google-site-verification=W4JiPUkp_G2kZZVS-o62liN40WEVgPWgCCloRv-xIdc la luz del monte

lunes, 8 de septiembre de 2014

EL VIEJO CASTAÑO.


La historia del Viejo Castaño, es la vida de un castaño que nació hace unos setecientos años, en una zona del sur-oeste de la montaña de Madrid. Fue guiado desde su juventud, para la producción comercial de castañas para el consumo humano. En el siglo pasado se salvó de las talas, para hacer traviesas para el ferrocarril. Con mucha suerte se salvó del fuego, porque la castaña dejó de ser el gran negocio comercial y la especulación del suelo venía pegando muy duro.




En las estribaciones de las montañas de Gredos, se localizan pequeñas y grandes manchas de castaños naturales, acompañados por robles melojos, pinos resineros, fresnos...




Un individuo de la pareja de águilas calzadas que ha criado este año en la zona, se eleva sobre el monte y me observa...




El verde intenso y vivo de los castaños, contrasta con el reseco suelo. Aquí se dan unas precipitaciones medias anuales de unos 800 mm, que hacen posible que en estas laderas habite de forma natural el castaño.




En esta época del año, pasan por los valles millones de aves de diferentes especies... En el claroscuro del monte observo a un joven colirrojo real, nacido la primavera pasada.




Ciertas zonas se están regenerando muy bien, pues en ellas ya no se cogen las castañas desde hace años. Podemos ver castaños de diferentes edades, junto con pinos resineros, robles melojos, majuelos, endrinos...




A lo largo de la mañana he visto varios ejemplares enormes, de varios siglos de edad, que han muerto por ciertos motivos... Generalmente por los rayos. En la fotografía vemos a un ejemplar centenario, de 4,80 metros de perímetro en la base de su tronco.




Las oropéndolas son comunes en estos bosques caducifolios. En la fotografía vemos a un joven del año.




Este año los castaños están bien cargados de frutos. Si el final del verano y el comienzo del otoño son lluviosos, las castañas serán hermosas.




La zona que vemos, hace 20-30 años, no tenía ejemplares jóvenes. El suelo estaba limpio y las tapias en pie. Los castaños estaban podados y guiados, para producir una mayor cosecha de frutos.




Posado sobre una enorme roca de granito cubierta de musgos, observo a un joven  pito real macho, nacido la primavera pasada. Los pájaros carpinteros consumen y controlan a los grandes insectos xilófagos, que perjudican y destruyen los grandes castaños.




En esta zona poco transitada, donde el castañar recuerda a un bosque natural, abundan los grandes castaños, de troncos respetables y considerables alturas...




Las variadas especies de zarzas que se dan en la zona, ofrecen ahora sus deliciosas moras...




La mañana está siendo templada, pero cuando se abren las nubes, el sol calienta... En un manantial mantenido por los ganaderos, veo a los pájaros de la zona como entran a beber... Escondido entre unas peñas y matas, observo a un trepador azul como se acerca hasta el agua...




En una zona más abierta, donde predominan los ejemplares jóvenes, me llama la atención el tronco de un enorme castaño. Al acercarme, observo sus grandes "brazos" caídos en el suelo, y veo que su enorme tronco, de 9,80 metros de perímetro, ha sufrido el fuego. El fuego que sólo beneficia al que lo provoca... Me quedo observando durante un buen rato, y se me pasan por la cabeza muchos adjetivos para definirle... Maravilloso ser vivo; productor industrial de castañas, que alimentaron a generaciones de seres humanos; productor industrial de oxígeno, que eliminó millones de litros de aire contaminado; defensor del suelo; purificador del agua... Un árbol, con más de siete siglos de historia que sigue generando vida...


lunes, 1 de septiembre de 2014

EL ÁGUILA CULEBRERA.




Una tarde de mediados de marzo, veo a lo lejos un águila grande posada en lo alto de un enebro. Me acerco todo lo que puedo y la observo... Es un individuo de la pareja de águilas culebreras que cría en el valle.




El valle está cubierto de monte mediterráneo, poblado por encinas, enebros, quejigos, arces menores, fresnos, coscojas, acebuches, cornicabras, jaras pringosas, romeros...




Entre finales de marzo y principios de abril, el macho y la hembra se dedican a la construcción de un nido nuevo, o a la reconstrucción de uno viejo. Esta pareja, que yo sepa, tiene tres nidos, que va renovando según su uso. En la fotografía vemos a la hembra con una rama de enebro.




En esta época del año comienzan a mudar las plumas...




Las diferentes especies de culebras, forman parte de la vida de este águila... Sólo donde estas son comunes, puede habitar. En la fotografía vemos a una culebra de escalera de pequeño tamaño, bajando por el tronco de un quejigo.




Posado en la copa de un enebro, en las inmediaciones del nido, el macho observa el territorio. Mira que no haya enemigos que le puedan ver, cuando entre al nido con la culebra que lleva en el buche.




Al rato, entra al nido, donde le está esperando la hembra junto al pollo. Inmediatamente, la hembra le saca la culebra que lleva dentro.




En compañía del macho, la hembra comienza a alimentar al pollo, con pequeños trozos de la culebra.




El verano se va dejando sentir en la ladera del valle... Los variados verdes de la primavera se van convirtiendo en un verde monótono...




Un enorme lagarto ocelado, de unos ochenta centímetros, descansa y toma el fresco en la entrada de una boca de conejo. Se siente seguro, aquí muy pocos predadores le pueden capturar.




En los territorios donde el lagarto ocelado es común, es una especie capturada con regularidad por las águilas culebreras. En la fotografía vemos a la hembra con los restos de un pequeño lagarto ocelado, que va a trocear para dar de comer al pollo.




Posado en la copa de un enebro, el macho no deja ni un instante de observar el suelo del monte... Cualquier culebra o lagarto, o lagartija colilarga, que cruce el claro del monte, puede ser capturada y llevada al nido.




Debajo de un posadero tradicional, donde hay abundantes excrementos blancos, encuentro varias plumas de las alas y la cola.




A media tarde, entra al nido el macho con una buena culebra bastarda...




El pollo, con más de un mes de vida, le saca al padre la culebra del buche. Después la consume entera.




Mediado el mes de julio, el pasto del monte está completamente agostado. El sol y el calor es insoportable para los habitantes del monte, excepto para el águila culebrera y sus aliados, los reptiles.




Los primeros rayos del sol de la mañana entran en el valle... El pollo, ya completamente emplumado, está de pie sobre el nido. Ahora dedica casi todo el día para arreglarse las plumas, y observa  con mucho interés los alrededores del valle.




A media mañana sopla un poco el aire... El pollo abre las alas y las agita, levantándose como una cometa. Lleva varios días haciendo esto. Una mañana, saltará del nido...




A primeros de septiembre sale del valle, en compañía de sus padres. La familia entera viaja hasta África, para pasar el otoño y el invierno.


lunes, 25 de agosto de 2014

PATONES. UN PUEBLO DE LEYENDA CON REY...


La historia de Patones se pierde en la mitología... En el cruce de las civilizaciones... En la desidia de los archivos...
Ahora, un siglo después de quedarse casi deshabitado, gracias al turismo rural muchas personas vuelven a visitarle, después de 0ir sus historias y sus leyendas...




La luz del sol se refleja en la ladera del pequeño cañón que nos lleva hasta el pueblo...




En la rama seca de un enebro de la miera, canta un macho de roquero solitario. Un habitante de los cantiles rocosos.




Bajo el arco de hormigón de uno de los acueductos del Canal de Isabel II, me paro un instante para descansar... Observo el interesante panorama...




En una pequeña fuente del arroyo veo a un jilguero bebiendo. Al verme inicia el vuelo.




El sol aun no alumbra la entrada principal del pueblo. La vida de sus habitantes todavía no se ve por sus calles...




La mayoría de las casas mantienen el trazado y su construcción original. Algunos propietarios han añadido a su vivienda una estética natural, que la hacen más atractiva...




El rabilargo es uno de los pájaros que transita los alrededores del pueblo; e incluso se mete por sus calles, donde crecen árboles frutales.




A lo largo de sus estrechas calles, la mayoría de sus vecinos han construido jardineras, donde siembran parras y flores de temporada.




A las afueras del pueblo, en la orilla del Arroyo de San Román, junto a la fuente, se localiza el lavadero municipal. Todos los días, las mujeres del pueblo venían a lavar la ropa de la familia...




Cerca, en una fuente del arroyo, observo a varios gorriones comunes bebiendo...




Ciertas casas bien conservadas, mantiene las puertas y ventanas típicas de la época...




La época medieval también se deja sentir en Patones...




En el arroyo, cerca de unas casas, observo a un pico picapinos, que se esconde detrás del tronco al verme.




Si observamos su situación geográfica, el trazado de sus calles y la construcción de sus casas, sólidas y bien construidas con pizarra de la zona, llegaremos a la conclusión de que fue un pueblo grande y prospero para la época. Patones se despuebla durante el siglo pasado, para fundar Patones de Abajo.




En una fuente de un linar observo al esquivo escribano soteño. Un pájaro típico de estas zonas, muy poco conocido por la gente del lugar.




Con esta panorámica dejo el pueblo... Mirándole, me viene a la memoria un cantar que me enseñó una mujer de Patones...

El Pueblo de Los Patones, primero fue en San Román
después Fuente de Las Plantas
y ahora debajo del Canal


lunes, 18 de agosto de 2014

LOS PINARES SILVESTRES DEL ALTO LOZOYA.


Los pinares silvestres del valle alto del Río Lozoya, forman parte de los que se extienden por las faldas de las montañas de Segovia y Ávila. Es una de las manchas forestales más extensa e importante de Europa.
Vamos a ver como transcurre el día y que aspectos podemos ver dentro de estos pinares de alta montaña...



Desde el camino de La Laguna Grande de Peñalara, observamos como la luz del nuevo día va alumbrando el valle...




Sobre las acículas de los pinos, encuentro la curiosa pluma de un arrendajo.




En estas fechas, las aguas cristalinas del río van muy calmadas. En sus orillas crecen abedules de considerable tamaño.




Cerca de los torrentes y rápidos, no faltan las lavanderas cascadeñas. Pájaros alegres y de vistosos colores, que controlan las poblaciones de insectos de los ríos limpios.




Aunque estamos en verano, en esta zona de Madrid la estación se manifiesta como una prolongada primavera. El agua no falta, la temperatura es agradable, todo está verde, y ciertas especies están terminando su ciclo reproductor...




Entre las piedras de un arroyo alto, descubro a uno de los anfibios más raro y escaso de Madrid, la rana ibérica. Una especie única de la Península Ibérica.




Integrado en el medio natural del Río de La Angostura, el antiguo puente romano sigue siendo el único paso de esta zona.




Un pinzón común macho, entremudado, se acerca a la orilla del río para beber. Este alegre pájaro habita el pinar durante todo el año.




En las zonas donde los suelos son profundos y tienen pequeños acuíferos, los helechos son abundantes y se desarrollan bien. Aquí crecen bosquetes de abedules, álamos temblones, serbales...




Dos mariposas cygaenas están posadas sobre las hojas de una zarza...




En ciertas zonas encontramos grandes ejemplares de pino silvestre, que no se han cortado para madera por algún motivo...




Un carbonero garrapinos busca pequeños insectos entre las ramas de un roble...




En esta panorámica, un poco especial, vemos la ladera de las Cabezas de Hierro en primer plano, y la ladera de Peñalara en segundo... Si te fijas muy bien, en el mar de pinos puedes ver un nido de buitre negro con el pollo ya emplumado. Igual que lo estas viendo tu en la fotografía, lo veo yo en el monte.




Posado sobre un nido vacío, descansa un buitre negro de considerable edad.