google-site-verification=W4JiPUkp_G2kZZVS-o62liN40WEVgPWgCCloRv-xIdc la luz del monte

jueves, 20 de octubre de 2016

EL ALTO MANZANARES





El Río Manzanares que pasa por Madrid, nada tiene que ver con el río que nace en las altas montañas del Guadarrama, que corre por uno de los valles más agrestes de La Pedriza, entre pinos silvestres y robles...


martes, 11 de octubre de 2016

EL BOSQUE ANIMADO...


Cuando caminamos por el bosque, "generalmente" nos queda una percepción visual nítida de las imágenes que vemos. Pero no siempre es así, muchas veces vemos los paisajes movidos por el viento, o el paso y el vuelo fugaz de la fauna, imposibles de percibir y de retener en nuestra mente. Gracias a la fotografía, todas esas imágenes animadas que se evaporan y se pierden en los bosques, es posible captarlas...




El rabilargo despliega sus alas y se marcha en busca de recursos por el bosque...




Integrado en el ambiente que crea el alba, tras una cornicabra, a cierta distancia apenas se distingue la silueta del corzo...




Los vientos del comienzo de la primavera mueven las ramas del fresno...




Después de buscar insecto en el hueco del fresno, el herrerillo común sale de su interior como una bala...




En la orilla del arroyo levanta el vuelo el macho de escribano soteño...




El petirrojo se va en busca de insectos, para alimentar a sus pollos...




La curruca cabecinegra registra todas las zonas de su pequeño territorio. Busca insectos para ella y sus pollos...




La brisa de la mañana mueve los pastos y las hojas de los robles...




La salida inesperada del pico picapinos...




El zorro sale de su guarida. Se va en busca de nuevas aventuras...




Entre las hojas y el pasto, la abubilla registra sin pausa, todos los agujeros que encuentra...




Por el tronco del fresno viene el trepador azul con el pico cargado de insectos...




Después de beber, la paloma torcaz se sacude...




Hay bosques que crean impacto...




El pequeño mito se va...




Con ritmo, el agateador común sube por la rama, registrando la corteza en busca de insectos...




Cada vez que sube la cabeza con el pico lleno de agua, observa el ambiente...




El jilguero se marcha en busca de semillas...




Ligero, el mirlo común recorre la orilla del arroyo en busca del almuerzo...




El tiempo se para en las chorreras del río...




Hay insectos que si no baten las alas a ciertas revoluciones, no comen...




El paso fugaz del gavilán... Corre más su alma que sus pies...




Como un pequeño fantasma, el torcecuello aparece en el claroscuro del arroyo...




La rápida carrera del pequeño conejo, la para un fotograma...




La luz tenue de la tarde, se funde en el arroyo con el papamosca cerrojillo... Su silueta, se ve perfectamente en el reflejo...




La joven oropéndola se lanza en vuelo hacia África...




Las primeras luces del día sorprenden al caminante por la ribera...




El pequeño chochín, el ratón con plumas, recorre los cantos del río...




Por la orilla viene el escribano montesino, buscando un sitio apropiado para beber...




La curruca zarcera se deja caer...




El águila imperial ibérica busca una presa en el claro del bosque...




La luz tenue del alba, desenfoca el ambiente del claro del monte...




La rápida salida de la curruca mirlona, despliega un abanico de pequeñas gotas de agua...




El carbonero común se tira al suelo del bosque...




Por una rama que flota en el río, viene la lavandera cascadeña...




Con las primeras luces del día, el zarcero se acerca al manantial para beber. Después despliega sus alas y sigue su vida por el bosque...







sábado, 1 de octubre de 2016

UN PASEO POR EL BOSQUE DE LA HERRERÍA.





El bosque de La Herrería, es uno de esos lugares privilegiados por su clima, vegetación y fauna, que se localiza en La Sierra de Guadarrama. Un lugar maravilloso para visitar, que cuenta en su extensión con una de las maravillas más grandes construidas por el hombre, El Real Monasterio de San Lorenzo...


miércoles, 21 de septiembre de 2016

EL VIEJO CASTAÑO.




En los montes ibéricos aún quedan enormes castaños de troncos muy considerables, con edades superiores a los setecientos años. Árboles que podrían contarnos como ha sido la vida en los montes y pueblos, en los últimos siglos... Historias como la del Viejo Castaño...

domingo, 11 de septiembre de 2016

EL TRAMO BAJO DEL RÍO GUADALIX.


Mediado el mes de septiembre, después del intenso calor y la sequía que ha abrasado el centro de La Península, vamos a visitar un espacio muy agradable, donde las temperaturas son frescas y el calor no molesta. Vamos a recorrer el tramo bajo de un río poblado de alisos, el Río Guadalix.




En la orilla del río, observo como bebe un macho de picogordo. Este pájaro, emparentado con los jilgueros, pinzones, verderones y otros pájaros cantores, es el más grande de toda la familia. En los últimos años han aumentado sus poblaciones y vuelve a ser común en muchas zonas del centro de la península, donde antes había desaparecido.




El comienzo del otoño se empieza a notar en la ribera del río. En sus orillas se acumulan las primeras hojas que dejan caer los árboles. Las setas se empiezan a ver. Muchos arbustos ofrecen a la fauna y al caminante sus apreciados frutos; y por todas partes se oyen los cantos de muchas aves, que van de paso hasta el centro del continente africano.




La mañana llega sin una nube en el cielo, con una temperatura muy agradable, de unos 14ºC. Estamos en el interior del bosque lineal de alisos que acompaña al río, formado por altos árboles caducifolios de hojas anchas, que no dejan pasar la luz del sol y regulan mucho las temperaturas. 




Una lavandera cascadeña joven recorre las orillas y las chorreras del río... Busca de insectos que viven y se crían en estos medios.




Las escasas lluvias caídas días atrás y la humedad ambiental, han despertado los pastos nuevos del comienzo del otoño y el color de las hojas de los álamos...




En muchos hormigueros se produce la evasión y el vuelo nupcial de las futuras reinas, que formarán nuevos hormigueros... Para las aves insectívoras que están emigrando, son una fuente de energía muy importante. Para las que vienen o se quedan, mamíferos insectívoros y peces, son un alimento muy considerable.




La humedad ambiental y ciertas anomalías que se han producido en la corteza del chopo negro, han generado la formación del yesquero. Una seta parásita de madera, que pone otro punto más en la ribera del río.




En la mayoría de los tramos, las orillas están pobladas por densa vegetación que acompaña a los alisos. Las zarzas, rosales silvestres, espinos albares, lúpulos, saúcos y sauces, entre otros, forman un laberinto forestal, donde prosperan los pájaros de los bosques, sotos y ríos.




Metido en el claroscuro de la floresta, el mirlo común se siente seguro y confiado. En esta época del año, pasan y entran ejemplares procedentes del norte.




Las rojas y elegantes bayas del espino albar ya casi están maduras... A lo largo del otoño y el comienzo del invierno, van a proporcionar alimento a todas las aves y mamíferos de la zona.




Llegamos a un tramo donde resisten los últimos restos del monte mediterráneo que cubrió toda la zona. Aquí habitan encinas centenarias de unos doscientos años, acompañadas por espinos albares, saúcos, rosales silvestres, zarzas...




Posado en la rama seca de un fresno, vemos a un papamoscas gris. Está a la caza de moscas y mosquitos, en un vuelo que le va a llevar hasta África tropical.




Estas pequeñas manchas mediterráneas han sobrevivido a la sobreexplotación forestal y ganadera. Son el último exponente natural que queda en este tramo del río... Si desaparecen, lo harán para siempre.




Con el paso de los días, las pequeñas bellotas de las encinas van creciendo y engordando. Son el futuro de la especie, y el de muchos habitantes de la zona.




El pico picapinos busca insectos en el interior de la corteza de un chopo negro. Al sentir mi presencia, se detiene y se queda observando...




En este ecosistema incomparable, el aliso es el principal y único exponente. Como árbol, ocupa un nicho ecológico irremplazable. Es el único árbol de nuestras riberas y sotos, que vive en la misma orilla del río, y no muere en las riadas. Los sauces, álamos y olmos, mantienen la distancia con la orilla.




Metido entre las lianas de una zarza que caen al río, nada el macho de ánade real...




En el interior de una mancha de fresnos, encuentro grandes ejemplares muy humanizados. El que vemos en la fotografía, por el aspecto que tiene el interior de su tronco, sufrió un incendio hace años.




En una pequeña vereda abierta por las ovejas, vemos la señal inequívoca del paso de un topo. Otro habitante misterioso que vive cerca de nuestros ríos.




La sequía de este verano se aprecia en el caudal del río. Ha sido un verano muy seco, en el que las precipitaciones apenas se han dejado sentir. En el que se han secado muchas fuentes, y grandes árboles muy importantes e irremplazables en los montes...




En la orilla vemos a un colirrojo real macho bebiendo. Estos pájaros crían en los bosques de alta montaña, en el centro y norte de Europa. Ahora, en su viaje migratorio hasta África tropical, es normal verle en zonas arboladas.




En las orillas soleadas crecen pequeñas manchas  de eneas. En esta época presentan sus vistosas y curiosas flores maduras.




Cerca del puente, me paro un momento junto al fresno centenario... En este punto, a veces se deja ver la nutria...




Más abajo, en un pequeño claro del río, veo a una polla de agua buscando alimento. Al sentir mi presencia, se mete entre las eneas...




La mayoría de las zonas están cubiertas por zarzas y rosales silvestres, que hacen muy difícil el paso. Hay que armarse de paciencia y de un buen palo, para entrar en estos lugares y descubrir lo que esconden.




Con la humedad ambiental, algunas especies de setas ya se han despertado.




En un pequeño cenagal de la orilla, un andarríos grande busca insectos y gusanos... De pronto, como un fantasma, aparece un rascón. El también va buscándose la vida por la orilla del río.




Llegando a la confluencia con el Río Jarama, me detengo unos instantes para observar esta encina. Es la más grande de la zona norte de Madrid. Si quieres saber su historia pincha el enlace, La Encina Grande de Pesadilla




La luz cálida del sol atraviesa las hojas de las zarzas... Las enciende de luz y color.




En el tramo final, donde se une el Guadalix con el Jarama, me detengo un instante... Me vienen a la memoria recuerdos de los años 70... De la cantidad de familias y de grupos de amigos que venían, para pasar el día y bañarse. Entonces, los ríos llevaban más agua, no se habían contaminado y el bosque de ribera no era tan denso.




Posada en las ramas altas de un chopo negro, la garza real vigila la junta de los ríos... Un bioindicador más, de la importancia y la salud de nuestros ríos.