parte en la presente Convención, se compromete a tomar las medidas que considere necesarias, de conformidad con sus procedimientos constitucionales, para prohibir y prevenir toda actividad contraria a las disposiciones de la Convención, en cualquier lugar situado bajo su jurisdicción o control.
La seguridad nacional de España, se fundamenta principalmente en la defensa de los ciudadanos, su patrimonio natural y su economía. Que seguridad nacional es esa, donde el gobierno de la nación permite que se altere el clima con productos criminales, que atentan contra la salud de sus ciudadanos, destruye el patrimonio natural, y arruina con el tiempo importantes sectores de la economía, como son los montes, la agricultura, la ganadería y el turismo.
El presente convenio, firmado hace 43 años, lo expone muy claro. Existen técnicas y productos patentados, para modificar el clima de cualquier país de la tierra. Para crear campañas internacionales, globales, bajo patentes con nombres como “Cambio Climático”, “Agenda 2030” o “Incendios Forestales”.
En España, donde vivimos todos los días, estas técnicas de geoingeniería se están aplicando desde 1980, bajo la supervisión de los diferentes partidos políticos que han gobernado y gobiernan.
Las consecuencias las podemos ver todos los días en los cielos, en las diferentes estelas de fumigación que dejan los aviones y los drones preparados para fumigar con productos disueltos en gases.
En los montes, donde se están muriendo de sed y de contaminación por metales manchas enteras; las últimas dehesas ibéricas y los últimos arboles centenarios y milenarios que quedan en España.
En la fauna, donde los insectos, especies insectívoras y otras, están desapareciendo de la mayor parte del territorio nacional.
En la agricultura, donde se siembra con semillas transgénicas patentadas, preparadas para aguantar las sequías artificiales y los productos con los que se fumiga a diario. Unas semillas que después se dedican a la alimentación.
En la ganadería, donde el ganadero tiene que alimentar al ganado durante nueve meses por falta de pastos. Llevarle agua a las fuentes durante cinco meses, porque en España ya no llueve de forma natural. Casi cuesta lo mismo criar una res, que el beneficio que da.
En la salud de sus ciudadanos, donde enfermedades penosas y criminales se han disparado en los últimos cuarenta años. El cáncer, el alzheimer, el parkinson, los ictus, las enfermedades cardiorrespiratorias, las neumonías, las gripes, las afecciones oculares... Nos están cayendo todos los días desde el cielo
En la economía, donde el consumo y el precio de la energía eléctrica se han disparado. El aumento de la calefacción en invierno y el aire acondicionado durante los ocho meses que dura el veroño, hacen rentables las campañas de geoingeniería para las compañías eléctricas.
Os acordáis del anticiclón de Las Azores, ese que hace posible que no lleguen las borrascas atlánticas a La Península Ibérica. A principios de los años ochenta se puso de moda.
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