google-site-verification=W4JiPUkp_G2kZZVS-o62liN40WEVgPWgCCloRv-xIdc la luz del monte

sábado, 11 de junio de 2022

LAS CONSECUENCIAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA GEOINGENIERÍA EN LA AGRICULTURA

 


La realidad del cambio climático que están vendiendo en España los políticos que nos gobiernan, es un fraude criminal encubierto, que se ha ido incrementando cada diez años. Desde la década de los 80, hasta llegar a esta situación que estamos soportando.

Vamos a ver como incide este cambio climático artificial en la agricultura, creado con geoingeniería climática.


martes, 24 de mayo de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. VERANO PRIMERA PARTE

Hoy, las áreas de nidificación del buitre negro, donde todavía resiste, se localizan en las sierras bajas y en las montañas. Ni un sólo espacio forestal mediterráneo sobre arenas de llanura, cuenta hoy con una pareja nidificante. En 1880, hace poco más de un siglo, numerosas parejas criaban en la Casa de Campo y en los montes de El Pardo y Viñuelas, en las mismas puertas de la ciudad de Madrid. El célebre naturalista alemán, Alfredo Brehm, gran conocedor de los espacios naturales de España en la época, cita en una crónica de un viaje ornitológico que hace con el príncipe de Austria y Hungría, en 1879, “que la mayor concentración de buitres negros de la Península, se halla sin duda alguna en las proximidades de Madrid”

En aquella época, el alimoche era común cerca de los grandes núcleos urbanos. En toda la provincia de Madrid apenas queda una pareja reproductora hoy. A esto, no se si se le puede llamar gestión, destrucción, exterminio sin fundamento o desidia.







La mariposa que vemos, fue muy abundante en todos los montes mediterráneos que cubrían el centro de España, hace tan sólo doscientos años. En una época en la que la mayoría de los montes pertenecían a los municipios o al estado, donde su gestión se hacía según el rendimiento que daban, sin sobreexplotarlos. En esa época, el madroño estaba presente en todos los montes en pie, catalogados por el estado. Hoy, los últimos madroños naturales que quedan en el centro de España, se localizan en las sierras del sur oeste de Madrid, Toledo y Ávila, y en ciertos puntos aislados del Sistema Central. La mariposa del madroño, como tantas especies que están unidas a otras por evolución, tiene su vida ligada a este árbol.




El verano activa a todos los reptiles del monte mediterráneo. Durante las horas centrales del día, cuando los insectos están más activos, los pequeños mamíferos están en sus refugios bajo tierra y las aves en sus diferentes nidos, las culebras y los lagartos salen de caza por sus territorios. En esta época, las águilas culebreras están criando a su único pollo, que ya tiene un mes de vida. Un pollo que necesita todos los días, una media de tres culebras o lagartos ocelados, para terminar de completar su crecimiento en el nido, en el próximo mes y medio. En la imagen vemos a uno de los padres con un lagarto ocelado en el buche, cerca del nido.




Los ciervos ibéricos, tienen su distribución histórica natural en las formaciones mediterráneas, donde sobrevivieron los últimos ejemplares en el siglo XX. A mediados de este siglo, se empezó a repoblar los montes de todo el territorio nacional, con ejemplares de Sierra Morena y Los Montes de Toledo principalmente. Montes históricos como El Alamín en Toledo o El Pardo en Madrid, siempre los han criado.




La Península Ibérica tiene la particularidad, debido a la variedad de climas y montes que cubren su geografía, que podemos encontrar en mayor o menor densidad a ciertas especies de la fauna. El cárabo común, más representativo de los montes atlánticos de hoja caduca, no falta en todos los montes mediterráneos, donde abundan los grandes árboles centenarios con grandes agujeros. Donde pasa el día hasta la llegada de la noche y cría una nueva generación. En las manchas donde las precipitaciones son más generosas y abundan los pequeños roedores, sus densidades son más altas.




En el mundo natural forestal, los montes están formados por varias especies de árboles y arbustos. Sólo en aquellas zonas geográficas del monte, donde se dan unas condiciones naturales de suelos y el sol incide más, o menos, ciertas especies forestales llegan a ser más representativas que otras.

La gestión forestal humana, ha sido determinante en los últimos dos mil años, en la configuración de los montes ibéricos. Todos los montes históricos que hoy conocemos, porque han sido importantes para la economía, tienen generalmente una o dos especies forestales representativas, como consecuencia de su importancia en esa zona geográfica. En las zonas donde fue más importante el encinar, por la abundancia se sus frutos y su calidad, para dar de comer a la ganadería, se facilitó la expansión de esta especie y se cortaron regularmente los demás árboles para la producción de maderas y leñas. Lo mismo ocurrió donde fue importante la calidad del piñón, el corcho, la madera y la resina.




Las condiciones ambientales y la abundancia de alimento, hacen posible que las especies granívoras e insectívoras que habitan en los montes mediterráneos, tenga una cría, dos, más, o se malogre entera o en parte su nidada. El clima es un factor determinante, que condiciona la vida de la flora y sus especies, de los insectos, de la fauna que se alimenta de ellos. En condiciones ambientales naturales, una pareja de tórtolas comunes suele sacar dos nidadas, desde el mes de marzo que llegan a La Península Ibérica, hasta mediados de septiembre que inician el regreso a África. El verano se convierte en un reto muy importante, para la supervivencia de muchas especies.


sábado, 30 de abril de 2022

EL MUNDO NATURAL DEL TORO BRAVO. PRIMAVERA

En la historia del planeta tierra, sólo hay dos seres vivos que tienen más documentación de referencia. Uno es el ser humano, el otro es el toro bravo ibérico.



De las cinco especies de toros bravos que había en el siglo XX, hoy sólo existen la casta navarra, vistahermosa y cabrera, aislada en la ganadería de Miura. Las castas morucha castellana y los toros del jarama (jijona y toros de la tierra) se extinguieron en el siglo XX.


La primavera llena de recursos los montes. Es una buena época para nacer. Ahora no falta el alimento y el agua por ninguna parte. El ambiente y las temperaturas son muy agradables. Los que nacen ahora, tienen muchas posibilidades de criarse bien.


Los espacios naturales donde habita el toro bravo, se mantienen en equilibrio. Aquí, prevalece el hábitat y la forma de vida que tiene este animal. Un ser vivo que necesita un hábitat y un clima lo más natural posible, que le proporcionan alimento y agua durante todo el año.


En la mayoría de los yacimientos arqueológicos que se están excavando en la Península Ibérica, han aparecido cráneos y huesos de toros. En las pinturas levantinas, tampoco falta la figura de este animal. Un ser vivo, que desde la más temprana edad del hombre, hace más de quinientos mil años, ha despertado admiración por su estampa, su comportamiento y su temperamento.


Los días lluviosos de la primavera se dejan sentir en las laderas altas de la sierra, pobladas por enebros, encinas y variados arbustos. El monte está cubierto de una vegetación que revive y se manifiesta con multitud de flores de infinitos colores. En estos ambientes naturales viven los toros bravos, junto con otras especies.


martes, 29 de marzo de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEO DEL CENTRO DE ESPAÑA. PRIMAVERA 2 PARTE




En las grandes rocas que sobresalen en las laderas de la sierra, cubiertas por el monte mediterráneo, tienen su territorio de cría algunas parejas de águila real. En estos lugares privilegiados por su clima, la geografía y la abundancia de presas, donde todavía se respeta a las águilas reales, casi todas las primaveras sacan dos pollos.




El panorama entomólogo que podemos encontrar en los montes mediterráneos es muy amplio, variado y en ocasiones llega a ser muy interesante, cuando encontramos a especies muy resultonas por sus formas y muy desconocidas por su hábitos. La nemoptera (Nemoptera bipennis) conocida en varias localidades como el duende, es una especie que habita en los claros del monte. Su población se localiza en zonas geográficas puntuales del territorio peninsular.




La segunda parte del documental, nos lleva a los montes mediterráneos que pueblan las laderas y los valles de las sierras bajas y las montañas del Sistema Central. Aquí, la primavera llega más tarde y dura algo más. El clima es más inestable, llueve y nieva más.

En estos ambientes, la encina es menos abundante y está más acompañada por otros árboles y arbustos. Los quejigos, alcornoques, enebros, sabinas, pinos piñoneros y fresnos, llegan a formar manchas casi puras.

Un mundo forestal variado, donde cada valle guarda otro mundo variado y diferente de diversidad y de vida.



La vida del azor está llena de curiosidades en su comportamiento y de cambios físicos a lo largo de su vida. Cuando llega la primavera, renueva sus lazos de unión con su pareja, para sacar adelante una nueva generación. En esta época, el macho es el encargado de llevar las presas al nido, hasta que los pollos tienen un mes. Esta rapaz está especializada en la captura de córvidos y de sus pollos en los nidos.







En las zonas de los montes donde todavía se mantienen los microclimas y la calidad del suelo, prosperan variadas especies de orquídeas mediterráneas, de vistosas formas y colores. Estas pequeñas orquídeas, no tienen el tamaño ni la amplia variedad de las que prosperan en los bosques tropicales. Pero, en cuanto a formas, colores y situación geográfica, las hace únicas en el planeta. Por otra parte, cumple un papel muy importante como bioindicadores, de la calidad del espacio forestal donde habitan y de la evolución del monte que hubo en otras épocas, donde hoy prosperan grandes árboles y arbustos mediterráneos.




La tórtola común, de vistoso y elegante plumaje, es un ave de hábitos discretos en los montes donde habita y cría durante la primavera y el verano. Sus pequeños nidos pasan muy desapercibidos. Nunca fue un ave abundante en los montes donde cría, sólo fue notoria durante el paso. En los años ochenta del pasado siglo, una empresa dedica al deporte cinegético, puso de moda la venta de puestos de caza en ciertas zonas de Marruecos, donde se concentran las tórtolas para pasar. Esta gestión cinegética, si se la pude considerar así, es la causante de la extinción de la tórtola en la mayor parte de la Península Ibérica y de su situación actual.




Hace doscientos años, el madroño estaba presente en todos los montes mediterráneos del centro de España. Las desamortizaciones y la venta de las dehesas y los montes públicos; la gestión forestal y la manipulación del clima, han extinguido al madroño en todos los montes de llanura, y le han puesto al borde de la extinción en las últimas sierras donde habita.

Hoy, los últimos madroños del centro de España, con grandes portes, sobreviven en ciertas zonas de las sierras de Ávila, Madrid y Toledo.




La cornicabra, aun sin hojas, nos deja ver la silueta del corzo. En los últimos 25 años, el corzo ha vuelto a poblar de forma natural, todos los montes mediterráneos y las riberas arboladas del centro de España, a pesar de la caza furtiva y del alto número de ejemplares que mueren en las carreteras. Hace treinta años, si queríamos ver un corzo los que vivimos en Madrid, teníamos que ir a ciertas zonas de las sierras de Guadarrama y de Ayllón.


sábado, 19 de febrero de 2022

LOS MONTES MEDITERRÁNEOS DEL CENTRO DE ESPAÑA. PRIMAVERA 1 PARTE

El monte mediterráneo está estructurado por biotopos y nichos ecológicos. En cada zona del monte viven diferentes especies, y cada especie se alimenta de una forma determinada. El águila culebrera llega a la Península Ibérica en primavera, cuando los reptiles van despertando de su letargo invernal. Defiende un territorio en el monte, donde va a cría y va a cazar a sus principales presas. Un águila que vasa su alimentación en la captura de culebras y lagartos, que necesita las altas temperaturas de la primavera y el verano para cazar a sus presas, y sacar una nueva generación para perpetuar la especie.

Mañana día 21, oficialmente entra la primavera en el calendario. Un buen día para presentar el documental.




Los últimos montes mediterráneos de llanura, sobre arenas, que hoy podemos contemplar en el centro de España, son testigos de una época no muy lejana, cuando La Península Ibérica estaba cubierta por montes variados.

Los montes han cumplido un papel económico y cultural, muy importante para el desarrollo de la civilización de los pueblos y ciudades a lo largo de la historia. Gracias a esos beneficios tan importantes, algunos han conseguido perdurar hasta nuestros días, en diferentes grados de conservación. Hoy, en un país casi deforestado como es el nuestro, los últimos espacios forestales cumplen una serie de funciones medioambientales y saludables muy importantes. Son los últimos bancos de vida, de cultura ambiental, de salud y bien estar social que nos quedan; que liberan de contaminación ambiental y mental a los núcleos urbanos y a sus ciudadanos.

La primavera, despierta el monte mediterráneo de llanura en todas su dimensiones. Todo lo llena de luces en forma de colores, de variedad y de recursos. La vida crea nuevas vidas para perpetuarse.




El despertar de la flora en el monte mediterráneo a lo largo de la primavera, desarrolla y aporta innumerables recursos a la fauna. Ahora los pastos son más nutritivos, más abundantes y variados. A lo largo de la estación se produce la paridera de los gamos, los ciervos y los corzos. Las madres tienen innumerables recursos para alimentarse bien y para producir leche de calidad para sus crías.La hembra de gamo ya ha elegido una zona tranquila y segura en el monte, donde va a traer al mundo un pequeño recental.




Con la humedad que se respira en el ambiente, como consecuencia de las continuas precipitaciones que se producen a lo largo de la primavera, y la subida progresiva de las temperaturas, la vegetación que cubre los montes mediterráneos despierta, florece. En este mundo de grandes árboles, arbustos y pastos, habita una comunidad de insectos muy grande y muy importante. Son el segundo eslabón de la cadena de la vida en el ecosistema. Estos seres vivos polinizan la vegetación, alimentan a la mayoría de la fauna y son bioindicadores de la alteración del clima.




La primavera llega al monte mediterráneo con todas las aves que se fueron al final del verano. Aves de diferentes especies, rapaces diurnas como el águila culebrera y calzada; nocturnas como el autillo y el chotacabras pardo; granívoras como la codorniz y la tórtola común; insectívoros como la golondrina dáurica y el alcaudón común; cucos como el críalo; omnívoros como la cigüeña negra y la blanca; o de tan llamativos colores y hábitos, como la carraca, la abubilla y los elegantes abejarucos. Un mundo variado y lleno de vida, que ya está llegando a los montes mediterráneos ibéricos.




El jabalí es uno de los grandes depredadores de nuestros montes. Sólo tiene enemigos naturales cuando es pequeño. En los últimos treinta años, como consecuencia del abandono de la ganadería y de la agricultura, ha vuelto a poblar la mayoría de los montes y las manchas, donde despareció hace siglos. Es una especie que sabe sacar rendimiento de todo, donde no se le molesta ni mata.




En las puertas de la ciudad de Madrid, se localiza una mancha de monte mediterráneo sobre arenas, con una extensión de unas 24.000 hectáreas. En estos montes todavía podemos escuchar, la misma música que se oía hace más de quinientos años. La ultima “selva” mediterránea de llanura, que queda en toda la cuenca del Mediterráneo. Un oasis medioambiental, que hace saludable la vida de la ciudad.





Mediado el mes de febrero, ya se ven los primeros gazapos del año en las bocas de los vivares. Algunas herbáceas florecen en los claros del monte. Los días se van alargando y las precipitaciones en forma de lluvia se van haciendo más regulares. Dia tras día, el invierno se va fundiendo con el comienzo de la primavera en el monte mediterráneo.


domingo, 2 de enero de 2022

LOS BOSQUES ATLÁNTICOS DEL SISTEMA CENTRAL. INVIERNO


Las pequeñas manchas de hayas que cubren los últimos enclaves del Sistema Central, se muestran ahora sin hojas, con otro aspecto. Descansan bajo las inclemencias meteorológicas que impone el invierno. Una época del año que tiene sus luces, su clima, sus formas y su sentido de vivir...

El Invierno, es la cuarta parte del documental, Los Bosques Atlánticos del Sistema Central. En el vas a ver como son los últimos montes caducifolios que todavía cubren algunas laderas y valles de las montañas del centro de España. Vas a ver enormes árboles con sus portes naturales, donde la mano del hombre apenas se ha dejado sentir; árboles centenarios y milenarios únicos en el mundo; paisajes únicos y una fauna notable donde sobresalen especies únicas en el mundo. Una nueva forma de ver el monte a través de la pantalla de tu ordenador o televisor. Sólo tienes que pinchar en el enlace http://vimeo.com/ondemand/basistemacentralin Te va a gustar.







La variada fauna que habita los montes atlánticos durante el invierno, va a utilizar todos sus recursos y su conocimiento de su territorio, para encontrar los variados alimentos, escasos, que proporciona cada zona del monte, cada rincón. Desde el interior de los árboles, rocas, cortezas, bajo tierra o nieve, entre el pasto o las hojas. Cada día que se le gana al invierno, es un día que cuenta para la primavera que está por llegar.




Los montes de robles y hayas, acompañados por otras especies forestales, adquieren ahora, otra dimensión, otro aspecto, que va a ir cambiando a lo largo de la estación. Según llueva, nieve o cambie la luz con el paso de los días. A partir de ahora, ningún día del invierno va a ser igual que el anterior.





Ahora, los bosques atlánticos que cubren las laderas de las montañas, duermen bajo el sueño del invierno. Aves como la garza real, la choca perdiz, el pinzón real y el zorzal alirrojo o real, entre otros, pasan el invierno en estos bosques sin hojas, acompañados por otros habitantes que habitan en ellos durante todo el año, como el trepador azul, el cárabo, el azor, la garduña, el zorro, el corzo...


sábado, 4 de diciembre de 2021

LOS BOSQUES NATURALES DE MADRID. EL INVIERNO Y LA PRIMAVERA


Por estas fechas ya están formadas las parejas o los grupos de hebras y macho de corzos. Van a permanecer unidos hasta el mes de abril o mayo, cuando las hembras comiencen a parir una o dos crías. Ahora, los machos están terminando de echar las cuernas, que estarán listas para finales de marzo, justo cuando los ciervos y los gamos las están tirando.
En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España, a lo largo del invierno y de la primavera.






El invierno llega a los montes de España, cuando los hielos pintan de escarcha los campos y las nieves cubren las altas montañas; cuando los árboles caducifolios pierden sus hojas. No cuando lo dice el calendario. San Andrés marca el periodo.

Durante la estación, millones de aves van a habitar o pasar por los diferentes bosques que cubren el territorio de Madrid. En todos los biotopos, podemos encontrar diferentes especies de aves, que han venido desde otras latitudes para pasar el invierno con nosotros. Hasta que llegue la primavera, vamos a tener la oportunidad de ver a ciertas especies con más regularidad, debido a su abundancia.

En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España en esta época del año. 


En invierno, en estas fechas, algunas especies de la fauna ibérica comienzan el ciclo reproductor. Los búhos reales tienen las paradas nupciales durante el mes de diciembre. En enero, las águilas perdiceras y reales comienzan a delimitar sus zonas de cría y a llevar ramas al nido que han elegido para criar. Los búhos reales, ya están incubando los huevos en los primeros días del año. A finales del mes de enero, las zorras tienen cachorros. Los pequeños mitos y las ranas patilargas que habitan en las altas montañas, comienzan la reproducción en los primeros días de febrero. En este mes, hacen la puesta los búhos chicos, los cárabos y los buitres leonados. Entre finales de febrero y los últimos días de marzo, la mayoría de las especies ibéricas se encuentra en una fase, que va a hacer posible la perpetuación de su especie.

En esta época presentamos la segunda parte del documental, Los Bosques Naturales de Madrid. Un recorrido virtual extenso y ameno, que nos muestra todos los ecosistemas forestales del centro de España en esta época del año.